30.5.20

ENIGMA:
"Le Roi Est Mort, Vive le Roi!"

La avidez de Michael Cretu por modernizar a su antojo las músicas de antaño y fusionar lo étnico con lo electrónico le proporcionó a este artista rumano, desde comienzos de los años 90, fama y fortuna, además de una serie de detractores que le acusaban de desvirtuar las intenciones para las que esas músicas (cantos gregorianos y canciones folclóricas de zonas lejanas como Mongolia o Taiwán, en sus dos primeros trabajos) fueron creadas. No hay que negar sin embargo las cualidades de sus obras, sobreproducidas pero inteligentes, y con una capacidad extraordinaria de conectar con la parte más vital de una gran cantidad de público. Este buen número de seguidores y una exhaustiva promoción y radiodifusión en estos tiempos de apertura, elevaron enormemente la popularidad del ethno tecno de esta banda ficticia durante la última década del siglo XX, y no quedaron decepcionados con el nuevo giro que dio su música, siempre dentro de su estilo propio, en 1996, con otra estupenda obra titulada "Le Roi Est Mort, Vive le Roi!". 

Aunque el aspecto exterior del nuevo trabajo sea más tecnológico que los anteriores (las figuras de la portada aluden, según dijo Cretu, a cómo imaginaba la gente hace 100 años o antes, en la época de Julio Verne, al 'hombre-máquina'), este nuevo retorno de Enigma tuvo en su planteamiento, más que un viaje físico, un importante componente espiritual, proponiendo una mirada al ciclo de la vida, a la seguridad de que nadie es imprescindible y el mundo seguirá su curso con o sin nosotros. Es decir, "Le Roi Est Mort, Vive le Roi!", o como se suele decir en castellano, 'A rey muerto, rey puesto'. Publicado por Virgin Records el 25 de noviembre de 1996, este tercer proyecto de Enigma (conocido por tanto como E3, como incluso figura en su portada) es muy apreciado por los fans del grupo, y mantuvo una buena cifra de ventas en muchos países del globo, con disco de platino en Estados Unidos, discos de oro en España, Alemania, Francia y Reino Unido, y un número 1 en Noruega. La introducción, que lleva el título del disco (que se escucha al final de la declamación de Louisa Stanley) y aúna voces tecnológicas (un sampler de la torre de control contactando con el Discovery One de la película '2001: Una odisea del espacio') y coros celestiales, lleva incluida la fanfarria característica de Enigma, el conocido como 'cuerno de Enigma'. En "Morphing Thru Time", los coros gregorianos remiten al exitoso primer trabajo del grupo, aunque evidentemente se pierde el factor sorpresa. Por fortuna, aparecen las voces convirtiendo el tema en una canción, extraña y fusionada, pero distinta a aquel "Sadeness". De hecho, aparte de un sampler que dice "Tierra: una biosfera, un complejo sistema de soporte vital sutilmente equilibrado" (una frase tomada de librerías de sonido, que ha sido utilizada por varios grupos y artistas) y la voz cantante, masculina (Michael Cretu se encarga de cantar los temas), el tarareado femenino evoca en cierto modo los cantos del segundo trabajo (un canto mongol, de nuevo). Sólo así se entienden las intenciones de Cretu, considerando este trabajo como el hijo de los dos anteriores, como se puede deducir del corto tema "Third of it's Kind". Sin desmerecer al tramo anterior, por fin llega esa canción principal que necesita todo disco para darse a conocer, una gran canción, bien mezclada y estructurada, aunque realmente "Beyond the Invisible" tal vez no posea todo el carisma de los primeros sencillos de los discos anteriores o al menos el asombro de su aparición sorpresiva. Utilizando de nuevo un fondo aflautado, textos recitados (la conocida cantante Sandra, esposa de Cretu, continúa con su sensualidad), un tarareado folclórico (la canción letona "Sajāja Brammaņi") y voces gregorianas, la parte cantada al modo radiofónico (por decirlo de algún modo) por el propio Cretu se limita al estribillo, y bien es cierto que este momento es de una fuerza majestuosa, y tan atrayente como para aupar al sencillo a buenas posiciones mundiales. El fantasioso videoclip (rodado por Julien Temple, como los del álbum anterior, "The Cross of Changes") mostraba un onírico baile de patinaje sobre hielo en un bosque. El segundo single sería "T.N.T. for the Brain", una canción tal vez no excesivamente sólida que comienza con la sugerente voz de Sandra al estilo de "Mea Culpa", y tras una réplica de teclado, de nuevo llega la voz masculina algo más potente a la hora del estribillo. Como sucedía en el disco anterior con las notas de 'Encuentros en la tercera fase', aquí de vez en cuando se pueden escuchar de importante acompañamiento unos compases característicos (como otra fanfarria) de la estupenda versión musical de "La guerra de los mundos", de Jeff Wayne. Es de extrañar que "Why!..." no hubiera sido elegida como segundo sencillo por delante de "T.N.T. for the Brain", pues porta una estructura atractiva más radiofónica. Es su desarrollo, de fondo, más cantos gregorianos, otorgando un ambiente calmado en la tormenta. Otra de las canciones posteriores, "The Roundabout", sería la elegida en principio como tercer single, lo que al final se desestimó sin motivo aparente (posiblemente por la escasa acogida del segundo). "The Roundabout" se aproximaría más a 'Enigma 2', por su melodía vocal principal dominada por un estilo de canto indígena africano, aunque está bien cercano al de los indios americanos, que tan de moda se pusieron en las Nuevas Músicas gracias a grupos como Sacred Spirit. Tampoco se trataría de los mejores cortes del álbum, a pesar de sus buenas intenciones, siendo la propia "Why!..." o por supuesto "The Child in Us" las mejores elecciones. "The Child in Us" es sin duda la mejor pieza del trabajo, especialmente por unas intenciones vocales que nos transportan al subcontinente indio (está cantada en sánscrito), combinado con el sonido de flauta shakuhachi y los inevitables cantos gregorianos, en cuyo conjunto se respira una estupenda paz y un halo de unificación y armonía, una orgánica mezcla de culturas de la que hablaba Cretu en la promoción del álbum. Retomando los paisajes instrumentales, en los que este avispado músico es también un consumado artista, "Shadows in Silence" es un oasis de intenciones tranquilas, parecidas a las de "Almost Full Moon" (que acompañaba al CDsingle de "Beyond the Invisible"), ambas con teclados y voces étnicas de fondo. "Prism of Life" es la última de las canciones, algo más coral (se trata de un coro zulú), combinando de nuevo las intenciones de los padres de este álbum, las de 'Enigma 1' y las de 'Enigma 2'. Para finalizar, "Odyssey of the Mind" es la réplica al tema de inicio, un final con la voz femenina y la conexión con los astronautas de la nave Discovery, pero reproducidos al revés; además, la inevitable (pero deseable, sin duda) fanfarria y la frase de  Louisa Stanley: "No hay un maestro que pueda enseñar algo nuevo. Él puede ayudarnos a recordar las cosas que siempre supimos". En el CDsingle de "Beyond the Invisible", había una canción nueva, "Light of your Smile", aunque realmente ya había aparecido en una edición especial de "The Cross of Changes". Salvo por un par de composiciones especiales, el disco funciona más en conjunto que por separado. Cretu experimenta en una obra avanzada y exótica a la vez, grabada en su estudio ibicenco (A.R.T. Studios), suaviza las percusiones, utiliza varios estilos vocales, incorpora nuevos sonidos que unen varios continentes (ópera, samplers de ciencia ficción, voces de la India, de Mongolia, de África...) y atrapa con algunas de las melodías, que nos transportan de la luz a la oscuridad y viceversa, con una elegancia característica. En cuanto al viaje musical por el globo, comentaba esto: "Podría abrir una tienda de música étnica con todo el material oculto en mis armarios, desde 'Enigma 1' he escuchado cientos, si no miles, de CDs, grabaciones, samplers, etc. Y ni siquiera un 1% es útil en un proyecto de Enigma". La labor de investigación es mayor de lo que sus críticos, poco documentados por lo general, le achacaban, y delata un estupendo afán por conseguir el sonido perfecto. 

Tras su espectacular contribución en los discos anteriores, Johann Zambryski volvía a recrear la mente de Michael Cretu en un diseño de producto espectacular, tanto la portada como el interior son avanzadas muestras de ilustración y packaging (una edición del disco era de papel normal, pero en otra el libreto estaba impreso en plástico transparente), que fueron nominadas al premio Grammy en 1998 en la categoría 'Best recording package'. También "Le Roi Est Mort, Vive le Roi!" obtuvo la nominación en esa edición de los Grammy a 'Mejor álbum de New Age', compitiendo con Mike Oldfield, Vangelis, Paul Winter o Michael Hedges, que se llevó el premio de manera póstuma por su trabajo "Oracle". Dice Cretu que, en su actitud hacia la vida, él siempre busca respuestas, y que a la hora de preparar un disco, llega un momento en el que la situación va fluyendo poco a poco, hasta que todo cuadra. La jugada volvió a salirle redonda con su tercer trabajo, pero tenía que continuar alerta porque era muy consciente de que cualquier fallo podría suponer la caída de su enigmático imperio en favor de cualquier joven con las suficientes dotes para conectar con el público. Ya se sabe, 'Le Roi Est Mort, Vive le Roi!.

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6 comentarios:

El conde dijo...

En mi humilde opinión, este es el mejor álbum de Enigma, el más redondo.

En otro orden de cosas, es una lástima que el nombre del grupo, precisamente porque debe ser muy difícil de defender a nivel de derechos de autor, haya servido para adornar las portadas de trabajos muy mediocres y para nada relacionados con el proyecto de Michael Cretu.

Saludos!

Pepe dijo...

Es difícil posicionarse por uno de los tres primeros álbumes del grupo. Muchos recuerdos me trae el primero, aparte de la sorpresa y influencia que tuvo. Magistral es el segundo, un producto bien realizado y con gancho. Sin embargo ese aura de modernidad de este tercer trabajo, y temazos como "The child in us", le dan también un importante empujón. Vamos, que me quedo con los tres. Incluso a veces con el cuarto, je je.

Es cierto lo que dices, hace poco que encontré con un disco que ponía en la portada Enigma, y no era ni por asomo un nuevo disco de Cretu. Supongo que más de uno picará, pero dice muy poco a favor del autor de esa música.

Héctor Campos dijo...

Gran artículo, Maestro Pepe. Y qué recuerdos... Uno de los mejores discos de Enigma. Todavía tenía esa perfecta mezcla de ambientes y potentes temas pegadizos (algo que creo hoy ha perdido). Muy entrañable, una continuación perfecta a sus discos anteriores. Recuerdo que en aquella época sendos anuncios de coches usaron "Beyond the Invisible" y "The Child in Us", y fue como "Pero ¿esto qué es?" Y luego el disco, con ese cuadernillo translúcido, el precioso videoclip de "Beyond..." Era una época mágica para la música. Escuché a Cretu decir una vez que "Why!" versaba sobre un amigo suyo con quien había discutido y que murió antes de hacer las paces. Supongo que no quiso elegir ese tema como sencillo. Desde que supe de esta historia, cada vez que escucho la canción me entristezco un poco. En fin, gracias por compartir tantos detalles de un gran disco.

Pepe dijo...

Recuerdo un anuncio con "The child in us", es que con ese pedazo de canción se podría vender cualquier cosa.
De lo de "Why!" también creo haber visto algo, pero no lo puse en la crítica (aunque no lo parezca -algunas son largas y espesas-, a veces hay datos que no incluyo).
Particularmente, aún tiene un cierto encanto para mí el siguiente trabajo, "The screen behind the mirror", al que además asocio con buenos recuerdos personales, lo que le da mayor fuerza a algunos de sus temas.

Anónimo dijo...

Para mí este disco es, junto con el The Cross Of Changes, los mejores de Enigma. Aunque curiosamente el que más he escuchado (y desde hace unos días estoy re-escuchando de nuevo) es el recopilatorio Love Sensuality Devotion, que fue mi primer disco de Enigma y que conjuga temas de sus cuatro primeros discos en una mezcla "non stop" fabulosa que cierra con "premeditación y alevosía" esa primera etapa gloriosa. Esos primeros trabajos son cada uno evolución lógica del otro, por lo que el recopilatorio funciona casi como un disco de estudio, y al ser bastante completo casi nunca pongo el MCMXC a.D. o el The Screen Behind The Mirror, a pesar de ser este último un pedazo de disco al mismo nivel que el 2 y el 3.

Pepe dijo...

Reconozco no haberme preocupado por ese recopilatorio que comentas, "Love Sensuality Devotion", pero me parece una recomendación estupenda para el que no quiera pararse a escuchar toda la discografía de esta primera (y interesante) etapa de la banda.