31.8.14

MADREDEUS:
"O espírito da paz"

La consolidación internacional de una banda como Madredeus no tuvo que esperar excesivo tiempo, dada la exquisita combinación de gloriosa instrumentalidad y poesía vocal que el grupo pregonaba en álbumes como "Os dias da Madredeus" y en especial "Existir", que en Portugal alcanzó un indiscutible número 1, y en su gira europea logró un lleno tras otro. España, Francia o Bélgica se rindieron ante Teresa Salgueiro y los suyos, si bien la mayor sorpresa vino de mucho más lejos, dado su gran éxito en Japón, país que visitaron antes que Estados Unidos, y en el que fueron felicitados por la propia familia del Emperador Akihito. Estos portugueses prolongaron en 1994 su idilio con la belleza al publicar EMI su nuevo plástico, de título "O espírito da paz", que iba a marcar un pequeño cambio en su trayectoria al abandonar el grupo a posteriori su teclista y miembro fundador junto a Pedro Ayres Magalhaes, Rodrigo Leao. El disco fue ideado en Estoril, con vistas al mar, instantes de la misma paz que refleja el título del mismo, y que se corresponde con una música de difícil parangón y de sensible añoranza. Magalhaes indica que "todo el grupo fue determinado para encontrar, en primer lugar, una imagen plástica del llamamiento a la saudade, a la espera. La forma cómo el grupo se presenta, sentados, inmóviles, esta decisión de presentarse así, es en sí su mensaje más importante". De esta manera, y retomando la idea del videoclip de "O pastor", "O espírito da paz" presenta una de las más bellas portadas que las nuevas músicas de los 90 nos pudieron ofrecer, una preciosa imagen en blanco y negro, poética como ninguna, de los seis músicos portando sus instrumentos en la búsqueda del sitio idóneo para desarrollar su don, el de encauzar la belleza de esos idílicos paisajes a través de su música. También ausente de color, la contraportada nos muestra a una pensativa Teresa Salgueiro, como una diosa que busca conversar con el sol. Ambas fotografías, como las de las portadas de los CDsingles, son obra de Inés Gonçalves, mientras que el omnipresente Magalhaes incorpora una de las montañas de Mongolia, realizada durante la gira mundial de 1993.

La formación de Madredeus para este álbum publicado en 1994 por EMI era la misma que había popularizado en 1990 canciones como "O pastor" o "O pomar das laranjeiras" en "Existir": Teresa Salgueiro (voz), Pedro Ayres Magalhaes (guitarra), Francisco Ribeiro (violonchelo), Gabriel Gomes (acordeón) y Rodrigo Leao (teclados), con la incorporación de un sexto hombre, José Peixoto (guitarra), otorgando un mayor protagonismo a las cuerdas, siempre más cerca de lo clásico que del pop. Entre marzo y mayo de 1994 Madredeus grabó en Inglaterra (en Londres, concretamente) dos discos, "O espírito da paz" y "Ainda", banda sonora del film de Wim Wenders "Lisbon story", que no se publicó hasta 1995. "Lisbon story" fue un importante acicate para el éxito de "O espírito da paz", pues generó mucha expectación en Europa. Pedro Ayres Magalhaes es el productor del disco y el autor en solitario de dos terceras partes de las canciones, si bien aparece acreditado en todas excepto "Pregao", exclusiva de Francisco Ribeiro. Esto da una clara muestra de la dirección que había tomado el grupo con el pasar de los años y el éxito, y fue en ese clima musicalmente célebre cuando Rodrigo Leao, saturado, decidió abandonar el mismo y explorar otras posibilidades sonoras en solitario, lo que a la larga le ha llevado a superar la estela dejada por su antiguo conjunto, gracias a obras monumentales como "Ave mundi luminar" o "Cinema". Muy poco después abandonarían también Gabriel Gomes y Francisco Ribeiro (el cual fallecería en 2010). "Minuete" es una sencilla introducción de corte clásico a la guitarra, enlazada con "Allegro", de atisbos folclóricos absolutamente ibéricos. Ambas forman "Concertino", presentación instrumental tras la que entra en juego la esperada voz de Teresa Salgueiro, con su melancólica interpretación de "Destino". Voz portentosa y refinamiento instrumental encuentran un punto álgido en el primer sencillo del álbum, "Os senhores da guerra", espléndida pieza que intentaba emular el éxito obtenido con "O pastor", posiblemente la gran canción de Madredeus, a la que sin duda se acerca bastante, desde el rítmico juego de cuerdas que sirve de entrada y base, hasta la intensidad general de un tema que fue objeto de horrible versión a cargo del grupo portugués de heavy metal Moonspell. Creación de Francisco Ribeiro, "Pregao" calma los ánimos con su aspecto de oración que suena a lugares lejanos, y que recuerda a su propio tema "Matinal", que abría el anterior plástico. El mar tenía que estar presente en un disco de un grupo lisboeta, y en "O mar" consiguen transmitir la paz que inspira cuando está en calma y se respira una refrescante brisa. El idioma portugués, añorante como pocos, también contribuye a esas sensaciones, que en definitiva son las que acababa sintiendo el público en sus conciertos. También evocativo es "Os moinhos", instrumental de bella factura, cercano a la monumental "As ilhas dos Açores" aunque sin alcanzar su nivel (parece que cada gran composición de "Existir" intentara tener su espejo en "O espírito da paz"). De la suite "Trés ilusoes" hay que destacar la primera de ellas, "Sentimento", con sabor a esos fados con los que deslumbraba la joven Teresa. "As cores do sol" es otra hermosa canción que no destaca especialmente porque anticipa los otros dos sencillos del álbum, canciones tan nostálgicas y penetrantes como "Ao longe o mar" (otro de esos momentazos que sólo pueden estar concebidos en portugués) y "Vem" (soberana interpretación de Teresa Salgueiro en el que para muchos es el gran corte del disco, afortunada conjunción de Magalhaes, Leao y Gomes, con videoclip de Wim Wenders, que pone el broche de oro al trabajo), antes de alcanzar el final con la más que correcta "Ajuda". Algunas ediciones en CD de este trabajo incluyen "O pastor" como último corte. Aunque "Existir" no había entrado en las listas de ventas españolas, la creciente fama del conjunto hizo que "O espírito da paz" estuviera en las mismas cerca de 40 semanas, llegando a alcanzar el número 8. Tres fueron los lanzamientos en single de este disco, "Os senhores da guerra" (que incluía "Pregao"), "Vem" (con "Ao longe o mar" y la interpretación en directo de "O pastor" del álbum "Lisboa") y, de manera promocional en España, "Ao longe o mar" (con las fechas de la gira -febrero 1995- en la contraportada). Años después, y aparte de en algún que otro recopilatorio, varias composiciones de este trabajo fueron utilizadas en dos proyectos curiosos y originales: "Vem (Alpha remix)", "O Mar (Moana Maru Remix)" y "Ao Longe O Mar (Astro's Reflect And Chill Mix)" -por Al Johnson- fueron las canciones remezcladas en el álbum "Madredeus electrónico"; por otro lado, "Essencia", el disco en el que Madredeus regrabaron algunas de sus canciones -25 años de carrera- con la voz de Beatriz Nunes, se abría con "Ao longe o mar".

Pedro Ayres destacaba sobre "O espírito da paz" que se trata de un disco temático, un trabajo conceptual sobre la conquista de la paz, lleno de experiencias instrumentales que no son propiamente canciones: "A mi entender sólo había una auténtica canción, todos los demás temas son experiencias musicales que decidimos hacer para explorar nuestro grupo, y así conseguir registros diferentes en nuestro recital". Ciertamente, en algunos momentos parecemos asistir a una interpretación vocal como un instrumento más (en "Silêncio", por ejemplo, la voz es practicamente como una prolongación del violonchelo). Además, siguiendo la costumbre de la banda desde "Os dias da Madredeus", todas las canciones están grabadas en vivo, sin mezclas adicionales salvo un overdub de sintetizador en "O mar", "Ajuda" y "As cores do sol". En pura disputa con sus anteriores entregas (en especial "Existir") por ser, para sus seguidores, el mejor disco de Madredeus, sí que se puede afirmar que "O espírito da paz" es un trabajo completo y ambicioso, con grandes momentos como "Os senhores da guerra" y "Vem" que, en formato single, auparon al álbum de nuevo al éxito local e internacional. De hecho, la gira que presentó "O espírito da paz" al público europeo llevaba por título 'Vem (Além de toda a solidao)", y fue publicada en DVD en 2012 con igual título que el disco, una grabación realizada en Bruselas el 24 de abril de 1995. Rodrigo Leao dejó estas populosas actuaciones, siendo sustituido en las mismas por Carlos María Trindade, que había coincidido con Pedro Ayres Magalhaes en Herois do mar. Trindade continuaría con Madredeus, incluso en los peores momentos del grupo, cuando Pedro Ayres y él mismo crearon A banda cósmica para acompañarles.

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11.8.14

CUSCO:
"Ring der delphine"

El mismo año 1989 en el que la compañía alemana Prudence ofreció en su catálogo toda la discografía anterior del grupo Cusco, integrado por los músicos germanos Michael Holm y Kristian Schultze, la propia banda publicaba uno de sus trabajos más interesantes, "Ring der delphine", que a cambio ofrecía una de sus portadas menos elaboradas. Afortunadamente, la edición americana de Higher Octave Music, con el título "Ring of the dolphin", corregía esa infamia por medio de una portada mucho mejor diseñada, orientada hacia una corriente épica. De discografía inconsistente, Cusco siempre ha sido capaz de alternar trabajos totalmente prescindibles (presididos por sonidos poco auténticos) con un puñado de obras de melodías fáciles y agradables, en ambientes relajantes inspirados, en su mayoría, por los paisajes andinos que sirven para nominar a este conjunto creado a finales de los 70, tras un inspirador periplo de Holm por varios países de Sudamérica.

Según Michael Holm, "este álbum destila efluvios naturales, místicos y más reales que en otros álbumes". La historia, contada en el cuadernillo del disco (en alemán si se trata de la copia de Prudence) e ideada por Holm, Debra Holland y Svend Nissen, es la de unos delfines que donan siete anillos a siete personajes, con los que pueden alcanzar un poder mágico que utilizado adecuadamente es positivo, si bien su mal uso lo tornará en destructivo. Pasado, presente y futuro se entrelazan en esta historia -cuentan- que no es una secuencia de datos sino una red que se extiende en el tiempo con un destino marcado, y cuyo punto de partida es una isla legendaria de nombre Methos. Partiendo de esta idea, Holm y Schultze, con la ayuda en la guitarra de Johann Dannsen, desarrollan una excitante aventura de mágica belleza. El título principal y primer corte del álbum, "Ring der delphine" ("Ring of the dolphin"), es una afortunada composición con melodía danzarina y aventurera, serena y agradable, bien estructurada y ejecutada a los teclados con plácidos sonidos de arpa y flauta. De apariencia algo infantil, a la altura de la historia narrada, en ella unen sus fuerzas los dos miembros del grupo, ya que las demás composiciones son de autorías separadas. Schultze es el autor de cuatro de las canciones, "Methos" (de aires medievales, básica pero de tratamiento acertado), "Der zauber" ("The spell", tonada sencilla, melodiosa, de nuevo con apariencia infantil), "Jebel at Tarik" (destacada pieza atmosférica en la que voces enigmáticas despuntan entre la electrónica en un tono místico y evocador) y el corte más movido y populoso, "Bur said", melodía aventurera, perfecta como sintonía de concurso o documental, un paseo por las aguas de esta ciudad egipcia (en Bur Said se encuentra el acceso al Canal de Suez) al lado de esas bellas criaturas que son los delfines. Sobre "Jebel at Tarik" conviene comentar su procedencia, ya que Tarik Benzema ibn Ziyad al-Layti fue un general árabe que abanderó la conquista musulmana de la hispania visigoda; pocos conocen el dato de que 'jebel at Tarik' significa 'montaña de Tarik', y de ahí procede el nombre 'Gibraltar', el punto en el que Tarik desembarcó. Volviendo al disco, Holm se dedica prioritariamente a la labor de producción y contribuye solamente con otras dos composiciones, una retomando el espíritu medieval con fuerza desbordante ("Kinderkreuzzug" -"Children's crusade"-) y otra que presenta el más típico sonido sudamericano que hizo famoso a Cusco en el ámbito de la new age: "Die wasser von Cesme" ("Waters of Cesme") se muestra a la altura de sus grandes éxitos andinos, y aunque Cesme sea una popular ciudad turística del extremo occidental de Turquía -bien lejos de Perú-, cuyo nombre significa 'fuente', es necesario abstraerse y disfrutar de piezas como ésta. Para concluir, la importancia y calidad del primer corte (que bien podrían haber utilizado de forma recurrente a lo largo del trabajo) hace que surja "Ring... (repr.)", reprise en un tono más suave y juguetón, para cerrar un álbum que, si bien presenta un cierto tono más dulzón que épico, son precisamente los cortes más legendarios, como "Bur said" y "Jebel at Tarik", los más interesantes, por supuesto junto a la composición principal, "Ring der delphine". Afortunadamente Holm y Schultze no acuden excesivamente al efecto sudamericano (centrado en la eficaz "Die wasser von Cesme"), por lo que la instrumentación se enreda en un acertado acabado electrónico del más puro estilo new age en la onda de Narada o Private Music, aunque Holm apunta: "La new age está muy infuenciada por ideas esotéricas, nuestra música no tiene ideología de fondo".

Como ya sucedió con "Mystic Island" meses antes que el disco que nos ocupa, "Water stories" fue el título de otro recopilatorio de Cusco, que en esta ocasión incluía tres composiciones de "Ring of the dolphin": "Waters of Cesme" lo abre, y también recoge versiones recortadas de "Bur said" y "Jebel at Tarik". Aunque dificilmente llegara al nivel de otros grupos coetáneos del mismo tipo de música, no cabe duda de que Cusco es un grupo simpático que, con ciertas pinceladas de calidad pegadiza -como la conseguida en "Ring der delphine"-, logró crearse un nombre y un buen número de ventas en la new age de los 90, donde su etnicismo caló bien hondo, y continuó su andadura hasta bien entrado el nuevo siglo. Schultze, que era hijo de Norbert Schultze, el compositor de "Lili Marleen", y una famosa actriz y cantante, falleció en noviembre de 2011. Mientras tanto, Holm (cuyo verdadero nombre es Lothar Walter) continúa su carrera en solitario.

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