29.9.14

AZUL Y NEGRO:
"Suspense"

Cerca de alcanzar el punto medio de la alocada década de los 80, los músicos españoles que más discos vendían en nuestro país eran cantantes consagrados como Serrat, Julio Iglesias o Miguel Ríos, grupos en el estrellato como Mecano, Alaska o Mocedades, y otros que ya despuntaban en sus inicios como La unión o Radio futura. Ninguno de ellos fueron los primeros artistas españoles que grabaron en CD, es decir, aprovechando al máximo la tecnología que ya apuntaban Azul y Negro en el título de su álbum de 1983, "Digital". Ese plástico, a modo de recopilatorio de sus dos primeros LPs, alcanzó un brillante tercer puesto en las listas de ventas españolas el mismo año que "La noche", su trabajo más tecno-pop, llegaba al número 4. Ya fuera por lo novedoso de su sonido, por mediación de su productor Julián Ruiz, o simplemente por estar en el sitio y momento adecuados, Mercury decidió apostar por Azul y Negro para esa grabación digital, y se prensaron en Alemania 400 copias del primer CD español, el nuevo disco del dúo de Cartagena, "Suspense", una apuesta hacia un pop avanzado pero asequible, sin abuso de secuenciadores y ritmos programados, y que sin embargo, a pesar de una sobrada calidad, momentos muy pegadizos y la ya habitual utilización de algunos cortes en televisión y publicidad, no alcanzó las cifras de los dos anteriores, llegando, eso sí, a un meritorio puesto número 14 en las listas, en las que permaneció 19 semanas.

El potente y estilizado sonido desplegado en "La noche" iba a ser matizado en esta nueva obra, retornando de alguna manera al tipo de canciones que copaban la cara A del disco de debut del grupo, "La edad de los colores", en cuya primera edición (que aún no incluía el hit de la vuelta ciclista "Me estoy volviendo loco"), destacaban temas como "No controlo nada" o "La torre de Madrid", otorgando un gran protagonismo -toda la cara B- a los instrumentales. Carlos García Vaso y Joaquín Montoya, los integrantes del conjunto, habían aprendido mucho en estos dos años, y sus aspiraciones quedaron plasmadas en este nuevo álbum de artística y cuidadísima portada (obra del ilustrador Orestis). Aparte de en el título y letra de una de las canciones, la influencia de Alfred Hitchcock, como maestro del suspense, parece estar presente en todo el trabajo, por ejemplo en la deliciosa entrada instrumental al mismo, la propia "Suspense", en la que se pueden ver reflejados el misterio y la intensidad de algunas de aquellas películas míticas. Precisamente este tema, "Suspense", es más que un corte introductorio, es otro fabuloso instrumental que deja bien claro el fenomenal estado de forma del dúo, el primero de los dos instrumentales puros del álbum, curiosamente abriendo y cerrando la obra. El que la culmina con un cálido encanto, "Agua de luna", es incluso superior, más pegadizo, presentando un cierto componente infantil muy divertido, tal vez por eso fuera utilizado en el concurso televisivo 'Los sabios', que presentaba una joven Isabel Gemio. Cerrando el capítulo de instrumentales, habría que mencionar a "Jíbaro", que si bien estaba cantado en un lenguaje inventado, presuntamente amazónico, esas mismas voces podrían considerarse como un instrumento más en el conjunto de una animada y exótica pieza semiinstrumental, inspirada en una aventura que el hermano de Carlos, José, había vivido en el río Amazonas. Vaso parece encargarse de esta faceta instrumental, de igual modo que Montoya lo había hecho en "La noche" (firmando en solitario sus grandes hits sin palabras, "Isadora","Fantasía de piratas", "Fu-man-chu" y "Me estoy volviendo loco"), un Montoya que por el contrario despunta como creador de dos de los tres sencillos del álbum (junto a Julián Ruiz y Marianne Forrest). Resulta sorprendente la facilidad que tenían estos cartageneros para encontrar melodías agraciadas sin necesidad de palabras, pero no hay que olvidar que "Suspense" es un disco dominado especialmente por los temas vocales, canciones acertadas y con sobrada fuerza para conformar un álbum especial, dignísima primera grabación digital en España. "Funky punky girl" (compuesta por Carlos Vaso), es una canción pegadiza con innegable gancho, que fue utilizada eficazmente en publicidad tecnológica (de la marca Phillips) o de nuevo en el mundo del ciclismo (fue sintonía de la Volta a Cataluña 1984) y, como sucedió con la excepcional "The night", con pretensiones en el mercado anglosajón. No en vano el idioma utilizado en las canciones del disco, inglés en todo momento (ideadas por la escocesa Marianne Forrest, a la sazón cuñada de Carlos Vaso), anuncia un intento de asalto a Europa que, incomprensiblemente, no acabó de concretarse. No fue "Funky punky girl" sin embargo el primer single del disco, honor cedido al corte que inspira la portada, "El hombre lobo", que presenta un comienzo original, enérgico y poderoso, que mantiene durante todo su desarrollo. Su elección como primer sencillo parece deberse a que encajaba mejor con el tecno que dominaba su anterior disco, haciendo así más cómoda para el público la transición hacia el pop avanzado. También "Hitchcock makes me happy" fue un importante tercer sencillo, otra espléndida canción de estribillo pegadizo y con una monumental entradilla instrumental que servía de cabecera al anteriormente mencionado concurso 'Los sabios'. "Sunny day", con su marcado bajo y cantada con sensualidad, tampoco es precisamente una canción de relleno, tanto ella como "Jíbaro" o "Suspense" son de esos temas que, sin ser destacados, tanto aportan en el conjunto de un álbum. De igual manera, "Infarto" (titulada "Herzanfall" en algunas ediciones) no es tan pegadiza como las demás canciones, aunque eso no significa que sobrara en este conjunto grato y estimulante con dominio del habla anglosajona, lo que se atenúa en cierto modo en la canción que resta por mencionar, "Es hora de bailar", por su estribillo en castellano. En el ambiente electrónico general, con grandes teclados y percusiones, las guitarras de Vaso también se dejan escuchar en buena parte del álbum respondiendo a las melodías de sintetizador ("Suspense", "Infarto"), acometiendo partes destacadas (el comienzo de "Jíbaro") o interpretando solos al final de alguna pieza ("Hitchcock makes me happy", "Es hora de bailar").

Este disco se grabó en los madrileños estudios Audiofilm en 1983, inmediatamente después de otro proyecto de Vaso y Montoya, de nombre Cinemaspop, en el que realizaban versiones en clave tecno-pop de bandas sonoras inmortales como 'Los 7 magníficos', 'El bueno, el feo y el malo', 'Casablanca', 'Zorba el griego' (que fue el elegido para promocionar el disco) o el tema de James Bond. Sin embargo, y dado el éxito que aún estaban cosechando los anteriores plásticos del dúo -esos puestos 3 y 4 anteriormente mencionados-, Mercury decidió esperar un poco y publicarlo en 1984. "Suspense" es un disco afortunado, exultante, un pequeño clásico del pop avanzado tecnológicamente de los 80 en España, haciendo más hincapié en las canciones que en los instrumentales, con varios cortes gratamente recordados que tal vez merecieran un mayor reconocimiento allende nuestras fronteras. Julián Ruiz realizó, como siempre, un fenomenal trabajo de producción y puso de nuevo su granito de arena en el sonido fresco y atrevido de Azul y Negro, un dúo carismático y gratamente recordado, uno de los grupos españoles que mejor han marinado teclados y guitarras con moderno sentido melódico.

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