20.1.20

NOA:
"Noa"

Achinoam Nini era una adolescente que vivía en el Bronx neoyorquino, cuando antes de cumplir la mayoría de edad tuvo lo que ella llamó una iluminación, un despertar como artista, y decidió volver a su Israel natal. Esa joven que también posee raíces yemeníes es actualmente conocida por su nombre artístico, Noa. En Israel hizo el servicio militar obligatorio, estudio música y conoció al guitarrista Gil Dor, su pareja artística, en la escuela Rimon de música contemporánea de Tel-Aviv, de la que él era director académico. En 1990 Dor invitó a Noa a cantar con él en directo en un festival, naciendo una extraordinaria relación musical. Su primer disco juntos fue un compendio de canciones pop y jazz en hebreo, que interpretaron en vivo. También en hebreo fue el segundo que les fue publicado en Israel, en 1993, titulado simplemente "Achinoam Nini Gil Dor" como para darse definitivamente a conocer, con música suya y letras de poetisas israelíes, que obtuvo un cierto éxito en su país ("He" o "Nocturno" son dos grandes canciones del álbum). Sin embargo, y aunque fue publicado un año antes, este álbum fue grabado posteriormente al que iba a suponer la explosión internacional del dúo Noa-Gil Dor. Pat Metheny, que cerca de la cuarentena era ya un guitarrista afamado, una estrella de hecho en el mundo del jazz, estaba de gira en 1988 en Israel, y Dor le invitó a dar una 'clase magistral' en su escuela. En un momento de debilidad y enorme visión, accedió a escuchar unos bocetos de algunas canciones y posteriormente a mantener una reunión en Nueva York, tras lo cual no dudó en apostar por esos jóvenes israelíes. A partir de ahí el nombre de Noa se hizo internacional, y de hecho Gil Dor decidió mantenerse en la sombra para que prevaleciera el carisma de la joven vocalista, "Noa".

Las andanzas norteamericanas de ambos músicos fueron decisivas en este éxito, primero porque Noa había sido educada en el bilingüismo, sus estudios fueron en inglés y en su casa se hablaba hebreo. Aunque mientras se esperaba a la publicación de "Noa" vio la luz el mencionado "Achinoam Nini Gil Dor", cantado íntegramente en hebreo, la vocalista no consideraba tan fluida esa lengua materna como la que hablaba en la calle y en el colegio, por lo que el inglés fue su idioma artístico. Además, Gil Dor conocía a Pat Metheny (este había sido profesor de Dor en Boston, en la Berklee School of Music), lo que influyó decisivamente en que decidiera actuar cuando descubrió al grupo. El norteamericano colaboró en la grabación del álbum, los llevó hasta Geffen, aportó la colaboración de sus músicos de confianza, y él mismo produjo el álbum, de claro sonido occidental muy asequible con visos lejanos étnicos, clásicos o de jazz. Geffen Records publicó por fin "Noa" en 1994, que arrastrado por el éxito de "Achinoam Nini Gil Dor", fue disco de oro en Israel, y vendió miles de copias en Europa, Estados Unidos e incluso en Japón. Noa cuenta que Gil Dor (guitarra y voces), Steve Rodby (bajo y voces), Lyle Mays (teclados) y ella misma (voz principal y alguna percusión) grabaron todo en cuatro días, en vivo, en Nueva York. "Más tarde, Lyle agregó muchos de sus hermosos sonidos originales en pistas adicionales, y Pat llamó a Steve Ferrone para tocar un poco de batería y a Luis Conte para tocar la percusión. Bill Evans contribuyó con un saxo en "Desire", Danny Gottlieb tocó en "Wildflower" y Gil Goldstein honró a "Uri" con algunas notas de buen gusto en acordeón". Metheny, que sólo aporta voces de fondo en "Child of man", produce junto a Steve Robdy. Las composiciones, de Gil Dor y Noa. "I don't know", que fue uno de los sencillos del trabajo, es una canción pegadiza dominada por la alegría y una garganta fabulosa que se daba a conocer con descaro. Algo más interesante es "Wildflower", completísima en su composición (el desarrollo instrumental de la pieza es tan extasiante como su interpretación vocal), un auténtico temazo de fácil radiodifusión, que supuso otro gran éxito. Tres de las canciones del álbum estaban cantadas en hebreo: "Mishaela" (una canción desenfadada que presenta un tarareado muy particular), "Eye opener" (con un indebido aspecto folclórico) y la dulce "Uri". Mientras tanto, "Child of man" era la tercera pieza destacada (en España contó con un CDsingle promocional para anunciar la gira por ocho ciudades en octubre), con una sencilla guitarra que se abre a un ritmo cálido, propio de otras latitudes (cercano a la bossa nova, pero basado realmente en los haikus orientales). El sello de Lyle Mays se escucha especialmente en canciones como "Path to follow" o "It's obvious", y el saxo de Bill Evans se hace notar en "Desire". Una gran sorpresa es el final del disco, una gloriosa adaptación del clásico "Ave María" de J.S. Bach y Charles Gounod (la melodía del compositor francés fue escrita para superponerse sobre un preludio en do mayor de Bach) con la nueva letra de Noa, que en este disco se reivindica no sólo como vocalista de excepción sino como gran compositora y letrista. Esta versión es una oración por la paz mundial, especialmente atrayente por estar cantada por una artista israelí que la compuso durante la guerra del golfo, en 1991, cuando repartió copias de este tema en casete entre los soldados que manejaban los misiles "Patriot" en Israel. "Ave María" fue interpretada ante el Papa Juan Pablo II en el Vaticano, y fue uno de los grandes éxitos y sencillo navideño del disco. 

Noa comenzó con las ideas muy claras en la estructura y estilo de unas canciones melosas, pasionales, verdaderamente hermosas, que posibilitaron la incursión internacional del dúo, puesto que no hay que olvidar la presencia de Gil Dor en toda su carrera. La composición es variada y pegadiza, la instrumentación exquisita y la voz sensual y dura a la vez (reflejo del propio idioma israelí, que aparece en los tres temas antes mencionados), que desvela una personalidad arrolladora, guerrera, aunque también con una gran sensibilidad, en esta producción de lujo de Pat Metheny que supuso un debut internacional de ensueño. Noa se presentaba como una estrella emergente en una world music girada hacia el pop (su origen yemení y un cierto tono étnico pueden comparar su estilo con el de Ofra Haza, aunque en realidad tienen poco en común, su música es más pop y menos de raíz), y enseguida llegaron las ventas y el reconocimiento. Noa tenía en esos momentos un sonido muy melódico, apacible y positivo ("soy una persona feliz, que no está enfadada con el mundo"), que se volvió algo más adulto en los siguientes trabajos, con cambio de producción y nuevos éxitos presentados regularmente hasta la actualidad.









9.1.20

TRIBALISTAS:
"Tribalistas"

En el verano de 2004 el nombre de Carlinhos Brown empezó a hacerse muy popular en España merced a la moda de la batucada (ese potente ritmo brasileño) y a una canción que sonó hasta la saciedad como fue "Maria Caipirinha". En Brasil, Brown (que nació en 1962 en el estado de Bahía como Antonio Carlos Santos de Freitas) era desde hacía tiempo un ídolo de masas. Tras tocar en varias bandas y con Caetano Veloso o João Gilberto, en los 90 se convirtió en el líder del grupo Timbalada, pero uno de sus mayores éxitos se produjo en 2002, cuando se reunió con otros dos amigos para crear una superbanda de música brasileña. Los amigos eran Marisa Monte (afamada y reconocible cantante carioca) y Arnaldo Antunes (guitarrista y poeta de São Paulo), y el grupo se llamó Tribalistas tras buscar en un diccionario todas las palabras posibles que empezaran por el prefijo tri, y acabar sin embargo identificándose con el adjetivo 'tribal'. Phonomotor Records, el sello de Marisa Monte, publicó en 2002 su primer trabajo, "Tribalistas", con distribución nacional y mundial de EMI, y un éxito sorprendente y fuera de toda duda en un estilo muy abierto e informal de música pop con elementos brasileños.

Decía Marisa Monte años atrás que Brasil no es un país de blancos y negros sino de gente mezclada, de ahí tal vez los colores de la portada del disco. También contaba así la historia del grupo: "En 2001, en Bahía, coincidí con Arnaldo y Carlinhos, con los que siempre he colaborado. Fue como si estuviéramos bendecidos: en unos días, compusimos 20 temas. No sabíamos qué hacer con ellos y, en vez de repartírnoslos, al año siguiente los grabamos juntos. Nos dijimos: vamos a hacer lo que no solemos hacer en nuestros discos particulares. Fue un ejercicio lúdico y creo que eso se nota". No era la primera vez que el gran ambiente producido entre esos músicos, generaba una gran cantidad de canciones que acababan incluidas en un álbum, sin embargo esta vez el acierto fue tan grande que llegó mucho más allá de Brasil. Allí llegó al número 1 (más de 1 millón de copias vendidas), pero además fue otro número 1 en Portugal y fue doble platino en España y triple en Italia, así como muy popular en Francia, Países Bajos, Alemania y otros países, alcanzando en total los 3 millones de ejemplares vendidos, y todo ello sin realizar ningún tipo de promoción en directo o diferido, ni actuaciones en televisión ni entrevistas en radio (ni siquiera en Brasil), por problemas de agendas de los músicos y la reciente maternidad de Marisa. Lo que sí se comercializó en 2003 fue un DVD que muestra cómo se grabaron las canciones en un estudio de Rio de Janeiro entre el 8 y el 24 de abril de 2002. "Carnavália" es un recibimiento pegadizo, una de las grandes canciones del disco, que coloca el carnaval como una de las referencias de los brasileños. Acto seguido, "Um a um" es más sosegada, pero acertada y entrañable. Antunes y Monte se reparten el protagonismo vocal en "Velha infância", feliz bossa nova que contagia fácilmente su alegría, uno de los sencillos exitosos del trabajo, que llegó al número 1 en Brasil. Esta orgía musical brasileña continúa con lo que posiblemente sea uno de sus dos temas más recordados, una pequeña delicia contagiosa titulada "Passe em casa", que da verdaderas ganas de bailar. "O amor é feio" es un descanso en la actividad, un corte muy tranquilo y adormecedor, lo cual no quiere decir aburrido. Enseguida, "É vocë" es otra canción relajada que, sin restarle méritos, y junto a "Carnalismo", parecen disminuir la intensidad y el altísimo nivel del poker inicial. Sin embargo también en esta delicadeza y sencillez saben estos tres maestros construir pequeñas joyas, como "Mary Cristo", otro sencillo de intenciones presuntamente navideñas. Con "Anjo da guarda" vuelven los aires de bossa nova y sus devaneos portuarios, mientras que "Lá de longe" y "Pecado é lhe deixar de molho" vuelven a evidenciar que tal vez haya demasiadas canciones en el trabajo, si bien es perfectamente agradable dejarlo sonando de fondo. Para desdecir lo anterior y saber apreciar el detalle y la canción agraciada, llega casi al final del álbum el single principal del mismo, "Já sei namorar", una canción enormemente atractiva y de fácil escucha, una nueva delicia de autentico encanto y cierto éxito (número 1 en Brasil, 2 en Portugal y con buen recibimiento en el resto de Europa), bailable y encantadora sin tener que mencionar estilos. "Tribalistas" es el final animado y abierto de un disco desenfadado y carnavalesco, que ganó en 2003 el premio Grammy latino al Mejor Álbum Pop Contemporáneo Brasileño. Varias telenovelas brasileñas utilizaron canciones del disco, especialmente "Velha infância" y "É Você". "No habrá un Tribalistas II por presión de la mercadotecnia, pero yo desearía que el destino volviera a reunirnos", decía Carlinhos Brown tras el éxito del debut, dejando constancia del buen rollo que se respiró en la reunión. Así, tuvieron que pasar 15 años para que el grupo editara su esperado segundo trabajo, curiosamente también de título "Tribalistas", con una mayor carga social y bastante menos fortuna y éxito crítico, como si el mundo no sólo se hubiera olvidado de su propuesta sino que, definitivamente, hubiera cambiado.

"Carlinhos Brown es un genio, es el talento más maravilloso que he visto jamás. Es un compañero y hermano para mí, una referencia absoluta", así definía Marisa Monte a su colega, y junto a Arnaldo Antunes compusieron 13 estupendas canciones que cantaron principalmente Arnaldo y Marisa, que además interpreta guitarra de nylon, armónica, órgano Hammond, silbato, acordeón y algunas percusiones. Carlinhos es el gran multiinstrumentista del grupo: voz, bajo, guitarra de nylon, silbato, caja de música, vibráfono, berimbau, harpinha, batería, órgano Hammond, guitarra de acero y percusiones varias (entre ellas bombo, caxixi, cuchara, cuica, moringa, d'jembe, pandereta, cajón, timba, zarbre, afoxé, caja de juguetes, bongo, congas, atril, marimba, agogô, tablas, palmas y campana). Otros músicos invitados a esta fiesta fueron Cézar Mendes, Dadi Carvalho y Margareth Menezes. ¡Qué grata es esta música, a ritmo de samba, axé o balada y con su alta dosis de alegría! Estos tribalistas han sido los que más rotundamente han acercado la música brasileña al mundo en lo que llevamos de siglo, un éxito sin precedentes sin duda merecido y digno de recuerdo.