13.7.14

OFRA HAZA:
"Yemenite songs"

La vida de la cantante Ofra Haza sería merecedora de una superproducción de Hollywood, de esas que inundan las salas de lágrimas y cosechan una buena colección de premios. Nacida en Yemen en 1957 en una familia judía, pero israelí de adopción y educación, Ofra se convirtió casi sin darse cuenta en una estrella infantil de la mano de su mentor Bezalel Aloni. Su segundo puesto en el festival de Eurovision de 1983 (tras Luxemburgo) no hizo sino confirmar a esta bella adolescente como una de las voces más prometedoras de la escena folclórica y pop (a partes iguales) de Israel, país con el que Ofra (Bat-Sheva -'séptima hija' en hebreo- fue el nombre que le pusieron sus padres y que se cambió a los seis años) estaba realmente comprometida hasta el punto de cumplir con un servicio militar del que podía haberse librado por motivos religiosos. Tras varios discos de oro en Israel, el éxito internacional le llegó de golpe gracias al posterior tratamiento 'disco' de dos canciones emblemáticas de su impoluto e importante trabajo "Yemenite songs" ("Shirey Teiman" en su país), excitante en su alegre conjunción folclórica de vientos, cuerdas, percusión y voz -en hebreo y árabe-, que se ha convertido con todo merecimiento en un hito de las músicas del mundo.
 
El exotismo y la belleza se conjugaron para dar forma a este producto de aspecto antiguo y religioso (con una preciosa portada que resalta la belleza de Ofra), presentado con esmero, gracia y respeto, publicado en 1984 por el sello israelí Hed-Arzi, y reeditado por la londinense Globe Style, la alemana Teldek y otras compañías (en Estados Unidos con el título "Fifty Gates Of Wisdom : Yemenite Songs"). Alguna reedición en CD a finales de los 80 incluye "Im Nin' Alu (Extended Played In Full Mix)". Ofra y Bezalel (como productor) pusieron mucho esmero en acentuar la identidad yemenita de la familia de la cantante en este trabajo en el que en realidad, aunque todas las canciones posean esencia tradicional, sólo una lo es en su totalidad (la segunda, "Yachilvi veyachali"), las demás son en su mayoría adaptaciones de textos del influyente rabino del siglo XVII Shalom Shabazi con músicas que han llegado hasta nuestros días por transmisión oral. La música judía yemenita (muy influyente en el desarrollo de la música de Israel, al verse como un enlace con sus raíces bíblicas) se divide en tres categorías: litúrgica (para el culto, cantada en hebreo y arameo por hombres, por lo que no escuchamos ninguna en el disco), secular (sobre la vida cotidiana, cantada por mujeres en un dialecto hebreo yemenita) y diwan (poesía devocional, tanto religiosa como secular, en hebreo, arameo y árabe). Al diwan, que se representa en fiestas y bodas, se adaptan perfectamente las poesías de Shalom Shabazi, originando así bellas canciones de música y danza (lo que se denomina 'shira'), algunas de las cuales presentan un preludio a cappella (de nombre 'nashid'), cuyo mayor ejemplo es la maravilla que inaugura el disco, la mundialmente conocida "Im nin' alu", una canción celestial ('las puertas del cielo están abiertas', cuenta), hermosísima, donde la fabulosa voz y el ritmo oriental mecen los sentidos conduciéndonos a un paraíso idílico. El segundo corte más importante y mundialmente radiado del álbum era "Galbi", el único compuesto originalmente y que no era de 'dominio público'. Su creador, Aharon Amramn", el conocido como 'padre de la canción yemenita en Israel', asegura que "Galbi" no le reportó tantos royalties como la gente supone, aunque años después de convertiera en un hit en occidente. Tremendamente pegadiza y acertada vocal e instrumentalmente, "Galbi", que significa 'Mi corazón', habla del amor no correspondido de una joven, y posee un maravilloso e indudable encanto autóctono. También de desamor, esta vez el de dos jóvenes a los que no dejan verse, trata el tema tradicional, "Yachilvi veyachali", una canción de la calle muy agradable y costumbrista, típicamente de baile. Cambiando de tercio, sobre la difícil historia del pueblo judío yemenita del siglo XVI (actualmente el 99% de los yemenitas son musulmanes) trata "A'salk", donde el poeta le pregunta a Dios: ¿Por qué nos dejaste?, el mismo Dios que es bendecido y alabado en "Ode le'eli". En esta sucesión de ritmos del Oriente Próximo, el medley compuesto por "Tzur menati / Se'i yona / Sapri tama" comienza tan espiritual como "Im nin' alu", para dejarse llevar enseguida por el ritmo y la gracia más cercana a bollywood que a una sinagoga. Más folclóricas y animadas incluso, aseverando la naturaleza tanto lírica como liturgica que Shabazi imprimió a sus textos, son "Lefelach harimon" y el broche final, "Ayelet chen", que explora sabiamente en esa explosiva frontera entre el pop y el folclore, y de la que se extrajo el título norteamericano del disco, "Fifty Gates of Wisdom". Aunque la explosión de los singles más conocidos del álbum tuvieron lugar algo después, una época en la que el propio Michael Jackson insistió en varias ocasiones en realizar un proyecto conjunto, es preciso reconocer la calidad y la autenticidad del verdadero gran trabajo de esta idolatrada artista, un "Yemenite songs" cuya escucha nos traslada a una tierra conflictiva, milenaria y muy rica culturalmente, cuya música y poesía, conjuntas, influyeron en canciones mágicas como "Im nin' alu", "Galbi", "Yachilvi veyachali" o "Ayelet chen".
 
Tuvieron que pasar tres años para que "Galbi" y "Im nin' alu" sonaran con gran repercusión en Europa y Estados Unidos. El acicate fue que la melodía de "Im nin' alu" fuera sampleada por varios avispados grupos y productores, especialmente por Eric B. & Rakim para la canción "Paid in full" incluída en la película "Colors', lo que originó la creación de una avanzada y elegante mezcla para las pistas de baile y radiodifusión internacional, que se adelantó en el tiempo a otros afamados productos del conocido como etno-tecno, y que alcanzó el primer puesto de las listas de singles en países como Alemania o España ("Im nin' alu" fue número 1 en la lista de singles española en 1988, con "Galbi" en el octavo puesto). Aunque el remix de "Galbi" fuera realmente anterior al de "Im nin'alu", su éxito derivó del de esta última, encontrándose Ofra con dos auténticos hits en medio mundo, una artista cuya popularidad subió como la espuma hasta tal punto, por ejemplo, de ser elegida como cantante del mes en Inglaterra el mismo día que ella y su equipo sufrían un importante accidente aéreo, del que salieron ilesos por poco. Mientras tanto, "Shaday" fue el título del álbum publicado en 1988, con nuevas versiones con versos en ingles de "Galbi" e "Im nin' alu". Ofra Haza, con su sensualidad, su belleza, su maravillosa voz, abrió las puertas del mercado internacional a Israel, por ejemplo su video-clip de "Im nin' alu" fue el primero que emitía la MTV de un artista israelí. Sin embargo, la mala suerte se cruzó en su camino: En 1997 Ofra Haza conoció a un hombre de negocios llamado Doron Ashkenazi, con el que se acabó casando, esencialmente por presiones familiares para formar una familia y tener hijos. En esta época grabó en 17 idiomas la canción principal de la película "El príncipe de Egipto", pero no pudo realizar más proyectos, en el año 2000 cayó enferma y murió de neumonía en Ramat Gan el 23 de febrero, por las complicaciones originadas por el virus del VIH, el temible sida que presuntamente le contagió su marido, que acabó falleciendo un año después de una sobredosis de cocaína. Numerosas compilaciones reverencian a esta cantante cuya historia acabó tragicamente, y que aparte de por miles de seguidores, es recordada por el parque público 'Gan Ofra' (el Parque de Ofra) en el barrio Hatikva en Tel Aviv, donde Ofra se crió y volvía siempre que podía.