En los años 70 la fusión entre rock y jazz contaba con un nutrido número de seguidores, y concretamente en una de sus vertientes más instrumentales, el jazz fusión inspirado especialmente por Miles Davis, destacaban bandas como Return to Forever (con Chick Corea), Weather Report o la Mahavishnu Orchestra. Este glorioso grupo liderado por el guitarrista inglés John McLaughlin gozó de un gran éxito en sus comienzos, y en ellos, de 1971 a 1973, estaba presente un eficaz violinista llamado Jerry Goodman, conocido anteriormente por su destacada estancia en otro recordado grupo de jazz rock, The Flock. Tras abandonar la primera formación de la Mahavishnu (no sin un cierto clima de tensión), y después de una ausencia de diez años en el panorama musical, Jerry iba a sorprender a todos con un agradable álbum de portada fantasiosa, que si bien no se puede calificar en su conjunto como una obra inmensa, sí que será siempre alabado por incluir una de las grandes composiciones de la música instrumental de los años 80, una experiencia auditiva sin igual que ha trascendido en el tiempo y que también daba título al disco que la contenía: "On the Future of Aviation", publicado por Private Music en 1985.
Es de admirar la cantidad de grandes artistas que se juntaron en Private Music en los 80, a la sombra de la popularidad de Windham Hill o Narada Productions pero destacando por un estilo algo más avanzado y de enorme elegancia. Precisamente la combinación de la tenue electrónica (asociada al término new age, del que no huyó Goodman en ese momento) del sello de Peter Baumann, con el jazz rock de sus épocas pasadas fue un desafío para el músico, el reto que Jerry Goodman necesitaba para salir de su retiro: "Yo había estado tocando música desde que tenía 8 años, mucho tiempo durante el cual habían sucedido muchas cosas. Tuve que solucionar algunos problemas de motivación... pero no esperaba que me llevara tanto tiempo". El momento era idóneo, y esa motivación fue tan grande que este trabajo sigue siendo recordado hoy en día por los seguidores de este estilo de música, además de por los que el músico pudiera arrastrar desde la época en la que revolucionó la sonoridad del jazz-rock con el violín eléctrico. Este disco se abre con un sugerente tañer de campanas y los épicos compases del tema principal, "On the Future of Aviation", motivadísima composición que combina un fenomenal lirismo con un frenético ritmo constante de violines emulando idílicos vuelos. Son siete minutos que por sí solos ya merecen un disco que los arrope, y en los que Goodman consigue extraer del violín la sonoridad de una guitarra eléctrica (hay un fantástico solo a mitad de la pieza) pero con las cualidades sonoras de un instrumento de arco. Goodman, que compone las seis canciones del álbum, también lo produce junto a su tío, el pianista de jazz Martin Rubenstein. Ritmos cálidos (la aterciopelada y climática melodía de "Endless November", la esencia tropical de "Orangutango"), secuencias pegadizas que se mueven entre jazz, folk, rock y electrónica ("Outcast Islands" -de alocados vaivenes-, "Sarah's Lullaby" -tema de apariencia personal, casi privada, con una furiosa guitarra eléctrica a cargo del propio Goodman-) o la estimulante ambientalidad de otra composición destacada, la enérgica y atractiva "Waltz of the Windmills", completan una obra que Jerry Goodman asegura no lo grabó para vender sino para disfrutar, haciendo además disfrutar con su trabajo a mucha gente, como por ejemplo un Ramón Trecet que en el segundo volumen de la recopilación "Diálogos con la música" afirmaba sobre este trabajo que "es la más perfecta síntesis de la música de la Nueva Era, su frescura actual es la mejor garantía de su calidad". One Way Records reeditó el CD en el año 2000, mientras que ese mismo año 1985, Private Music lanzó un maxi titulado "Selections from On the Future of Aviation", una pieza de colección que contenía los mismos tres cortes en ambas caras: "On the Future of Aviation", "Sarah's Lullaby" y "Endless November". Mención especial requiere el videoclip de la canción principal, un maravilloso vuelo en tonos pastel que sirvió para publicitar el álbum en televisión.
Goodman nació en Chicago en 1949 y y de muy joven fue preparado en la interpretación clásica del violín, ya que sus padres tocaban en la Orquesta Sinfónica de Chicago. Fue sin embargo el contacto con los grupos de fusión lo que acabó llevándole irremediablemente hasta una cierta fama, sobre todo en esa Mahavishnu Orchestra de comienzos de los 70 en la que coincidió con el teclista Jan Hammer (de hecho se hicieron buenos amigos, y publicaron un disco juntos en 1974, "Like Children"), que obtuvo un gran éxito con la música de "Miami Vice" justo un año antes de la publicación de "On the Future of Aviation". Quizás Goodman quiso demostrar que él también podía pasar a la historia de la música instrumental, y realmente lo hizo con este disco, aunque posteriores trabajos no llegaron al nivel de este pequeño gran clásico de la new age. Por ejemplo, "Ariel", publicado en 1986 por la misma Private Music, sigue la estela de "On the Future of Aviation" pero en un grado menor de inspiración, a pesar del innegable fervor del violín (así como alguna guitarra resonante), y de varios cortes destacables (especialmente el primero, "Going On 17"), si bien acusa la ausencia del gran single que sí lucía en su primer álbum, una pieza de tan hermosa naturaleza que es capaz de conmover a cualquiera, y que supuso un auténtico hito de la música instrumental contemporánea. Tantos años después, sigue sonando fresco y auténtico.
Es de admirar la cantidad de grandes artistas que se juntaron en Private Music en los 80, a la sombra de la popularidad de Windham Hill o Narada Productions pero destacando por un estilo algo más avanzado y de enorme elegancia. Precisamente la combinación de la tenue electrónica (asociada al término new age, del que no huyó Goodman en ese momento) del sello de Peter Baumann, con el jazz rock de sus épocas pasadas fue un desafío para el músico, el reto que Jerry Goodman necesitaba para salir de su retiro: "Yo había estado tocando música desde que tenía 8 años, mucho tiempo durante el cual habían sucedido muchas cosas. Tuve que solucionar algunos problemas de motivación... pero no esperaba que me llevara tanto tiempo". El momento era idóneo, y esa motivación fue tan grande que este trabajo sigue siendo recordado hoy en día por los seguidores de este estilo de música, además de por los que el músico pudiera arrastrar desde la época en la que revolucionó la sonoridad del jazz-rock con el violín eléctrico. Este disco se abre con un sugerente tañer de campanas y los épicos compases del tema principal, "On the Future of Aviation", motivadísima composición que combina un fenomenal lirismo con un frenético ritmo constante de violines emulando idílicos vuelos. Son siete minutos que por sí solos ya merecen un disco que los arrope, y en los que Goodman consigue extraer del violín la sonoridad de una guitarra eléctrica (hay un fantástico solo a mitad de la pieza) pero con las cualidades sonoras de un instrumento de arco. Goodman, que compone las seis canciones del álbum, también lo produce junto a su tío, el pianista de jazz Martin Rubenstein. Ritmos cálidos (la aterciopelada y climática melodía de "Endless November", la esencia tropical de "Orangutango"), secuencias pegadizas que se mueven entre jazz, folk, rock y electrónica ("Outcast Islands" -de alocados vaivenes-, "Sarah's Lullaby" -tema de apariencia personal, casi privada, con una furiosa guitarra eléctrica a cargo del propio Goodman-) o la estimulante ambientalidad de otra composición destacada, la enérgica y atractiva "Waltz of the Windmills", completan una obra que Jerry Goodman asegura no lo grabó para vender sino para disfrutar, haciendo además disfrutar con su trabajo a mucha gente, como por ejemplo un Ramón Trecet que en el segundo volumen de la recopilación "Diálogos con la música" afirmaba sobre este trabajo que "es la más perfecta síntesis de la música de la Nueva Era, su frescura actual es la mejor garantía de su calidad". One Way Records reeditó el CD en el año 2000, mientras que ese mismo año 1985, Private Music lanzó un maxi titulado "Selections from On the Future of Aviation", una pieza de colección que contenía los mismos tres cortes en ambas caras: "On the Future of Aviation", "Sarah's Lullaby" y "Endless November". Mención especial requiere el videoclip de la canción principal, un maravilloso vuelo en tonos pastel que sirvió para publicitar el álbum en televisión.
Goodman nació en Chicago en 1949 y y de muy joven fue preparado en la interpretación clásica del violín, ya que sus padres tocaban en la Orquesta Sinfónica de Chicago. Fue sin embargo el contacto con los grupos de fusión lo que acabó llevándole irremediablemente hasta una cierta fama, sobre todo en esa Mahavishnu Orchestra de comienzos de los 70 en la que coincidió con el teclista Jan Hammer (de hecho se hicieron buenos amigos, y publicaron un disco juntos en 1974, "Like Children"), que obtuvo un gran éxito con la música de "Miami Vice" justo un año antes de la publicación de "On the Future of Aviation". Quizás Goodman quiso demostrar que él también podía pasar a la historia de la música instrumental, y realmente lo hizo con este disco, aunque posteriores trabajos no llegaron al nivel de este pequeño gran clásico de la new age. Por ejemplo, "Ariel", publicado en 1986 por la misma Private Music, sigue la estela de "On the Future of Aviation" pero en un grado menor de inspiración, a pesar del innegable fervor del violín (así como alguna guitarra resonante), y de varios cortes destacables (especialmente el primero, "Going On 17"), si bien acusa la ausencia del gran single que sí lucía en su primer álbum, una pieza de tan hermosa naturaleza que es capaz de conmover a cualquiera, y que supuso un auténtico hito de la música instrumental contemporánea. Tantos años después, sigue sonando fresco y auténtico.
20 comentarios:
Holasss
Una preguntita... Como fan de la New Age, supongo que conoceras el sello Narada, ¿no? Como veo que sabes mucho, lo mismo nos comentas algo de sus orígenes.
Al hilo de esto, también me gustaría saber si conoces la historia de Chris Spheeris. Yo apenas conozco algunos retazos por Ramón Trecet. Los problemas que tuvo que tanto limitaron su capacidad artística durante unos años.
Un saludo.
Enhorabuena por el blog Pepe!
He escuchado el tema de On the future of Aviation y me parece bastante interesante. Sobre todo por el uso del violín eléctrico, que me parece algo innovador. Me da a mí que voy a descubrir muy buena música en este blog, Pepe, ¡sigue así!
Un saludo.
No creas que sé tanto, warren, el secreto es controlar un poco, documentarse otro poco, y presentarlo como Arguiñano. En cuanto a Narada, como todos los sellos clásicos de New Age, tiene cosas estupendas (números 1 en new age de David Lanz, por ejemplo) pero muchas que particularmente me parecen auténtico relleno, más de lo mismo. Sus comienzos (nació en Milwaukee en 1983) fueron muy buenos, con David Lanz (pronto comentaré cosas suyas, como "Natural states", en colaboración con Paul Speer), Michael Jones, David Arkenstone, Michael Gettel, Peter Buffett... música de calidad orientada al adulto, con una presentación artística, muy cuidada, que además de al artista en cuestión vendía también a la compañía. En el 88 atrajeron otro tipo de público con una campaña de regalo de casettes llamada "Escucha la diferencia". De todos modos perdió algo de frescura en los últimos años, su catálogo creció sin una linea estilística concreta (como curiosidad, ha distribuido en EEUU los discos de José Luis Encinas, varias cosillas de flamenco -y no me refiero a Jesse Cook, aunque también es un artista interesante del sello-, alguna cosa de Peret!!! y un gran disco de Tomás San Miguel, "Lezao") y la distribución, tras el boom de la New Age, empezó a ser difícil, pero ahí siguen dando guerra.
Sobre Chris Spheeris podemos hablar más adelante, cuando critique "Culture", aunque no sé exactamente cuándo será.
Gracias, Jacam, ya he visto tu comentario en Frente Jiloca, ahora sólo queda ganarte al billar un día de estos.
En cuanto a tí, The watcher, me alegro que te gustara la canción, a mí me parece fabulosa, tiene un sonido especial. Sigue descubriendo, yo mientras pueda seguiré aconsejando.
Estoy de acuerdo en que el disco, en su conjunto, no está a la altura del grandísimo tema que le da título. Es una de mis piezas favoritas, aunque la primera frase musical me recuerda irremediablemente al 'Gloria' de Miguel Bosé... :-)
Tengo también su segundo disco, Ariel, pero no me impresionó mucho y apenas lo he escuchado.
Muy bueno, Paco, es cierto que se parece a "Gloria". Son cosas que pasan, hay una canción increible de Dimitri Schostakovich (Waltz nº2 de la Suite Jazz, creo recordar, incluido en "Eyes wide shut") que recuerda al "Yo te daré" de Fernando Esteso!!!
Estoy de acuerdo, "Ariel" tampoco me impresionó en un principio, aunque lo tengo un poco olvidado.
¡Schostakovich y Esteso en una misma frase! Eso ha sido grande. Se lo tengo que comentar a un amigo, al que le cayó este buen señor (Shostakovich, no Esteso) en el examen de las oposiciones.
Por mi parte, yo encontré que un tema de una peli cutre italiana (de título 'Pumaman') era igualita que el himno del PP: http://vicisitudysordidez.blogspot.com/2006/05/el-pp-plagia-pumaman-what-fuck.html
Genial, Paco, cosas así hacen la vida más divertida. En cuanto al himno del PSOE, en cierta ocasión me aseguraron que fue un encargo directo de Felipe González al mismísimo Vangelis, simpatizante socialista en Grecia. No me lo acabé de creer pero ahí está la leyenda urbana.
Por cierto, Vicisitud y sordidez, impresionante. Derechito a mis links.
Sinceramente, el disco me decepcionó, debido a mis expectativas por este temazo que le da título, y que es una referencia en las nuevas músicas, si el tema es buenísimo, el videoclip es impresionante para la época de los años 80. Vanguardia en sonido.. y en imagen.
Conozco también la leyenda urbana de Vangelis/PSOE, aunque no sé si es cierta. El caso es que tiene un aire a la parte épica del tema principal de 1492 que no te veas...
Gracias por tus comentarios sobre el blog. Lo hacemos entre tres con ánimo de hacer un poco de gracia, pero con fundamento.
Jaime: Gracias por la información. No sabía que hubiera un video de uno de mis temas favoritos, y que encima fuera bueno. Una pena que no esté en You Tube. A ver si aparece en la mula...
Pues sí Paco, el video lo vi en el primer programa de MUSICA NA de Ramón Trecet, que lo emitían a una hora intempestuosa de la madrugada (y siempre aproximada), cuando optaban por emitirlo, que otras lo posponían para la siguiente semana. Bueno el video es impresionante,
Lo de MUSICA NA era un cachondeo, lo que tú dices, a las tantas... cuando no lo eliminaban sin avisar (lo de Jorge Flo en Canal+ era un poco más serio, pero codificado). Así no había forma de grabarlo, de hecho tengo poquísimos, no tendrás ese video por ahí en VHS, Jaime? Bueno, ya hablaremos tranquilamente...
on the future... es una autentica pasada tanto en composicion, interpretacion y produccion (!como suena el disco para tener 23 años!). sólo tiene dos temas que bajan el altísimo nivel del trabajo y son precisamente los dos que tú salvas. qué poco has debido escuchar el disco, con temazos como outcast islands o sarah´s lullaby. ademas sus otros dos discos en solitario no llegan al nivel de éste, pero son mucho mejor de lo que en principio parecen.
Hola, Blume (oye, ¿no serás Verónica Blume, no?).
Reconozco que no he escuchado ni 100 veces "On the future...", pero mi opinión sigue firme, aunque por supuesto respeto la tuya.
Me temo que no soy Veronica pero soy maño como tú, abonado del cai baloncesto(!hasta los eggs de chapuli y cía!)y muy seguidor igual que tú de dialogos 3.¿tiene cabida el rock progresivo en tu discoteca? ¿cómo está lo nuevo del (hace muchos años) gran Oldfield?
Saludos.
Coincidimos en muchas cosas, Blume. Por supuesto soy abonado del CAI (lo soy desde que se inauguró el Prícipe Felipe, y sigo siéndolo en esta nueva y sufridora etapa), y fui seguidor de Diálogos (hace tiempo que no lo escucho), pero el rock progresivo no es lo mío.
Oldfield saca ahora nuevo disco, con la supervisión de Karl Jenkins, un interesante trabajo de música contemporánea, pero que por desgracia vuelve a sonar a... ¡qué raro, lo has adivinado, "Tubular bells"! De todos modos no soy de los que piensan que el tío Mike está acabado, ni mucho menos.
Saludos, paisano, espero seguir viéndote por aquí, si es que no acabamos conociéndonos en persona (por ahí está mi email para esas otras circunstancias).
Este tema se uso en las clases de español de telesecundaria de segundo grado,,, Yo soy de Mexico,,, eso fue hace quince años,,, y apenas acabo de descubrir el nombre del tema,,, es de lo mejor que he escuchado en mi vida.
Curiosa anécdota, gracias por compartirla con nosotros y saludos.
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