11.3.10

MARK ISHAM:
"Vapor Drawings"

'Never Cry Wolf', si bien no es una película muy conocida, debe ser especialmente tenida en cuenta por ser el punto de partida de una interesantísima carrera, la del músico neoyorquino Mark Isham como compositor de bandas sonoras cinematográficas. Isham se encargó de esta partitura en 1983, y fue en 1985 cuando el sello Windham Hill editó su segundo trabajo en solitario, "Film Music", que incluía extractos de "Never Cry Wolf" junto a otros de las posteriores "Mrs. Soffel" y el documental "The Times of Harvey Milk". Aunque desde entonces su nombre esté ligado sin remedio a la música para cine (más de un centenar de películas se benefician de su música), afortunadamente este trompetista y sintesista norteamericano decidió explorar también su faceta artística sin estar limitado por las imágenes o por los directores. Así llegó en 1983 a Windham Hill, por el consejo de un amigo productor, buscando un sello de calidad especializado en música instrumental, y su primera entrega en la compañía californiana -después de haber trabajado entre otros con Van Morrison, Tanita Tikaram, Suzanne Vega, el pianista Art Lande o los grupos Taj Mahal y Group 87, que creó junto a sus grandes amigos Peter Maunu y Patrick O'Hearn- se tituló "Vapor Drawings", el álbum anterior a "Film Music", que llegó en el momento de mayor despegue de una etiqueta, la new age, con la que realmente no estaba muy de acuerdo este artista cuyo instrumento principal siempre ha sido la trompeta.

Windham Hill se había convertido en un paraíso de artistas acústicos en sus primeros años, y aunque ya había flirteado con la electrónica por medio del grupo Shadowfax, el de Mark Isham fue el primer trabajo del sello en el que la carga electrónica superaba a la acústica, que se mantiene en un perfecto segundo plano. Una característica esencial de varias de las composiciones de este álbum radica en la utilización de un atrayente y repetitivo fondo electrónico (sintetizador y percusión) sobre el que el músico dibuja sus melodías, ya sea con instrumentos de viento (trompeta, saxo soprano, fliscorno o esa extrañeza electrónica llamada Steiner EVI) como en el comienzo del álbum, "Many Chinas" (una toma de contacto de difícil ubicación, proveniente de un jazz muy abierto a otros frentes, ágil y transparente; de hecho, esta composición -que comenzaba con el tradicional chino 'Celestial Guests'- fue grabada originalmente por Isham en el álbum de 1976 "Rubisa Patrol", con Art Lande, Bill Douglass y Glenn Cronkhite), o mediante más teclados -y también algunos vientos omnipresentes- en "Sympathy and Acknowledgement" (ambiente largo sobre fondo muy electrónico), "Raffles in Rio" (animado y sugerente intento de estilismo tropical) o una de las cumbres del álbum por su subyugante desarrollo en varios planos superpuestos, "Men Before the Mirror", seis minutos de lograda intensidad y una envoltura misteriosa y dramática que podría haber encajado perfectamente en alguna de las películas para las que posteriormente iba a crear la banda sonora este neoyorquino. Entre medio, un par de ambientes jazzísticos intimistas ("When Things Dream" -con un sorpresivo y delicado piano- y un cierre del disco con el protagonismo de la trompeta, para volver a atisbar las posibilidades de Isham con la música para películas -romántica, en este caso-, "In the Blue Distance") y dos pequeñas tonadas de espíritu infantil, miniaturas sin muchas intenciones pero delicioso resultado, "Something Nice for my Dog" -sencillo pero puro y eficaz descubrimiento que abre el abanico de posibilidades de este inquieto músico- y "Mr. Moto's Penguin" -con un juego melódico más extraño, un fondo electrónico juguetón que maneja una pieza desenfadada-. Queda para el final a propósito el tercer corte del disco, a la larga la composición posiblemente más magistral y emblemática de Mark Isham, un prodigio -un pequeño himno, de hecho- de título "On the Threshold of Liberty" (inspirado en el cuadro de igual título de René Magritte) que aúna atmósfera y melodía con una percusión que va aumentando en intensidad (una cadencia constante muy adictiva, de aires militares) y el toque de personalidad y fuerza que imprime el fraseo de trompeta hasta alcanzar un completo clímax, todo un clásico de Windham Hill de elegante ambientalidad que fue retomada para la película de William Friedkin 'Reglas de compromiso', y que ha sido incluido en numerosos recopilatorios del sello. Isham acertó con el titulo, ya que el álbum es ambiental y por momentos ciertamente vaporoso, conduciendo las atmósferas urbanas de su anterior banda, Group 87, a un terreno más cercano al jazz, aunque sin desmarcarse por momentos de tendencias más modernas. El propio Isham hablaba así de su obra: "'Vapor drawings' fue mi primera grabación en solitario, mi primera aventura en una grabación de música electrónica a gran escala. Toqué casi todos los instrumentos, de hecho todo excepto la batería. Fue un gran desafío y supuso mucho trabajo duro. Lo veo como el primero de una serie de discos que experimentaron con este género (cualquiera que sea el nombre que se considere, entre new age y fusión), el segundo de los cuales fue 'Tibet' y el tercero 'Castalia'".

"Vapor Drawings", que presenta en portada un trabajo de la serie 'dibujos de vapor' que ideó en los ochenta el artista americano Larry Bell (en concreto el titulado 'Vapor Drawing LDIF5') es un disco entretenido y bastante completo, sin entrar en terrenos escabrosos (ni monotonía, ni una electrónica cansina, ni demasiado jazz), con segundos planos muy bien trabajados, interpretaciones de lujo en los primeros, y la producción del afamado Steven Miller, que estaba implantando un sonido de calidad para varios artistas de Windham Hill. Destaca la solidez del conjunto por su capacidad de conjunción de acústica y electrónica, y el dominio por parte del autor de los dos campos del sonido a través de instrumentos tan apartados pero majestuosamente hermanables como el sintetizador y la trompeta, un instrumento rotundo cuya llegada se espera a cada instante, y cuando llega produce un efecto impactante en el oyente, una poderosa posesión. Junto a un Isham en plan multiinstrumentista (vientos, teclados y percusión electrónica), es el futuro miembro de Group 87 Peter Van Hooke (llegará al año siguiente para colaborar en su segundo y último plástico) el que aporta más percusión electrónica y también acústica -snare drum-. Ganador de un Grammy (en 1990 por su álbum "Mark Isham" en la categoría de New Age) y un Emmy (por el tema principal de la serie 'EZ Streets' en 1997), Mark Isham es sin duda un compositor versátil estilísticamente hablando, y en su disco de debut podemos encontrar al menos un par de joyas de las Nuevas músicas como "Men Before the Mirror" y "On the Threshold of Liberty".



6 comentarios:

El conde dijo...

Saludos, amigo Pepe. Si me permites un humilde consejo, yo de ti limitaría la publicación a una sola entrada por página. Me refiero a que esos de Goear (de donde yo también saco los enlacillos para mi blog) han debido modificar algo y ahora sus archivos se reproducen solos, montando un follón de no te menees. Yo ya tuve que hacer lo propio hace unos días.

Muy interesante -por otra parte- lo de Mark Isham. No sabía que el tipo había hecho sus pinitos en las "nuevas músicas".

Pepe dijo...

Absolutamente de acuerdo, amigo conde, llevo unos días pensando cómo me lo monto porque los de goear la han 'cagado' (encima no permite parar la reproducción). Gracias por el consejo, en unos días veré qué hago.

Anónimo dijo...

¿tienes previsto comentar algo sobre Schiller?

Pepe dijo...

Schiller lo tengo como posibilidad. Yo le descubrí tras su colaboración con Oldfield, como casi todos por aquí, y ese disco en concreto me pareció muy interesante; su discografía anterior la escuché por encima, tengo que investigar un poco más y decidiré. ¿Algún consejo?

Unknown dijo...

Interesante blog!
Llevo escuchando 15 años ese disco y no me canso, es de una enorme calidad.

Curiosamente en alguna entrevista que leí en su día M. Isham no se mostraba especialmente nostálgico de su etapa "nuevas músicas", ya qe según decía en Windham Hill tenían una política muy inmovilista y no le estimulaban creativamente que digamos.
Al final se subió al carro del jazz y las bandas sonoras y ml no le ha ido precisamente...
Un saludo!

Pepe dijo...

Gracias por tu comentario, Javier. Desde luego que Isham es más conocido en el mundo del cine que por sus discos con WH, y tal y como está el mundo de las nuevas músicas, ha hecho bien en seguir ese camino.
Una cosa buena de este sello, a pesar de ese inmovilismo, es que colaborara de vez en cuando con algún que otro artista de la compañía.