22.10.06

ED ALLEYNE-JOHNSON:
"Purple Electric Violin Concerto"

'Concierto del violín eléctrico púrpura' es ya de por sí un epígrafe llamativo, bien podría parecer el título de un cuento legendario más que de un disco, pero la realidad se impuso una vez más a la ficción cuando el violinista eléctrico Ed Alleyne-Johnson apareció en el panorama musical en 1992 con un auténtico violín eléctrico púrpura debajo del brazo. Inventado y construido por él mismo, este curioso y pequeño instrumento que podemos ver en la portada del disco, podía hacer, cual lámpara de Aladino, cosas maravillosas. Ed Alleyne, que había tocado en el grupo de rock alternativo New Model Army, lo demostró durante años tocando por las calles de Oxford, Chester, York y otras ciudades británicas y europeas ante todo el que por unas pocas monedas quisiera deleitarse ante un nuevo y apabullante sonido. El violín púrpura tiene cinco cuerdas, una más que los normales para permitir una mayor gama de sonidos, pero su mayor ventaja es una avanzada pedalera personificada con la que podía otorgar efectos inusuales a su ya de por sí bello sonido, como ecos, reverberaciones y simulaciones de otros instrumentos (guitarra eléctrica, por ejemplo, de hecho Ed lo compara con una Gibson Les Paul) o sonidos naturales (mar, gaviotas...). Sin embargo, una de las cosas que más llama la atención al verle tocar en directo es la habilidad de grabar con esa pedalera sus propios fondos para que se reproduzcan mientras ejecuta la melodía, lo cual da la sensación de que estén tocando varias personas y no sólo ese curioso violinista al que, entre su mata de pelo, casi no se acierta a verle la cara.

La habilidad de Alleyne-Johnson con el violín proviene de su infancia, él aprendió a tocarlo de niño y se unió a la Liverpool Schools Symphony Orchestra, pero en su formación influyó también notablemente la ayuda de su padre y el viejo violín que heredó de su abuelo, que pintó de color púrpura. Más adelante, a los 13 años, construyó su propio violín eléctrico, hecho de madera contrachapada y pino, y al dejar la escuela estudió bellas artes en Oxford. Allí comenzó su romántico rol de músico callejero, utilizando un amplificador y un equipo de retardo digital, y también viajó por Europa con los amigos de la universidad. Cuando New Model Army le invitaron a unirse a ellos, le pareció buena idea, pero dejó la banda en 1993, si bien continúa tocando en sus giras. Fue mientras estaba en este conjunto cuando el color púrpura (como el libro de Alice Walker y la película de Steven Spielberg) de su seductor instrumento, volvió a agitar sus recuerdos y fue la inspiración de un disco que puede considerarse como mítico en el rock instrumental y las nuevas músicas: "Purple Electric Violin Concerto" nació en formato casete, 500 copias grabadas en vivo sin sobregrabaciones ni remezclas, cuyo éxito financió la grabación en CD, que acabó publicando con gran acierto Equation Records en 1992. El sorprendente sonido aquí contenido es capaz de alterar los biorritmos, un ambiente espacial donde las cuerdas tienen el protagonismo de todas las maneras posibles, como fondo (usadas como bajo o al estilo de un teclado), como violín propiamente dicho ejecutando la melodía principal, o más en plan guitarra eléctrica para los solos, hasta el punto de que algunos críticos lo comparan con un Jimi Hendrix violinista. El estereotipo del violín como instrumento clásico se rompe en trabajos como este, aunque se dejan entrever influencias de Vivaldi, Vaughan Williams y otros clásicos, y en especial una cierta similitud de la parte 1 de "Oxford Suite" con tan hipnótica pieza como el "Boléro" de Maurice Ravel. En efecto, la melodiosa "Oxford Suite" posee un efecto meciente y difícilmente explicable, es una larga suite dividida en cuatro partes, parecidas entre ellas pero con notables diferencias, que propone un viaje imaginario a lomos del violín púrpura. También dividida en cuatro partes, "Inner City Music" es la segunda referencia en el disco, que comienza con tonalidades indias a las que se une una agradable cosmicidad general. Su parte cuarta parece poseída por la energía de una guitarra eléctrica.  El disco continúa con otra demostración de técnica y efectos titulada sencillamente "Improvisation", y concluye con el tema "Concrete Eden". Sólo el hecho de que muchas de las melodías y sobre todo las construcciones de los temas se parezcan tanto desluce un poco el efecto del trabajo cuando se avanza en su escucha. De todas formas, la especial ambientalidad que emana la obra es altamente destacable, en especial -y sin menospreciar a las demás composiciones- en las cuatro partes en que está divida la "Oxford Suite", seguramente esas melodías con las que durante muchos años deslumbró a los paseantes en las calles de Oxford y un buen número de ciudades importantes.

Ed y su ex-esposa, Denyze D'Arcy, vivían en Liverpool y firmaron varios álbumes juntos, pero el violinista continuó también editando discos con su nombre, primero con Equation Records y luego con Wingspan Records, que publicó en 2001 la continuación de esta obra, un "Purple Electric Violin Concerto 2" en el que "Liverpool Concerto" emulaba los sones de "Oxford Suite", y donde aparecía una referencia bastante manida aunque siempre interesante, "Variations on Pachelbel's Canon". Sorprendentemente, la historia de "Purple Electric Violin Concerto" no terminó ahí, pues en 2012, con el 20 aniversario de la obra, se publicó "Purple Electric Violin Concerto (20th Anniversary Special Edition)", que contenía el disco original (con el añadido de un tema nuevo, "Himalaya", y tres piezas que habían aparecido en CDsingle, "Kanon", "Oxford Suite (Part 1) (Radio Edit)" y "Oxford Suite (WW3 Mix)") y un segundo disco con la regrabación del álbum íntegro con los medios adecuados a la época. Dejando aparte este título épico, y antes de publicar varios varios trabajos de versiones de clásicos del rock al violín eléctrico, es especialmente destacable su segundo álbum, "Ultraviolet" (con "Red" como su primer sencillo), donde Ed Alleyne-Johnson continuaba deslumbrando con ese fascinante sonido de 'Ravel en el espacio', absolutamente distinto de lo que se podía escuchar en otros enormes violinistas eléctricos de la época como Jerry Goodman o Eddie Jobson.











8 comentarios:

Paco Fox dijo...

Muy buen descubrimiento. No tenía ni idea de la existencia de este señor, pero suena la mar de bien.

Anónimo dijo...

Una pasada!, yo he visto a Angelo Branduardi en directo (es muy diferente a sus discos) y hace cosas parecidas (pero sin llegar tan lejos en los efectos.

Y Chester es precioso!

Cristian dijo...

muy pero que muy bueno...GRAN descubrimiento, lo del uso de la pedalera no parece muy corriente entre los de su profesión pero es una evoluciónn lógica en el mundillo del violín, guitarra y violín tienen en común más de lo que parece sino veasé la guitarra sin trastes...bueno saludos Pepe

Pepe dijo...

Ya sabía yo que os gustaría (en especial a Cristian, recientemente comprador de una pedalera para guitarra), ver a este tipo en directo debe de ser impresionante.
Lo de Branduardi me ha sorprendido, debe de ser realmente muy diferente a los discos.

Pepe dijo...

Han puesto otro video en YouTube de Ed Alleyne tocando en directo en un programa de tv, en esta ocasión es la "Oxford suite part 4", que no es la mejor en mi opinión pero sí que da bastante juego de efectos y distorsiones:
http://youtube.com/watch?v=2fHOwTp0gXs&mode=related&search=

Cristian dijo...

Impresionante Pepe!! joer como me gusta...tarde o temprano acabaré por comprar algo de este hombrecillo. Eso de tocar con bucles es una idea muy buena...hmmm jejej

MARINO dijo...

Pues nunca había oido hablar de él, pero el pasado día 08-11 paseando por York, me lo tropecé en una esquina tocando y me quede alucinado con el sonido que hacía. Desde entonces estoy buscando en internet todo lo que puedo y ya he bajadado algunos discos. Ya sabeis si pasais or York, probablemente lo encontraréis.
Saludos

Pepe dijo...

Lástima que no sea Nueva York, pues tengo previsto un viajecito a la menor oportunidad. York está más cerca pero no está en mi agenda, una pena.

Gracias por la información, Marino.