11.11.22

PETER DAVISON:
"Winds of Space"

"Creemos que hay un lugar que vive dentro de todos nosotros. Es un lugar de visión y claridad donde el ritmo de la vida se mueve en armonía con una conciencia superior. El propósito de nuestra música es llevarte allí". Estas espirituales frases eran la máxima de la compañía discográfica Higher Octave Music tras su fundación por parte de Matt Marshall en 1986 en California. Las primeras referencias de su catálogo se basaban en trabajos de músicos como Peter Davison o William Aura, algunos de los cuales habían sido publicados con anterioridad en compañías menores de la floreciente new age. La asociación de Higher Octave con EMI y Narada para una distribución mundial le permitió crecer en aspiraciones y fichar a artistas importantes en el mundo la música instrumental, y tras su comienzo en esa suave y sugerente new age, se expandió en influencias y géneros hacia las músicas del mundo, el smooth jazz, algo de electrónica, y el conocido como nuevo flamenco, con el que el sello logró su mayor éxito gracias al guitarrista alemán Ottmar Liebert. Cusco o Craig Chaquico fueron otros de sus artistas importantes. Pero volviendo al comienzo de todo, no hay que olvidar algunos de esos relajantes discos originales, como el primero de ellos, "Winds of Space" del estadounidense Peter Davison. 

Meditación, yoga o tai-chi son algunas de las disciplinas hacia las que iba dirigida la música de Peter Davison. En la línea de otros artistas espirituales más conocidos como Deuter o Terry Oldfield, Davison elabora en la mayoría de sus trabajos una música new age serena y relajante, pero no exclusivamente ambiental, pues determinadas melodías flotan entre sus brumas, donde lo acústico cobra vida (flauta, saxo, piano o guitarra son los instrumentos que suele interpretar, con añadidos eventuales de arpa, chelo, violín y diversas percusiones) y se deja conducir por una sutil electrónica que está presente por medio de los sintetizadores y la percusión electrónica. Higher Octave Music le publicó "Winds of Space" en 1986, inaugurando con él su extenso catálogo. Tras varios años de estancia en Avocado Records, su primer trabajo con una grande (si bien no tenía en esos momentos esa elevada categoría) supuso un pequeño aumento de esa capacidad electrónica del artista, que unida a lo acústico de las flautas o el saxo, no difiere mucho de la que se estaba comercializando en Europa, con algo de Tangerine Dream, por ejemplo, así como de otros artistas de cierta comercialidad, pero especialmente presenta síntomas de sintesistas japoneses como Kitaro o Yoshiaki Hoshi (Himekami). Sin embargo, no está exenta de personalidad propia en su capacidad de síntesis y en su cierto intento melódico. "Turn to Dust" es un amanecer ambiental que nos conduce, guiados por unas pocas notas repetitivas de teclado, a un relajante pasaje espacial muy acertado al que se une la calidez del saxo en un clímax lisérgico. Atmósfera más calmada la de "The Sage", con ecos burbujeantes. Sencillamente para escuchar y relajarse, como con "Shadow" (un pasaje romántico con algo de espacial) o otro sencillo momento tranquilo titulado "Soft Light". Bellas florituras acompañan "Leaves Shimmering", una pieza candorosa que es todo un plácido baile con la naturaleza. Davison retorna entonces al fulgor espacial al comienzo de la cara B del plástico, en una melodía más aventurera que las anteriores y cercana a la que abría el disco, la importante "Bold Flow", que retorna parecida pero ralentizada en "Night Vision". Etérea con efectos sonoros, muy new age, es la pieza que titula el álbum, "Winds of Space". De hecho, este disco entra perfectamente en la definición de aquella primaria new age, por la que circulan también, aunque con mayor cosmicidad, "Circles within Circles" y el corto tema final, "Winds of Space II". Antes de eso, "Lullaby for Tera Rose" es una nana envuelta en sonidos aflautados, soñadores, mientras que en "Lunar Halo" retorna el inconfundible sonido, presente en la mayor parte del álbum, que nos recuerda al Kitaro más espacial. En general, doce composiciones para disfrutar del amable sonido de la nueva era que triunfaba en los años ochenta.

Sorprende en "Winds of Space" el sencillísimo arte gráfico del álbum, un diseño en blancos y azules que contribuía a la relajación, y una portada casi infantil diseñada por Dan Levin, que desde entonces fue adoptada por la compañía que inauguraba, como emblema durante su larga trayectoria en el campo de la música instrumental. Levin fue director creativo de Higher Octave Music en sus primeros años de existencia. La publicidad acogió el nuevo sello y concretamente este su primer trabajo con buenas palabras, que se mencionan en el libreto del mismo: "Melódicamente encantador, relajante, espacial y agradablemente colorido (...) Piezas emocionalmente e intelectualmente variadas", fueron algunas frases destacadas. La propia compañía comentaba lo interesante del compromiso y la inspiración de este músico con la naturaleza y nuestro planeta, así como su labor como compositor de películas y teatro. Lamentablemente, su nombre y sus siguientes obras no acabaron de encontrar su hueco entre los más reconocidos del género, pero siempre se recordará "Winds of Space" como un buen trabajo y la primera referencia de Higher Octave Music.








2 comentarios:

Anónimo dijo...

No lo conocía y me está encantando,
Gracias!

Pepe dijo...

Me alegro de descubrir discos interesantes a la gente. Yo mismo me sorprendo a veces con cosas de las que ni me acordaba, o que no había escuchado antes. A Davison le tenía olvidado, pero una vez vuelto a escuchar tenía que hablar de un disco que no sólo está bastante bien sino que inauguró el importante sello Higher Octave Music.
Eso sí, es complicado de encontrar!!