Las dos primeras décadas de la obra musical del artista alemán Georg Deuter, fueron de una clase extraordinaria, entrando siempre en el terreno, en muchas ocasiones denostado o al menos poco tenido en cuenta, de la espiritualidad y la ecología. El término new age no siempre fue un muestrario de calidad, y los muchos músicos simplones o compañías fútiles que quisieron aprovechar la bonanza de los grandes años del género, hicieron mucho daño al término. El público exigente o bien informado supo encontrar, sin embargo, la excelencia en unos sonidos naturales, sencillos y bien construidos, provenientes de una serie de artistas que sentaron las bases de una música instrumental destinada tanto a disfrutar de bellas melodías como a relajar el cuerpo y la mente. Entre estos pioneros de la auténtica new age se encontraba Deuter, que encontró acomodo en la compañía alemana Kuckuck, y en su fundador, Eckart Rahn, un aliado para difundir a los cuatro vientos su mensaje de paz y amor.
Rahn cuenta en varias entrevistas que en noviembre de 1974, Deutsche Grammophon rescindió el contrato de distribución con Kuckuck sin previo aviso, lo que le dejó absolutamente perdido. Deuter acudió a él en el verano de 1976 con su disco "Celebration" y le sugirió que hiciera él mismo la distribución. Con la modesta cifra de 500 copias en LP con portadas de poco coste, el plástico cobró noriedad tras la recomendación de un programa navideño de televisión, momento en que los distribuidores regresaron y aceptaron las propuestas de la compañía, esa música que iba a cobrar gran notoriedad con la denominación new age. Así, tras fichajes como los de Kitaro o Paul Horn, Kuckuck se convirtió en un sello millonario. Continuando con la trayectoria de Deuter, el calmado "Haleakala" fue su siguiente paso, mejorado en "Ecstasy", que retoma la línea musical pacífica de "Celebration", muy floreada y relajante, aunque la sonoridad de los teclados favorece la aparición de algunos ambientes trascendentales primarios que muy pronto deslumbrarán en su música, convenientemente desarrollados. Ya en la década de los 80 llegó un paso adelante, pues "Silence Is the Answer" es caso aparte, una gran obra tanto si se busca melodía, ambiente, relajación o profundidad. Muy animado y placentero, "Cicada" es otro buen trabajo del alemán, que a estas alturas era ya un artista muy reconocido en el panorama de esa new age en alza, y que continuó su trayectoria con "Nirvana Road", melódico y espiritual a partes iguales, con un buen número de animadas tonadas orientalizadas que aseguran una estupenda conexión con el espíritu. Basado en los trabajos antes mencionados y en el anterior y muy meditativo "Aum" (1972), Kuckuck publicó en 1986 una gran compilación de este gran músico con el título de "Call of the Unknown (Selected Pieces 1972-1986)", 17 temas en un doble LP que acabó contando con dos ediciones diferentes en su edición en CD, una sencilla recortada a 13 temas y la más completa con los 17 en dos compact discs. Todos los cortes pertenecen a los discos antes mencionados excepto los dos primeros, nuevas composiciones grabadas ese mismo año 1986 en Santa Fe (Nuevo Mexico). "Starchild" es la primera de ellas, pieza de comienzo relajante a la que se acaba añadiendo movimiento con intensas notas de teclado sobre la melodía aflautada; "Peru le Peru" es la segunda, más melódica, adentrándose su autor en el tipo de sonidos característicos del folclore andino. Buen título el del álbum, esa llamada a lo desconocido que se personifica en esa misma composición, "Call of the Unknown", que parece como un viaje fuera del propio cuerpo. Siempre se echan de menos determinados títulos, pero la compilación expone las facetas musicales de Georg Deuter de manera clara y variada, desde la serenidad melódica de "Sky Beyond Clouds" o "Pacifica" hasta la profundidad de "Alchemy", "Solitary Bird" o "Back to a Planet". Dentro de una variedad siempre cercana a lo meditativo, no faltan pasajes más interiores, relajantes ("Cathedral", "Silence is the Answer", "Haleakala Mystery"), ambientes con sonidos naturales ("Aum") o por el contrario momentos terrenales, danzarines ("From Here to Here", "The High Road"), pero ante todo hay que saber disfrutar de todas esas vertientes, que en el fondo revelan las mismas intenciones pacíficas y espirituales.
Georg Deuter continuó su relación contractual con Kuckuck hasta 1992, con álbumes tan atractivos como "Land of Enchantment" (plagado de melodías muy disfrutables, relajantes por lo general, que acabó incluyendo además el tema "Peru le Peru", aquí todavía inédito) y especialmente "Henon", un trabajo muy completo y elaborado. New Earth Records ha sido desde entonces el destino de este veterano multiinstrumentista (guitarras, bouzouki, banjo, sitar, flautas, piano, violonchelo, viola de gamba o una gran gama de percusiones étnicas son algunos de los instrumentos que interpreta en sus discos), pionero reconocido de la música new age, que continúa explorando en una agradable diversidad de sonidos relajantes que nos ayudan a disfrutar de la calma de la naturaleza desde cualquier lugar donde le escuchemos. Recopilaciones como "Call of the Unknown" son perfectas para entrar en su mundo y dejarse llevar.
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