7.8.21

LIZ STORY:
"Escape of the circus ponies"

La compañía californiana Windham Hill continuaba a mediados de los 80 explorando en las posibilidades de los instrumentos acústicos por medio de intérpretes escogidos, uno de cuyos ejemplos más exclusivos era la pianista Liz Story. Después de un exitoso debut en solitario con el piano ("Solid colors", en 1982), era evidente cual iba a ser el instrumento estrella de su continuación, pero no estuvo del todo sola Liz en su segundo trabajo en 1985, titulado "Unaccountable effect", ya que en el tema homónimo de ese 'Efecto inexplicable' -que era lo que lograba en muchos oyentes con la magia de sus teclas- andaba implícito el misterioso sintetizador de Mark Isham, y el tema de cierre, "Deeper reasons", se acompañaba de la percusión de Bob Conti. En las demás canciones, mucha seriedad y el recogimiento más absoluto, la calidez de esta pianista de San Diego que estaba cercana a cumplir la treintena, y cuya progresión había sido frenada en cierto modo, opinaba ella, al ser incluida en la categoría jazz por parte de muchos distribuidores y emisoras. Tras dos pequeñas referencias en RCA y el posterior regreso a Windham Hill, algo distinto fue su siguiente trabajo en el sello de Will Ackerman, una partitura amena y por momentos muy acertada titulada genéricamente "Escape of the circus ponies". 

Se trata sin duda de un título misterioso el de este trabajo sugestivo de Liz Story. Se remarca 'solo piano' en una portada colorida (una extraña pintura de Mary Shivers), mientras que en la parte de atrás del libreto nos encontramos con una glamourosa fotografía de cuerpo entero de esta refinada intérprete de San Diego que comenzó su carrera de niña. Producido por Will Ackerman y Liz Story, el disco se grabó en directo en dos tomas y Windham Hill lo publicó en 1990, cuando la etiqueta new age se había expandido notablemente, impulsando con su fuerza a artistas tan notables como esta, que nos ofrece aquí un disco variado y palpitante al piano Steinway. En honor al título y temática del disco, "Broken arrow drive" es una pieza circense, movida, divertida, un grato recibimiento a la obra que descubre a una excepcional y versátil pianista. Su siguiente movimiento, de hecho, es muy diferente, pues "Inside out", más reposado, parece contar una historia que se escapa de los límites de la carpa. La hermosa introducción del corte principal del álbum es un complemento ideal para esta composición soñadora, llena de calor y potencia; "Escape of the circus ponies" es un fluido jolgorio donde la destreza de Liz se fusiona con un fuerte carácter descriptivo, para ver y sentir el emocionante paseo de los ponis corriendo en libertad. A continuación, Liz regresa en "Church of trees" a un momento privado, pensativo, para llegar a "The sounding joy", otra de las composiciones alegres que parecen un baile, un juego de Liz con su selecto público, que proviene del jazz, del folclore, de la new age y de la pasión por la gran compañía de Palo alto, Windham Hill. Continúa este variado álbum con la poesía de sonoridad enorme de "Another shore" y la vertiente romántica que se respira en "Incision", para continuar con otro tema aventurero titulado "Worth winning" y culminar esta bonita historia con "The empty forest". Además de estar repleto de agradecimientos, comenzando por sus padres, cada pieza en este estudiado trabajo está dedicada a alguien, familiares, amigos o músicos admirados por Liz, entre ellos "Inside out" a su tía, Amy Costas, "Escape for the circus ponies" a la pintora Mary Shivers (autora de la portada), "Incision" al productor y marido en esa época, Mark Duke, y "The sounding joy" a la enorme banda iralndesa Nightnoise, esos otros grandísimos músicos de Winham Hill que a buen seguro encandilaban a Liz Story a pesar de poseer unas fuertes raíces celtas, tan lejanas a su propio estilo, más deudor de Bill Evans o Philip Aaberg. Al fin y al cabo, la música es universal, y los teclados de Tríona Ní Dhomhnaill siempre han sido maravillosos. Tras las nueve composiciones escritas e interpretadas por Liz Story, se hace el silencio, llega la noche, y los ponis pueden descansar en la pradera, sabiendo que los únicos de su especie que restan en la feria son los que, construidos en madera, dan vueltas en el colorido carrusel.

Es un gran momento para recordar los trabajos de Liz Story, tanto sus obras más reverenciadas en Windham Hill como las que publicó en RCA. Y lo es porque Liz, lejanos sus momentos de gloria, ha pasado uno de los peores momentos de su vida cuando tuvo que ser sometida a una cirugía cerebral de emergencia tras diagnosticarle hematomas bilaterales que ejercían una peligrosa presión sobre su cerebro, tanto que podía llegar a olvidar de golpe cómo tocar el piano. Su ausencia de seguro médico llevó a que algunos de sus mejores amigos pidieran ayudas y donaciones en algunas páginas de internet. El infortunio ya había alcanzado a la intérprete años atrás con un tiempo de ausencia voluntaria en los escenarios para cuidar a sus padres, que sufrían demencia, y con la muerte de su esposo tras un accidente de coche. Antaño, cuando aún se encontraba en la cresta de la ola de la new age, en "Escape of the circus ponies" escuchábamos a una pianista madura que ofrecía un gran catálogo de estilos en un repertorio que si bien en algunos momentos parecía desenfrenado, incluso alocado, mostraba las diversas facetas de una gran intérprete.

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2 comentarios:

japobes dijo...

Recuerdo que en ocasiones Ramón Trecet era sustituído por Lara López en el capital (para mí) programa radiofónico Diálogos 3. Es curioso porque precisamente en aquellas escasas emisiones conocí algunos temas que me marcaron una barbaridad: "Sevilla" y "The desert song" de Ira Stein, "Mi mujer con los hombros de champagne" de Isham, "the door is open" de Sevag o el tema homónimo del disco que comentas. Maravillosa música ésta mujer. Para un servidor estaría en el Top de pianistas de aquel movimiento de lo que vino a llamarse "nuevas músicas".
Por cierto,¿ se sabe si ha superado la enfermedad a que te referías?

Pepe dijo...

Es difícil de conseguir este buen disco, así como los anteriores. Una pianista diferente, con mucha personalidad, nada que ver con los sonidos del piano new age de los últimos tiempos.
Este es el facebook que recogía donaciones:
https://www.facebook.com/donate/417871065607986/
Parece que la operación fue bien y estaba en rehabilitación, pero no sé mucho más.
En su propio facebook, Liz habla sobre sus partituras a finales de 2020, parecía estar bien y contenta.