27.5.21

IDAN RAICHEL:
"At the edge of the beginning"

Si algo caracteriza a la música del israelí Idan Raichel en la ultima década es una total apertura al mundo. Camuflados entre sones hebreos modernos, sus populosas canciones se han sabido nutrir indistintamente de ritmos africanos (de Etiopía y Yemen, principalmente), de esencias árabes o incluso del son cubano, y sus colaboraciones fuera de Israel han pasado por nombres como Alicia Keys, Patrick Bruel, Adriano Celentano o la portuguesa Ana Moura. Además, el acercamiento al pop más comercial hace definitivamente de este artista un firme candidato a llegar a muchos hogares, a hacer disfrutar al público y a triunfar en cualquier sitio con su música sencilla y cercana. Habiendo concebido The Idan Raichel Project como un plan colaborativo de un gran número de artistas bajo sus ideas y producción, el final del mismo le permitió concentrarse en unas ideas más básicas, tiñendo de melancolía a su obra con la especial ayuda del piano, y en un momento de bendita madurez creó una colección de canciones auténtica, que conformó su trabajo "At the edge of the beginning", publicado por Cumbancha en enero 2016, tras una primera edición un mes antes en Israel ('Ha'yad ha'chama').

Cerrando un ciclo y abriendo uno nuevo, Idan había comenzado a trabajar con sus nuevas ideas en el estudio de casa de su padres, donde había concebido años atrás los primeros éxitos del Project, y él habla de este nuevo trabajo como de una obra reflexiva sobre la vida y la familia (especialmente su pareja, Damaris Duval, y sus dos hijas juntos). Este sentimiento se plasma profundamente en el disco, que si bien no es excesivamente largo -sus once composiciones abarcan poco más de media hora-, acaba llenando y reconfortando totalmente. Con "Le'chakot (To wait)" Idan vuela libre con el piano (aunque la pieza incluye también contrabajo y violonchelo, bien podría haber sido una muestra de piano en solitario) en un instrumental delicado en el que eleva sus prestaciones como compositor e intérprete, un comienzo magistral que deriva en una canción sugerente, "Ha'yad ha'chama (The warm hand)", una historia pequeña y de apariencia privada (está inspirada en el nacimiento de la segunda hija del artista) que enamora sin necesidad de los esquemas habituales del pop. De hecho, no hay batería ni percusión, sólo piano, contrabajo, saxo, trompeta y voz. Más directa al éxito popular se orienta "Be'yeshimon (In the wilderness)", donde encuentra acomodo el Idan Raichel que recuerda más al Project, con más variedad de instrumentación, incluyendo una suave percusión, guitarra y una gran línea de bajo. En el vaivén del álbum, el sosiego de las piezas más reposadas se combina con otras más movidas. Entre las primeras tenemos "Mabitim ba'yare'ach (Looking at the moon)" -poesía en hebreo para todos los públicos-, "Ei boded (Lonely island)" o "Yalda shelli ktana (Little girl of mine)" -con las que Idan hace de la delicadeza su bandera, aunque en su sencillez parezcan bocetos, cuadernos de notas-. Por otro lado, piezas rítmicas como "Ma'agalim (Circles)" -ejemplo de sencillo con vistas a la comercialidad en Israel, con un espléndido acordeón-, "Delet mistovevet (Revolving door)" -otra canción que entra directa sin necesidad de poderío instrumental- o "Be'camesh shniyot (In five seconds)" -atención a los metales y a utensilios inusuales como el baglamá (instrumento turco de cuerda) o el sintir (laúd árabe de tres cuerdas) en esta canción que, como otras del álbum, es un sencillo en potencia, y que estaba inspirada por el militar israelí Emmanuel Moreno, caído en combate en la Segunda Guerra del Libano-. Hay que acabar destacando dos de los mejores temas del disco, uno cantado por la israelí Dana Zalah, hurgando de nuevo en la melancolía, fantástica canción titulada "Ga'agua (Longing)", y un cierre inmejorable que parece un disfrute privado entre Idan y la notas que emanan de sus instrumentos, "Lifney she'yigamer (Before it ends)" -la canción favorita de Idan en su álbum, la que recoge más claramente lo que quería transmitir con él-, final de un trabajo que no tiene desperdicio alguno y que volvió a ser un gran éxito, especialmente en Israel. El disco, que en su versión israelí se tituló realmente, traducido, algo así como 'The warm hand' (la mano cálida, título de la segunda de las canciones del álbum y una de las más emocionantes), contó también con una edición exclusivamente instrumental, y Idan Raichel comenzó una gira intimista en la que el verdadero protagonista era él con su piano.

'Al borde del comienzo' es el oportuno título del primer trabajo de Idan Raichel en solitario, y más allá de cualquier conflicto que lamentablemente tiña de rojo a su país (él aboga por 'construir puentes' para intentar vivir en paz algún día), lo que queda definitivamente del nombre de Idan Raichel es su música, ahí es donde hay que concentrar la audición, en trabajos sensibles como "At the edge of the beginning", donde Idan se desmarca como un poeta del dolor y del renacer, de la vida y de la muerte, un festival del espíritu en el que el Raichel más intimo también presta atención a momentos animados. De este modo, Idan Raichel se rebela contra los pensamientos establecidos sobre su música en el Project, y se abre totalmente a un nuevo mundo de sonidos, sin dejar de sonar a él mismo, lo que siguió consiguiendo con sus siguientes canciones, por ejemplo en el trabajo de 2019, también publicado internacionalmente por Cumbancha, "And if you will come to me", que contenía la canción en español (cantada por la cubana Danay Suárez) "La eternidad que se perdió".

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2 comentarios:

Warren Keffer dijo...

Hola!

Juraría que a Paul Mounsey lo conocí por ti.
Me acabo de dar cuenta de que es uno de los varios arreglistas o compositores auxiliares de la banda sonora de la peli de Han Solo :O
https://rateyourmusic.com/release/album/john-williams-john-powell/solo-a-star-wars-story/

Pepe dijo...

No tiene que ver con Idan Raichel, pero te comento que, efectivamente, Paul Mounsey está trabajando con los grandes en el mundo del cine desde hace unos años. Un gran músico, sin duda, cuyos últimos trabajos no han sido editados en España.