31.3.20

THE ALAN PARSONS PROJECT:
"I robot"

"En el principio creó Dios los cielos y la tierra". Es el comienzo del Génesis, el primer libro de la Biblia que narra la creación del mundo y de la vida, y que muchos músicos han intentado recrear en sus obras de manera acústica, electrónica, orquestal o rockera. Su capítulo 1 presenta 31 versículos, el último de los cuales reza así: "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue la mañana, el sexto día". El grupo de rock sinfónico The Alan Parsons Project, que había asombrado al público con su primer trabajo en 1976, propuso al año siguiente un nuevo e inédito versículo, éste musical, en su segundo plástico, "I robot". Era el final del disco, en el cual este supuesto versículo 32 mira al porvenir en su hipotética revisión de la novela de Isaac Asimov en la que se inspiraba, un paraíso abierto a la imaginación en un mundo futurista que se abre a nuevos caminos en un planeta dominado por la robótica, en el cual las reglas son distintas. También la música de la banda era distinta, especial, un rock progresivo distinguido y cautivador, y este segundo álbum conceptual del proyecto es otra pequeña delicia de buen gusto y saber hacer en todo el proceso de composición, grabación y mezcla de la obra, un "I robot" que publicó la compañía estadounidense Arista en 1977, con una abigarrada portada de Hipgnosis, el estudio de diseño creado por Storm Thorgerson (conocido por sus cubiertas para muchos grupos de rock progresivo, especialmente Pink Floyd) y Aubrey Powell.

La concepción primigenia de la banda The Alan Parsons Project fue la de un producto de laboratorio. Tanto es así que Parsons se dedicaba únicamente a labores de mezcla y producción, pero apenas de composición o interpretación de algún instrumento (alguna guitarra, teclado o voces). Eric Woolfson era el compositor principal del proyecto, pero su carácter tampoco le permitió aportar su hermosa voz a algunas de las canciones hasta pasados bastantes discos, pues no se sentía capacitado para ello. De este modo, numerosos vocalistas han ido desfilando por los discos del Project desde su creación, y mientras John Miles, Arthur Brown y Terry Sylvester aportaban sus gargantas en el primer álbum ("Tales of mistery and imagination, Edgar Allan Poe"), en el segundo hubo un cambio total de voces principales a excepción de Jack Harris (que repitirá también en "Pyramid"), tomando el relevo Allan Clarke, Jaki Whitren, Peter Straker, Steve Harley, Dave Townsend (presente también en "Eve") y un Lenny Zakatek que comienza aquí una larga lista de colaboraciones con la banda (se puede escuchar su voz en prácticamente toda su discografía). De nuevo, Andrew Powell es el tercer miembro del grupo, un pilar fundamental en los arreglos y orquestaciones, que además escribe el tema "Total eclipse". Manteniendo un interés literario fuera de toda duda, fue Woolfson principalmente -como ya lo fue en la temática sobre Poe del disco anterior- el que escogió en esta ocasión un libro de relatos basados en las tres leyes de la robótica, escrito en 1950 por el escritor de origen ruso (nacionalizado estadounidense) Isaac Asimov. Como Asimov ya había vendido los derechos de su novela "I, robot", el Project decidió mantener el homenaje cambiando un poco el título de la misma, simplemente quitando la coma: "I robot". El vocoder y el sintetizador Moog son armas novedosas al servicio de un grupo que bebe asimismo del pop, el rock, lo coral y lo sinfónico, buceando de este modo en su propio estilo, inaugurado en el maravilloso plástico anterior, aunque se trate de álbumes bastante distintos entre sí, teatral y gótico el primero, futurista el segundo. El Project se nutría en un principio de los miembros de la banda Pilot que había producido Parsons en los años anteriores, muchos de los cuales siguieron en "I robot" (David Paton al bajo, Ian Bairnson a las guitarras -estos dos continuarán en practicamente todos los discos del Project-, Stuart Tosh en la batería, y por supuesto Andrew Powell). Lo exquisito de las canciones, que suenan actuales y de otra época a la vez (entre el pop de Beach Boys o los Bee Gees, el musical y el rock sinfónico y progresivo), se une a un comienzo instrumental de lujo que da título al disco, entradilla celestial sobre la que se acaba posando una robótica secuencia que abre paso a una sensacional y pegadiza melodía con algo de ritmo funky. También el final del disco, abierto y optimista, es un buen instrumental (el mencionado "Genesis Ch.1 V.32"), con guitarra eléctrica y coros elegíacos. Justo antes de él, el tema firmado por Andrew Powell, "Total eclipse", es una extraña y agobiante muestra de música coral vanguardista cercana al Ligeti de "2001: Una odisea del espacio" o al David Bedford de "Star's end". De este modo, la convivencia de instrumentales y canciones es, si no equilibrada -hay bastantes mas voces, lo que ya sucedía en el álbum de debut-, sí atractiva y adecuada al estilo sinfónico y a la facilidad para el oyente (y comprador del producto, en definitiva), acostumbrado a escuchar temas vocales promocionando un álbum de pop-rock. Estos llegan de manera fácil y rápida: "I wouldn't want to be like you" es el primero en orden y a su vez single principal, toda una canción interpretada por Lenny Zakatek, con David Paton alargando la típica entradilla de bajo, y un sensual ritmo funky que sólo se ve cortado por el solo de guitarra de Ian Bairnson; su agradable sonido de otra época lo era ya en esa otra época en la que llegó -moderadamente, eso sí- a las listas de ventas, ayudado a su vez por un misterioso video-clip. El piano introduce a continuación otro temazo, "Some other time", cantada por Jaki Whitren y Peter Straker (aunque apenas se nota que haya dos voces), donde destaca especialmente el tratamiento orquestal de Powell. La elegancia continúa con "Breakdown" y su esencia, de nuevo, funky (otra de esas canciones que no se pueden escuchar una sola vez, en esta ocasión interpretada por Allan Clarke), una "Don't let it show" bastante melódica (cantada por Dave Townsend y con un eclesiástico comienzo de órgano a cargo de Woolfson) y la psicodélica "The voice" (donde se juntan la voz natural de Steve Harley y la robótica -distorsionada por el vocoder- de Alan Parsons). Sólo un tema vocal resta por comentar en esta fiesta, otra melódica muestra de música ligera titulada "Day after day (The show must go on)", que llega tras otro modesto instrumental, "Nucleus". El álbum ha contado en el tiempo con varias reediciones, algunas de ellas con interesante material adicional, directos, demos y canciones descartadas.

En el libreto de "I robot" se puede leer que se trata de "La historia del ascenso de la máquina y el declive del hombre, que coincidió paradójicamente con su descubrimiento de la rueda, y una advertencia de que su breve dominio de este planeta probablemente terminará, porque el hombre intentó crear un robot a su propia imagen". Las letras de las canciones se hacen preguntas filosóficas sobre la raza humana, hacia dónde va, cómo actúa, así como sobre el peligro del desarrollo de la inteligencia artificial y conceptos asociados al futuro como la soledad o la libertad. Este trabajo, que se publicó el mismo año en que llegó a los cines una mítica película plagada de inteligencia artificial, 'Star wars', alcanzó el número 9 (disco de platino, con un millón de ejemplares vendidos desde entonces) en el Billboard estadounidense, y otros países como Canadá y Alemania también contaron con un buen número de ventas. Curiosamente, en la España de finales de los 70, "I robot" tuvo bastante éxito, estuvo 12 semanas en las listas de ventas en 1977, llegando al número 8, y otras 30 semanas más en 1978, alcanzando en marzo un estupendo número 2, lo que demuestra que el álbum fue acogido como un trabajo importante y exitoso de una banda a la que le quedaba aún mucha música que ofrecer.

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6 comentarios:

Fer dijo...

Gran trabajo, el primero de la banda que escuché, mucho antes que el dedicado a Poe, por lo que le tengo un gran cariño.
Supongo que hablarás en el futuro de otros discos del grupo?

Pepe dijo...

En efecto, TAPP tienen una serie de trabajos de los que es imprescindible hablar, aunque otros se me van a quedar en el tintero. Por ejemplo, es innegable la conexión con el público de "Eye in the sky", pero también la calidad de "The turn of a friendly card" o "Gaudí".
Y no hay que olvidarse de "Freudiana"...

Warren Keffer dijo...

Jejeje, he leído la crítica escuchando el disco :)

Uno de los músicos de mi infancia, heredé los buenos gustos de mi familia.
Eso sí, el disco que sacó Parsons el año pasado bastante malo. Se ve que la edad de creatividad pasa y no vuelve.

De los anteriores análisis Bill Douglas también me es conocido, y William Basinski es uno de esos que tengo apuntados por probar algún día pero se me va pasando xd

Un abrazo desde el aislamiento :)

Christian dijo...

Muy buena, don José. De este disco, me quedo sin duda con "Don´t let it show", que tengo entre mis top favoritas del Project desde siempre, "Some other time" y "Breakdown", con su coro final fusionando estilos. Apuntaría que, más que por su propia autocrítica, tengo entendido que Eric no aparecía como cantante en esos primeros discos por decisión del productor, es decir, el mismo Alan, que años más tarde tendría que reconocer que estaba equivocado respecto a las habilidades canoras de su compañero de fatigas.

Y lo que es absolutamente imprescindible es que todo el mundo pinche en este link y escuche hablar del disco a su mismísimo creador, el inmenso y prematuramente desaparecido Eric Woolfson:

https://www.youtube.com/results?search_query=eric+woolfson+robot

Jaime dijo...

Muy bien documentado y acertado, Pepe. La edición completa de I Robot es la que salió en 2013, un doble CD (35 aniversario, con 14 temas extra).
Tuve la fortuna de ver a Alan Parsons la primera vez que vino a España, y fue el mejor concierto de los 3. En aquella gira el cantaba sólo en los coros, pero sobre todo venía con la gente de siempre del "Project" (Andrew Powell, Ian Bairson, Stuart Elliot, el mítico vocalista Chris Thompson), era todo muy auténtico. Era la segunda gira que hacía, después de décadas de sólo estudio.

Te aconsejo ver el directo de Chile (de esa gira), y por ejemplo la guitarra de Ian Bairson (en el mihuto 1.10 en Prime Time), las versiones de I Wouldn't want to be like you, The Raven, Time, Prime time, Psychobabble, son las mejores de sus giras, y 3 temas que nunca volvió a tocar en sus giras. Te mando el enlace

https://www.youtube.com/watch?v=KPC4AcNxdnk

Pepe dijo...

Grandes apuntes, amigos. Empezaré desde atrás:

Jaime, envidio que hayas visto esos conciertos. Yo vi a Parsons hace bastante poco y no fui con grandes pretensiones, pero el concierto me fascinó, así que me imagino años atrás. Visionaré el directo que envías, por supuesto.

Christian, no había visto esos videos de Woolfson, parecen muy interesantes, pero eso de que estén en inglés me imposibilita su comprensión plena. Muchas veces me pierdo cosas importantes por culpa del idioma. ¿Por qué en mi colegio nos enseñaban francés? Ni idea.

Warren, el último disco de Parsons es lo que es, sin más; yo sólo le he dado una escucha, pero quiero volver a él porque pensé "hombre, no es tan malo", lo que pasa es que los de 40 años atrás eran increíbles.

En fin, gracias a todos.