27.8.11

MICHAEL MANRING:
"Drastic measures"

Algunos músicos de innegable clase y facultades elevan muchos enteros la categoría de instrumentos menos vistosos aunque siempre importantes, como por ejemplo el bajo. Una de las posibilidades del mismo, creada por el bajista de los Rolling Stones Bill Wyman en 1961, consiste en eliminar los trastes que, como en una guitarra, separan el diapasón en divisiones de semitono. Nace así el bajo sin trastes o fretless, el instrumento de uno de los artistas primordiales de la compañía Windham Hill, Michael Manring. Aunque su infancia se desarrolló en Washington DC y sus primeros estudios en Boston, fue en California donde se creó un nombre, si bien su depurado estilo no llegó por casualidad, a sus cualidades innatas hay que añadir un exhaustivo trabajo y un legendario maestro, Jaco Pastorius, pionero estadounidense del fretless que falleció a los 35 años en trágicas circunstancias. "Unusual wheater" fue el primer disco de Manring para Windhan Hill en 1986, un trabajo que contenía el maravilloso "Welcoming" pero que en general fue superado por álbumes posteriores, como "Toward the center of the night" en 1989 (con melodías atrayentes y soberbios solos de bajo) y en especial "Drastic measures" en 1991, para el que Manring no sólo compuso grandes canciones sino que adaptó otros clásicos de la música moderna con enorme solvencia.
 
El fretless permite realizar con el bajo efectos sorprendentes con afinaciones distintas, pero a la vez es más complicado de utilizar que el bajo eléctrico tradicional, es un instrumento muy preciso en el que el margen de error es escasísimo. Manring ejerce un gran dominio sobre el mismo en base a mucha práctica diaria, y el resultado es sorprendente. Joseph Zon (el fundador de Bajos Zon) le dió su confianza y libertad para diseñar en 1990 su propio modelo de fretless de 4 cuerdas, al que llamaron Hyperbass, que es el que se puede escuchar en "Drastic measures", álbum que comienza con una conocida pieza de otro famoso bajista que traspasó los límites de ese instrumento al convertirse también en el vocalista del grupo Police; "Spirits in the material world" es una composición de Sting llevada inteligentemente al terreno de Manring en una estupenda descontextualización para empezar el disco. Dos tipos de canciones nos encontramos en el álbum, por un lado llamativas muestras melódicas en las que se conjuntan bajo, piano, percusión y, destacando en la generalidad, unos estupendos vientos (saxo, oboe, clarinete) a cargo de otro genial amigo de Windham Hill, Paul McCandless; así suenan la llamativa "Hopeful" (en la que McCandless ejecuta la melodía principal, aunque el peso de la pieza lo lleva Manring con sus líneas majestuosas de fretless), la colorida "Gizmo" (rítmica y alegre, una fiesta con saxo en una melodía fácil y atrayente muy al estilo del Paul Winter Consort -con el que colabora habitualmente el propio Paul McCandless-) o la agradable "Deja voodoo", todas ellas muestras de suave smooth jazz con elementos folclóricos. Por otro lado, enormes demostraciones de virtuosismo con el fretless en solitario, pequeñas joyas repletas de overdubs, arpegios y demás efectos que no hacen el disco más fácil de escuchar pero sí mejor: "Red right returning" es la genuina expresión de la melancolía en un enorme solo de bajo, un tema increible donde se puede comprobar cómo este músico transmite más allá de su técnica, el júbilo de su música conecta con el público; "Purple haze" es la versión, de extraordinaria clase y maestría, de la canción de Jimi Hendrix; y de Chick Corea es "500 miles high", que Manring convierte en una gozosa reflexión en soledad. Y entre medio, retomando al grupo al completo, otra de las razones por las que considerar a este trabajo una pequeña joya, una obra maestra sin palabras de título "Wide asleep", una conjunción sobresaliente en una canción que lo tiene todo, gran viento, gran batería, gran teclado, increibles entradillas del bajo, animada y reposada en su justa medida hasta llegar a un inmenso clímax final difícil de superar. "When last we spoke" cierra el disco con un bajo sonando como un instrumento de viento, y nos deja con ganas de más, si bien hemos asistido a un completo espectáculo con el que cerró su etapa en Windham Hill, ya que discos posteriores aparecerán en sellos como High street -en realidad, subsello de Windham Hill- ("Thonk"), Alchemy Records ("The book of flame") o Manthing Music ("Soliloquy").
 
Como 'bajista residente' de Windham Hill muchos otros músicos del sello se aprovecharon del talento de Michael Manring. Además formó parte del grupo Montreux junto a Darol Anger (violín), Mike Marshall (guitarras) y Bargara Higbie (teclados). Sin embargo fue con Michael Hedges con quien le unió una especial relación de amistad, ya que llevaban tocando juntos desde los 18 años; la muerte de éste en 1997 fue un momento especialmente duro para un Manring que había colaborado en casi todos los trabajos del malogrado guitarrista. En "Drastic measures" nos encontramos a un Michael Manring en plenitud de forma, si bien una de sus metas es el trabajo y aprendizaje contínuo, puesto que el bajo es un instrumento tan especial, tan pasional, que jamás le aburre. Tanto con sus discos como con sus directos, en los que es capaz de tocar varios bajos a la vez y donde mejor se puede apreciar su enorme capacidad, todos salimos ganando.