La mayoría del público acertaría al identificar como instrumentos musicales tipicamente celtas a la uillean pipe, el tin whistle, el arpa o el bodhran, entre otros. No hay que menospreciar sin embargo al más antiguo de todos, la voz, que convenientemente utilizada sirve no sólo de acompañamiento sino de instrumento primordial, en base a una tradición milenaria denominada 'mouth music'. La tradición gaélica cuenta que la mouth music (o 'puirt-a-beul') -es decir, música de boca- es una forma de canto en gaélico enfocado al baile, melodías vocales que imitan la sonoridad de los propios instrumentos; su origen puede estar en la prohibición de algunos de esos instrumentos que se consideraban heréticos, o en las etapas de hambruna en las que, en Escocia, hubo una prolongada ausencia de artesanos especializados en la fabricación de dichos utensilios. De una forma u otra, esta tradición fue rescatada y revitalizada basándose en ciertas grabaciones antiguas, entidades y bandas como la denominada así mismo Mouth Music, formada por Martin Swan y Talitha Mackenzie, una capaz vocalista que enseguida emprendería un interesante rumbo en solitario, cuyo primer fruto sería "Sòlas", publicado en 1993 por el sello londinense Riverboat Records (Shanachie en Estados Unidos, con otra portada) en su colección 'Women of the world', una celebración de la voz femenina a lo largo del planeta, de la que también formaron parte Emma Junaro (Bolivia), Carmen Linares (España), La india Meliyara (Colombia), Anna-Kaisa Liedes (Finlandia) y Detty Kurnia (Indonesia).
Dos tipos de tratamiento absolutamente distintos de los temas tradicionales escoceses son los presentados en este álbum por Talitha, siguiendo el camino marcado por su anterior experiencia musical con Martin Swan: el más puro seguimiento de la tradición en la mayoría del mismo y, muy al contrario, la adecuación a un avanzado estilo cercano al dance en algunos de los casos. Esta circunstancia, que le hizo ganarse ciertas críticas, no hace perder interés al disco, pues la aplicación de este estilo es suave y está convenientemente tratado y estudiado, sin llegar a una excesiva deshumanización sino en un bonito complemento que puede acercar músicas tan difíciles de escuchar a un público joven o de intereses lejanos: "Quería mostrar que es posible utilizar la técnica de cantar establecida hace siglos y hacerla popular y accesible hoy en día". No parece echar de menos Talitha a Martin (además esa cierta tribalidad que estaba presente en el dúo desaparece, centrándose nuestra vocalista en las cualidades puramente celtas de su música), revelándose como una artista plena de emoción y calidad en una búsqueda de sus intereses culturales, los que afronta con profundo respeto y, como ella misma dice, amor. Abre el disco de manera perfecta la calma de "Hoireann ó", una de las canciones más populares de la obra, interpretada incluso en directo en la BBC con el acompañamiento de teclado, guitarra y percusión. Se da la curiosidad que "Hoireann ó" estaba presente también, en una versión distinta, en el álbum "Mo-Di" de Mouth Music, cuando ya no estaba esta vocalista presente en el mismo. No queda sólo en canciones de trabajo como esa el interés del trabajo, que abruma con demostraciones vocales como las del segundo corte, una auténtica muestra de mouth music modernizada de título "Sheatadh cailleach (The old woman's reel)", que por sí sola ya justificaría la adquisición de este plástico. Otras dos canciones de trabajo (waulking songs) de evidente profundidad vocal, "'S muladach mi 's mi air m'aineoil (Mournful Am I)" y "E ho hi", dan paso al mayor intento de fusión de antigüedad y modernidad en el disco, una sorprendente "Seinn o" que abre el temido debate; curiosamente, "Seinn o" (algo así como "¡Canta!") es un nuevo rescate de Talitha, en esta ocasión del disco "Mouth music", con gran acierto y mejor tratamiento discotequero del mismo, consiguiendo una canción moderna y dinámica en contraste con el presumible espíritu tradicional del álbum; sin embargo, hay que recordar que la 'mouth music' es ni más ni menos que música para el baile, y aunque la adaptación es algo drástica y difícil para los puristas, el resultado es suficientemente interesante y original como para no tenerlo en cuenta y dejarse atrapar. En cuanto a esa continuidad de "Sòlas" con el álbum "Mouth music", destacar que "Chi mi na morbheanna" es otro tema afortunadamente retomado de aquel, si bien una vez más en un tratamiento nuevo, algo más suave y tradicional, así como con la incorporación del extracto de un discurso de John Fitgerald Kennedy; al parecer, 'Mist Covered Mountains' (que es la traducción del título gaélico, 'Montañas cubiertas de niebla' en español) era una de las canciones favoritas del presidente de los Estados Unidos, tanto que se interpretó en su funeral. El título de la canción en el disco queda así: "Chi mi na morbheanna/JFK". Hay que acabar destacando otros títulos del álbum, "Funky bird medley" con otro suave guiño a la tecnología, "Owen's boat" en una bellísima línea pop como la del tema que abría el trabajo, y "Theid mi dhachaigh (The MacKenzie lullaby)", una preciosa y suave nana que cierra un disco en el que hay demasiadas buenas canciones como para no ser recordado, en su mayoría tradicionales escocesas. La instrumentación, también muy completa, abarca desde los típicos guitarras, bajo, teclados, piano o percusiones, a gaita, flauta, violín o saxo, en una producción alternada por Chris Birkett, Iain McKinna y la propia Talitha MacKenzie. En cuanto a las voces, en las que Talitha deslumbraba, también incluían en algunas de las canciones, al grupo femenino a cappella Sedenka, que había creado la propia Talitha en 1992.
Todo lo comentado anteriormente sobre este fenomenal trabajo tendría una gran lógica si no fuera por el hecho de que Talitha Mackenzie no es escocesa sino norteamericana, neoyorquina concretamente, y su verdadero nombre es Talitha Nelson. Con gran talento musical desde muy joven, y fascinada por canciones gaélicas y otra música popular europea que le descubrió su madre, logró hacer de su pasión un oficio y consiguió aprender un idioma tan difícil como el gaélico escocés (así como ruso, español o francés). A partir de ahí, y tras conseguir también un título en en etnomusicología e historia de la música, su mérito ha sido mimetizarse completamente en esa cultura y grabar, con Martin Swan o en solitario, su propia forma de entender y honrar la tradición gaélica, una propuesta en cierta forma incomprendida y lamentablemente obviada por los que no tienen en cuenta las fusiones y los nuevos intereses en los que, posiblemente, y siempre que conlleven un mínimo de calidad y respeto, esté el futuro de estos tipos de música.
Dos tipos de tratamiento absolutamente distintos de los temas tradicionales escoceses son los presentados en este álbum por Talitha, siguiendo el camino marcado por su anterior experiencia musical con Martin Swan: el más puro seguimiento de la tradición en la mayoría del mismo y, muy al contrario, la adecuación a un avanzado estilo cercano al dance en algunos de los casos. Esta circunstancia, que le hizo ganarse ciertas críticas, no hace perder interés al disco, pues la aplicación de este estilo es suave y está convenientemente tratado y estudiado, sin llegar a una excesiva deshumanización sino en un bonito complemento que puede acercar músicas tan difíciles de escuchar a un público joven o de intereses lejanos: "Quería mostrar que es posible utilizar la técnica de cantar establecida hace siglos y hacerla popular y accesible hoy en día". No parece echar de menos Talitha a Martin (además esa cierta tribalidad que estaba presente en el dúo desaparece, centrándose nuestra vocalista en las cualidades puramente celtas de su música), revelándose como una artista plena de emoción y calidad en una búsqueda de sus intereses culturales, los que afronta con profundo respeto y, como ella misma dice, amor. Abre el disco de manera perfecta la calma de "Hoireann ó", una de las canciones más populares de la obra, interpretada incluso en directo en la BBC con el acompañamiento de teclado, guitarra y percusión. Se da la curiosidad que "Hoireann ó" estaba presente también, en una versión distinta, en el álbum "Mo-Di" de Mouth Music, cuando ya no estaba esta vocalista presente en el mismo. No queda sólo en canciones de trabajo como esa el interés del trabajo, que abruma con demostraciones vocales como las del segundo corte, una auténtica muestra de mouth music modernizada de título "Sheatadh cailleach (The old woman's reel)", que por sí sola ya justificaría la adquisición de este plástico. Otras dos canciones de trabajo (waulking songs) de evidente profundidad vocal, "'S muladach mi 's mi air m'aineoil (Mournful Am I)" y "E ho hi", dan paso al mayor intento de fusión de antigüedad y modernidad en el disco, una sorprendente "Seinn o" que abre el temido debate; curiosamente, "Seinn o" (algo así como "¡Canta!") es un nuevo rescate de Talitha, en esta ocasión del disco "Mouth music", con gran acierto y mejor tratamiento discotequero del mismo, consiguiendo una canción moderna y dinámica en contraste con el presumible espíritu tradicional del álbum; sin embargo, hay que recordar que la 'mouth music' es ni más ni menos que música para el baile, y aunque la adaptación es algo drástica y difícil para los puristas, el resultado es suficientemente interesante y original como para no tenerlo en cuenta y dejarse atrapar. En cuanto a esa continuidad de "Sòlas" con el álbum "Mouth music", destacar que "Chi mi na morbheanna" es otro tema afortunadamente retomado de aquel, si bien una vez más en un tratamiento nuevo, algo más suave y tradicional, así como con la incorporación del extracto de un discurso de John Fitgerald Kennedy; al parecer, 'Mist Covered Mountains' (que es la traducción del título gaélico, 'Montañas cubiertas de niebla' en español) era una de las canciones favoritas del presidente de los Estados Unidos, tanto que se interpretó en su funeral. El título de la canción en el disco queda así: "Chi mi na morbheanna/JFK". Hay que acabar destacando otros títulos del álbum, "Funky bird medley" con otro suave guiño a la tecnología, "Owen's boat" en una bellísima línea pop como la del tema que abría el trabajo, y "Theid mi dhachaigh (The MacKenzie lullaby)", una preciosa y suave nana que cierra un disco en el que hay demasiadas buenas canciones como para no ser recordado, en su mayoría tradicionales escocesas. La instrumentación, también muy completa, abarca desde los típicos guitarras, bajo, teclados, piano o percusiones, a gaita, flauta, violín o saxo, en una producción alternada por Chris Birkett, Iain McKinna y la propia Talitha MacKenzie. En cuanto a las voces, en las que Talitha deslumbraba, también incluían en algunas de las canciones, al grupo femenino a cappella Sedenka, que había creado la propia Talitha en 1992.
Todo lo comentado anteriormente sobre este fenomenal trabajo tendría una gran lógica si no fuera por el hecho de que Talitha Mackenzie no es escocesa sino norteamericana, neoyorquina concretamente, y su verdadero nombre es Talitha Nelson. Con gran talento musical desde muy joven, y fascinada por canciones gaélicas y otra música popular europea que le descubrió su madre, logró hacer de su pasión un oficio y consiguió aprender un idioma tan difícil como el gaélico escocés (así como ruso, español o francés). A partir de ahí, y tras conseguir también un título en en etnomusicología e historia de la música, su mérito ha sido mimetizarse completamente en esa cultura y grabar, con Martin Swan o en solitario, su propia forma de entender y honrar la tradición gaélica, una propuesta en cierta forma incomprendida y lamentablemente obviada por los que no tienen en cuenta las fusiones y los nuevos intereses en los que, posiblemente, y siempre que conlleven un mínimo de calidad y respeto, esté el futuro de estos tipos de música.
6 comentarios:
Aunque prefiero a Lorena McKennitt o a Enya me parece muy buen disco,agradable y a la vez moderno.
Loreena y Enya son mucho más mediáticas, puede que Talitha sea más auténtica. En todo caso las tres son grandes cantantes, Santi, y como bien dices este es un disco moderno, agradable y recomendable.
Impresionante disco!, de nuevo la vanguardia escocesa, las músicas envolventes, la fusión de composiciones melodías de raiz "tradicionales", con ritmos actuales, Capercaillie, Martyn Bennet,...Talitha, y tantos, se adelantaron a su tiempo. Para ella lo celta fue "su amor", Escocia se convirtión en "su tierra", y un escocés "su hombre". Durante una época ocultaba su origen americano, atrás quedaron los tiempos en que ocultaba su origen no gaélico.
¡Dichosos los que tuvieron la oportunidad de verla en 1994 en Cartagena!
Pues sí, dichosos ellos. Hay que ver cómo se movía la escena new age por Cartagena y su famoso Teatro Circo, qué envidia me daba.
En cuanto a ocultar su origen americano, yo no había llegado a tanto pero tienes razón, sólo hay que ver que su primer disco en solitario lo firmó como Talitha Nelson, pero enseguida 'mutó' a Mackenzie y dió comienzo su etapa más importante.
Enhorabuena una vez más por la completa entrada. Me permito pasarte este enlace con un audio que seguro que te gusta, un saludo --> http://offmental.blogspot.com.es/2013/04/dialogos-3-radio-3-rne-especial-album.html
Qué grandes momentos los que nos haces recordar, VIVA ese archivo de casetes, y que duren!!!
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