20.4.08

MIKE OLDFIELD:
"The songs of distant Earth"

Después de un comienzo inmejorable como músico en solitario en los 70 y de una siguiente década de altibajos culminada con una obra maestra, "Amarok", los 90 eran una incertidumbre para un Mike Oldfield ya maduro. Una nueva generación de seguidores iban a descubrir al británico con la segunda y tercera entregas de "Tubular bells" y un nuevo acercamiento, éste más facilón que el gran "Ommadawn", a la cultura celta titulado "Voyager", pero entre medio este multiinstrumentista iba a soprendernos con un disco futurista y tecnológico, un anticipo de sus futuros devaneos con la realidad virtual y los juegos para ordenador, bien acogido por la crítica aunque controvertido entre sus seguidores más recalcitrantes, "The songs of distant Earth". Bajo ese sugerente título se enmascaraba la musicación de una novela del recientemente fallecido escritor de ciencia ficción Arthur C.Clark, el padre de "2001: Una odisea del espacio", una de las películas favoritas de Mike Oldfield. El británico se planteó este trabajo como una banda sonora (de hecho se habló de un proyecto para llevar la novela al cine), e incluso mantuvo largas conversaciones con el escritor en su retiro en Sri Lanka, para lograr la composición y grabación de una música sugerente y evocadora, a pesar del arrinconamiento de los instrumentos tradicionales en favor de una tecnología (samplers, ordenadores y sintetizadores) de la que recelaba sólo unos años atrás, aunque bien es cierto que las guitarras suenan de cuando en cuando en todo su esplendor en este trabajo publicado por Warner Music en 1994.

Moviéndose entre la genialidad y la arrogancia, "The songs of distant Earth" pretende ser una obra adelantada por la inclusión de un corte interactivo en exclusiva para Mac (si bien hace mucho que Oldfield se une a carros que ya están en marcha, esta situación sí que fue realmente 'anticipada', sin embargo la elección resultó algo errónea para sus intereses, ya que la batalla estaba siendo ganada, al menos en cantidad, por el PC). Esta obra presentaba las nuevas ideas del de Reading, que no eran más que las mismas de antaño (aunque sin la rebeldía y esa chispa de inspiración y originalidad que generaron obras maestras) pero con otra envoltura adaptada al final de siglo. La situación, aparte de extraña era un tanto rudimentaria, pues había que saltarse la primera pista del CD en esta primera edición para no escuchar un incómodo pitido. La solución llegó enseguida en forma de nueva edición con diferente portada (extraída del avanzado video-clip de "Let there be light") y CD-Rom track escondido. "The songs of distant Earth" demuestra la capacidad de Oldfield para conducir una obra conceptual veinte años después de "Tubular bells", controlando cada aspecto de la misma, los momentos clave, las pausas, los ambientes, las conexiones... todo con la ayuda (por última vez) de un Tom Newman cuya bajada del carro supuso unos años de posterior desconcierto, musical y emocionalmente. Refinado, en cierto modo místico ("con mi música busco escapar a otro mundo"), Oldfield intentó aunar su natural grandilocuencia con una efectista espiritualidad en este trabajo en el que las voces, dado su musical título, iban a tener gran importancia, pero más que en base a vocalistas conocidos, por medio de una 'caja negra' que recogía voces de todo el mundo, las cuales, en una intensa labor de estudio, iban a ser remezcladas para que Oldfield consiguiera de paso esa idea de globalización, de conjunción de la sabiduría de un planeta Tierra que, víctima de la muerte de nuestro sol, desaparece sin remedio. Como anticipo de la obra, un recuerdo del mismo a través de cantos de ballenas, del fragmento del Génesis recitado por el astronauta Bill Anders desde el Apollo 8 y el sorprendente y poético primer single, "Let there be light". Oldfield pasa sin complejos del lirismo y la sorprendente carga emotiva de "Supernova" a la pomposidad de "Magellan", mezclando emoción con espectacularidad sin entrar, como sucederá en discos posteriores, en experimentaciones por caminos ajenos y sinuosos. Muy al contrario, parece que su sonido se acople perfectamente a la novela (o quizás al revés), y la búsqueda le hace descubrir situaciones tan atrevidas y notables como la prodigiosa simpleza del hilo conductor de "Only time will tell" o el efecto sedante que con guitarra y voz pretende (y logra) provocar "Crystal clear". No tan novedoso pero sí bien resuelto es el uso del latín junto a voces tribales y un fondo tecnológico en "Hibernaculum" (buscando ese sonido que tan buen resultado ha dado a grupos como Enigma o Deep Forest) y más permisible aún es el autoplagio de "Tubular world", idea manida pero relativamente aceptable por lo bien construída, tanto como la vaporosa ambientalidad de "The sunken forest" o el resumen de la obra (recurso tipico en los discos de Oldfield de la época) de título "Ascension", donde la guitarra parece recuperar viejas sensaciones. Aunque sea este un álbum difícil de plasmar en directo, en la gira 'Then and now' que llevó a Mike Oldfield en 1999 por toda Europa, se incluyeron varias composiciones de "The songs of distant Earth", concretamente "In the beginning", "Let there be light", "Supernova" y "Crystal clear".

Aun tomándose sus licencias respecto a la novela de Clark (la creación del mundo, el lamento por Atlantis, el mundo tubular), hay que reconocer que Oldfield consiguió realizar un trabajo luminoso e ilusionante, con determinados momentos de cierta emoción ("Supernova", "Lament for Atlantis") y un acabado que mantiene su frescura con el paso del tiempo. Además del bloque incluído en el disco, "The spectral army", "The song of the boat men" y "Indian lake" fueron otras tres canciones en la misma línea, pero incluídas en diversos CDsingles del mismo, junto a horribles versiones remezcladas de "Let there be light" o del tema "Moonshine" de "Tubular bells II". En esta década Oldfield retomó el camino del éxito popular, y especialmente tuvo un gran idilio con España, ya que al anterior número 1 con "Tubular bells II" se le unió el de este trabajo de sonido avanzado. No es "The songs of distant Earth" una obra acomodaticia sino una trabajada (de una labor de estudio impresionante), majestuosa, fastuosa incluso, recreación de un posible futuro de la vida lejos de la Tierra, un momento que ahora imaginamos con más facilidad y sin tanto temor gracias a dos genios en sus respectivas artes: Arthur C. Clark y Mike Oldfield.


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21 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya era hora que hablaras de TSODE, auténtica poesia musical.

Bravo por Mike, es uno de mis discos favoritos, solo por detrás de TB y OMM. No me canso de escucharlo, desde entonces ha ido a peor con alguna excepción (Guitars, Tres lunas).

Anónimo dijo...

Este disco me suena... ah, TSODE!! (estoy mas acostumbrado a llamarlo así).

Reconozco que al principio no me convencio pero poco a poco se ha convertido en IMPRESCINDIBLE,un clásico de Mike. Me encantan Crystal clear y Hibernaculum.

Y prefiero esa portada a la segunda.

Pepe dijo...

Hola, amigos.

Es cierto que al principio TSODE pareció no convencer a algunos de los seguidores de Mike, pero creo que fue la respuesta ante el cambio de sonido y utilización de ordenadores. Me parece que la labor de composición es deliciosa y lo de los instrumentos tradicionales se quedó en pura anécdota, de hecho el siguiente disco, "Voyager", es bastante 'artesano', con guitarras, gaitas, flautas, percusiones, etc... y posiblemente no destile tanta emoción en general como TSODE.

Otro punto a favor fue la inclusión en la gira "Then & Now" de canciones como "Let there be light", "Supernova" o "Crystal clear", que acercaron un disco tan supuestamente artificial al gran público. Fué algo realmente inolvidable.

Anónimo dijo...

para mí con los años ha ganado, y me parece un disco aceptable, pero para nada un TOP de Mike, con mucho sonido enlatado, tubular worlds, Enigma sound-a-like y más ir a cola de pelotón de otros que generar creatividad propia. al saco de los qe2, platinum, spheres, crises...

la producción de newman ayuda, lo malo es que los vicios de este disco se acentuaron a posteriori, y las virtudes casi desaparecieron (TB3, Lunas...)

Anónimo dijo...

A mi me sigue pareciendo un disco muy menor. Un intento de sumarse a cierto tipo de new age con 10 años de retraso. Me recuerda a Deuter, Raphael (Music to disappear in), Lange y su Return of the Comet, Vollenweider y otros discos de Hearts Of Space que no llegué a comprar pero sí escuchar en aquella época.

Más o menos lo que dijimos el dueño de la tienda donde compraba música y yo cuando lo escuchamos fue "sí, no está mal, pero aquí [por la tienda] hay discos de este estilo mucho mejores".

Anónimo dijo...

TSODE y MOTS, los mejores discos de la etapa "moderna" del señor corfil.
Los dos relacionados con el espacio. El primero con peces que vuelan; el segundo con pelotas que suenan.
Sin embargo, el señor corfil sigue sin cumplir mi sueño: Un disco de pies voladores.

Pepe dijo...

Me encanta Raphael y bastantes otros exponentes de música planeadora, cósmica, new age o como la quieras llamar, cubano. De hecho algunos de ellos ya han pasado por aquí y otros lo harán (también de Hearts of space). Puede que busquemos o veamos cosas diferentes en cada disco, para mí TSODE no es la gran obra de Oldfield pero me parece lo suficientemente interesante como para estar aquí y se me hace más completo que muchos discos aburridos que pululan por ahí de este mismo presunto estilo, pero es que con Mike intento no comparar. Agradezco tu opinión, de hecho voy a forzar la máquina para poner pronto un disquito de Heart of Space que me encanta.

Estoy seguro de que Mike cumplirá tu sueño, petete, ¿quién no se ha planteado hacer algún día un disco sobre pies voladores?

Anónimo dijo...

Para mí TSODE es el único acercamiento totalmente decente de Mike Oldfield a la electrónica. TBIII es audible pero simple, y Tr3s Lunas y L+S no terminan de convencer.

Pepe dijo...

TSODE parece tener un poco más de sustancia, aunque hay que reconocer que es una coctelera de ideas, como casi cualquier disco de Oldfield en la actualidad.

La promoción fue tremenda, con Cadena 100 en plan exclusiva. Vendió 'un huevo'.

A mí "Tres lunas" me gusta, me parece un disco sencillito pero muy agradable (y "Tres lunas II" también tiene grandes momentos).

Anónimo dijo...

Grandioso disco. No entiendo eso de "hay discos de ese estilo mucho mejores"; es el típico comentario, pero nunca se dice exactamente CUÁL es mejor. Yo creo que porque no es así: TSODE es grandioso, tanto dentro de ese tipo de música como fuera. Muy al contrario que Music of the Spheres, que me ha dejado un sabor de "pos vale", un disco de escalas de pianos y curiosidad por ver qué instrumentos toca en cada momento, y poco más. Incluso Mount St. Michel me despierta mil sentimientos más en once minutos que Spheres en 45. Por su parte, TSODE no será "música clásica" (hecho por el que Mike sabía que tenía el 90% de sus seguidores comiendo se su mano) pero tiene MELODÍAS y PRODUCCIÓN, algo que le falta a Spheres a raudales. En resumen: TSODE es uno de los clásicos modernos de Oldfield, de cuando Mike sabía crear estructuras diferentes a Tubular Bells. It's just an opinion ;)
¡Saludos!

Héctor Campos

Anónimo dijo...

disco GRANDE de su discografía, mañana escribiré más....(por fin lo has puesto aqui...)

Anónimo dijo...

¡Uy!...¡que disco has puesto!...¡casi na!

Lo recuerdo como el primer dia: ese cambio tan lineal en la musica de Mike, al principio no me gusto; pero claro, luego escuche el 'Crystal Clear', y esa sensacion desaparecio de inmediato...¡si, era Mike!

El tiempo (como a casi todo) va poniendo en 'orden' todos los discos de Mike, y este para mi, es como el buen vino: va envejeciendo cada vez mejor, y esta situado por meritos propios a la cabeza de sus obras.

Un saludo de Bourne y de Vali, maños ;)

Anónimo dijo...

¿Por qué cuando alguien dice "hay discos mejores" tiene que ponerse a hacer una lista? Es una forma de decir que no es de los grandes de un autor, no hay que darle más vueltas.

Me sumo a mi hermano Cubano y a otros muchos seguidores de Oldfield: es un disco del montón, otro enredo más en la carrera de un músico muy irregular. Después del TB-II es de lo poco que ha hecho decente, tiene una labor de producción impresionante y el sonido es por tanto impresionante, pero la composición es simple y sin fuerza. En nuevas músicas electrónicas hay algunas maravillas, pero este disco no lo es, ni por asomo. Yo lo pongo a la altura de Guitars o incluso del nuevo: entretenido, simpático, se escucha con facilidad y se olvida con rapidez.

Pepe dijo...

Bueno, la polémica no me disgusta pero me confunde un poco. Me confunde porque TSODE me parece un gran disco, pero lo que me parece claro es que no se olvida con rapidez, dice bien Valiado que es como el buen vino. Por supuesto la mía es una opinión más a favor, y me alegro que Valiado, Jesús y Héctor hayan expuesto sus opiniones.

En un término medio están los adjetivos 'decente' (Jaimixx) o 'aceptable' (Sergio), que también me parecen bien fundados. Seguramente son ellos los que lleven más razón entre nuestra descomunal aceptación y la fría recepción (y gélido recuerdo) de Cubano y Warren.

Invito a los demás lectores del blog a expresar su opinión, aunque sólo sea con una frase, me parece interesante, tanto como este disco que sigo disfrutando.

Anónimo dijo...

-Por qué cuando alguien dice "hay discos mejores" tiene que ponerse a hacer una lista?-

Para argumentar tu opinión. Es como si digo: Hay mil coches mejores que Ferrari, pero no digo cuáles ;)

Anónimo dijo...

Creo que Mike estaba aquí, además de entusiasmado con su trabajo, en un momento de lucidez total.
Después de volver a triunfar con TB 2,(no entiendo como se le puede perdonar ese disco, y no dejar pasar TSODE, en mi opinión mucho más sincero...), Oldfield buscaba reinventarse, hacer algo nuevo para él, sorprender...y creo que lo consiguió, su mayor acierto, no prescindir de sus guitarras, elemento vital en sus producciones, y su sello personal.
El disco es de una belleza sonora abrumadora, como producción, absolutamente soberbio, pero su mayor logro, es lograr envolver al oyente( a uno sin prejuicios), en una historia increíble, con ése toque tan Oldfield de llevarnos de una melodía a otra sin olvidarnos del leitmotiv de la obra, repitiendolo, variándolo, como si del protagonista de la historia se tratara.
Escuchándolo con un buen equipo, con la mente abierta, es decir, sin preocuparse de si hay ordenadores, o están o no los Jabula por ahí...(error grave a la hora de escuchar música), este disco, alcanza cotas de emoción como pocos discos en su discografía consiguen.Desde luego, entraría en el grupo de Tubular Bells, Hergest Ridge, Ommadawn, Amarok...sus grandes obras instrumentales, su lugar exacto?? no lo se, hay diferentes momentos y estados de ánimo, que piden un disco u otro...

Cristian dijo...

Hola Pepe!! Vuelvo al ataquerr!! Y a defender mi disco por excelencia de mi infancia...llegó un momento (al principio) que me pareció mágico (por aquel entonces no sabía nada de música simplemente me gustaba), con el paso del tiempo dejé de escucharlo y cuando lo retomé y lo analicé escuché una obra maestra (al igual que con Amarok puso el estudio patas arriba con este otro hizo lo mismo...a diferencia que el primero era 99% analógico y este 99% digital). Son 2 discos en menos de 5 años totalmente opuestos e igualmente de geniales en cuanto a trabajo, no discuto cual es mejor ni peor es una batalla perdida contra "los entendidos"...simplemente me gustaría ver a esos que critican delante de un estudio e intentar algo similar...y que con el tiempo no sólo no pase de moda sino que se mantenga fresco...

¿Para que un disco sea maravilloso tiene que tener tropicientos cambios de ritmo, disonancias, complejos cambios de escala, solos vertiginosos y una temática conceptual...? ¿eso es una obra maestra...? ¿esos es música...? ¿y que es esta maravilla que nos ha regalado a los oídos...? porque un tema como Only Time Will Tell sea repetitivo no deja de ser una maravilla...el objetivo quizá sea crear una atmósfera... envolver... hipnotizar al oyente...

Sin lugar a dudas lo considero una obra maestra...una gran obra ingenieril y de buen gusto.

Pepe dijo...

Más forofos de TSODE al rescate, lo de Jesús es como lo mío, incondicional, pero lo del amigo Cristian es auténtica pasión hacia una serie de discos con los que descubrió a Mike.

Muy bueno el temilla que habéis presentado al concurso, Fractal promete!!!

Evanggelos dijo...

¡Vaya si sigue levantando polémica este disco! No voy a entrar a enjuiciar las continuas contradicciones del Sr.Oldfield (es bochornoso recordar aquella foto en una tienda de campaña en la puerta de su casa protestando por la música electrónica...). Este disco simplemente me encanta, una perfecta banda sonora del libro en el que se basa de principio a fin. Pocos cd's consiguen hacer que te evadas desde la primera pieza hasta el final y eso es lo que me pasa a mi con este TSODE. Apagar las luces del dormitorio enchufar los auriculares al equipo, tumbarme encima de la cama y directamente desconectar durante una hora del mundo terrenal viajando entre las estrellas.
PD: las guitarras que aparecen aquí no las ha superado ni de lejos en sus otros trabajos electrónicos Tres Lunas y Light&Shade.

Anónimo dijo...

The Songs Of Distant Earth sin duda a mi gusto el mejor disco de Mike, sera por que soy productor de musica electronica y este es el trabajo sullo mas cercano al mio, destaco la belleza que tiene en su totalidad resaltando el tema Only Time Will Tell, el mas bello que escuche de toda su discografia.

Jose dijo...

Ni es un disco menor, ni es un sucedáneo de Raphael (de hecho no se parece en nada).

Lo único que sucede es que hay que escucharlo a fondo, no de pasada, unos segundos del tema y siguiente.

En este disco Oldfield combina magistralmente unos sonidos que eran nuevos en su paleta, y lo hace con una emoción que atrapa.

Años después, todavía lo escucho con frecuencia (y esto no es habitual). Un "clásico" moderno donde los haya y un punto álgido en la discografía de este gran artista.

Gracias Pepe por recordar esta obra :)