8.11.13

MAX RICHTER:
"Memoryhouse"

Determinados músicos, llevados por no se sabe bien qué fuerzas o musas, consiguen en algún momento de su carrera alcanzar la plena madurez y llegan a apabullar con una obra tan única y maravillosa que llega más allá de cualquier intelecto. La situación es más sorprendente si se trata de la primera obra en solitario del artista en cuestión. Es el caso de Max Richter, pianista y compositor británico nacido en 1966 en Alemania, que logró poner a prueba a crítica y público con un debut extraordinario e insolente de título "Memoryhouse" que Late Junction (sello de la BBC3 que publicó en su corta existencia álbumes de Max Richter, John Adams y David Rees-Williams) publicó en 2002, una obra de estupenda fabulación sobre hechos históricos, mezclando conceptos y épocas en beneficio de un soberbio eclecticismo. En vista de su calidad y aceptación, el trabajo fue reeditado por 130701 (subsello de FatCat Records) en 2008 con diferente portada, más sencilla que la de Late Junction, que presentaba una poética y solitaria estación de tren en blanco y negro.

Precisamente la fotografía en blanco y negro es característica en las portadas de Richter, intentando equiparar el diseño gráfico a la belleza de las atmósferas lastimeras que caracterizan su obra, deudora tanto del vanguardismo de su maestro Luciano Berio, como de los minimalistas (Glass, Reich, Nyman), e incluso de grupos de música electrónica como The future sound of London (con los que ha llegado a colaborar) o los inefables Kraftwerk. El grupo Piano Circus representó sus primeras grabaciones de músicos minimalistas para el sello Decca, y no abandonó ese estilo para su propia música, en la que un sentido muy poético de la melodía acompaña a sus primeras obras en solitario, cuyo primer ejemplo, prendiendo una vela de luz cegadora, es este completo álbum que cuenta, según el propio Richter, "una historia sobre dónde hemos estado", y plantea la pregunta "¿a dónde vamos?". A "Europe, after the rain" le cuesta arrancar entre voces y lluvia, pero un poético piano y un lastimero violín se bastan para inundar la pieza de recuerdos y fotografías lejanas, ecos de un pasado que parece retornar en "Embers" o en "Maria, the poet (1913)" con una voz que recita y un ambiente in crescendo con melodía hipnótica muy del estilo de Philip Glass. Es sin embargo Michael Nyman elemento importante en la evolución de Max Richter (que estudió en la Royal Academy of Music años después que el compositor de "El piano") y en el propio álbum, por títulos tan pictóricos como "Landscape with figure (1922)" o "Sketchbook", así como por las aportaciones de dos colaboradores de Nyman en los dos cortes más impactantes de "Memoryhouse", "Sarajevo" y "November", paisajes presentados con extraordinaria vastedad junto a, en ocasiones, una cierta austeridad que ayuda a acrecentar su carácter desolador: Sarah Leonard es la voz soprano en "Sarajevo", un espectacular lamento, tal vez deudor de Górecki y su tercera sinfonía, con un monumental acompañamiento en clímax circular que parece salirse del trabajo, mientras que Alexander Balanescu ejecuta el fantástico solo de violín en "November", una melodía enérgica y exultante, sin duda merecedora de premio, que acaba por conformar otro momento esencial en el desarrollo del disco, como también puede serlo "Last days", donde de nuevo la fuerza sinfónica del Richter más bizarro e imaginario cita cuerdas y vientos de manera épica para crear un nuevo clímax. "The twins (Prague)" y "Andras" son dos deliciosas piezas de teclado, la primera desglosa una melodía hermosa y deliciosamente corta, y la segunda un vistoso paisaje basado en el carisma del piano. La audacia de este teclista con los tratamientos electrónicos se manifiesta en cortes como "Untitled (figures)" y en ciertas ambientalidades ("Laika's journey") y efectos (en especial las voces recitando), mientras que reposados efluvios de cierta antigüedad, religiosidad y secretismo se mezclan en el resto de este sorprendente álbum, en huidizas tonadas en las que se hace notar el colosal trabajo de la BBC Symphony Orchestra, conducida por Rumon Gamba. En 2013, más de diez años después de su estreno y cinco de su reedición, se anunciaba el estreno mundial del álbum en concierto el 24 de enero de 2014 en el Barbican, en Londres, con la misma BBC Symphony Orchestra y la electrónica en vivo de Max Richter.

El éxito popular de los minimalistas más accesibles, en cierto modo retocados hacia la comercialidad, posibilitó la aparición de numerosos nombres que acabarían compartiendo estanterías, si bien tal vez no protagonismo, con otros más respetados por la crítica. Sólo los fuertes sobrevivirían, y entre ellos iba a alcanzar gran protagonismo Max Richter, que con trabajos como "Memoryhouse" puede provocar alexitimia (incapacidad de expresar con palabras los propios sentimientos) en muchos de los sorprendidos oyentes, que acogen la distante sobriedad de su música como un éxito del nuevo minimalismo. Abrumador y decadente, Richter recrea en este trabajo (descrito por la BBC como 'una obra maestra entre las composiciones neoclásicas') anécdotas musicales dotadas de vida, en un estilo que se ha llegado a definir como 'música documental'. De hecho, cuatro de los temas "Europe", "After the rain", "The twins (Prague)" y "Embers" fueron utilizados en el documental de la BBC sobre Auschwitz 'The nazis and the final solution'. Así mismo, un extracto de "Sarajevo" sonó en el trailer para la película 'Prometheus' de Ridley Scott, y otros de "November" en los trailers de 'To the wonder' de Terrence Malick y 'J. Edgar' de Clint Eastwood, tres directores de reconocido prestigio, como el que Max Richter ha sabido alcanzar con obras como "Memoryhouse" o "The blue notebooks".

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5 comentarios:

Anónimo dijo...

No conocía este disco, salvo por los dos cortes "Sarajevo" y "November" (por tráilers y demás). Hace un par de días que leí tu entrada: desde entonces no dejo de escucharlo. Richter promete ser uno de esos compositores que encuentro por sorpresa, me impactan a la primera, y ya no se marchan nunca más. Muchísimas gracias por este descubrimiento.

Pepe dijo...

Ojalá encuentres más cosas tan interesantes como Max Richter en mi blog. En este tipo de asuntos musicales postminimalistas te aconsejo a Nils Frahm (he criticado un par de discos suyos), pero hay un sinfín de nuevos genios esperando un público fiel.

Anónimo dijo...

De Nils Frahm leí hace tiempo las críticas que colgaste; me sirvieron para descubrir "Wintermusik", e irme adentrando un poco más en el fascinante ambiente del minimalismo más "abierto" al público. Una joyita :-)

This is me dijo...

Este hombre hace magia con sus manos... hace los sentimientos tangibles a traves de su musica...

Pepe dijo...

Tú lo has dicho, un mago de los sentimientos.
Saludos.