3.7.12

VARIOS ARTISTAS:
"Música para desaparecer dentro"

Recién inaugurados los años 90, Grabaciones Accidentales supo aprovechar el creciente tirón de las Nuevas Músicas, al plasmar su originalidad, su afabilidad, incluso el misterio de algunas de sus melodías más representativas, en el doble álbum recopilatorio "Música sin fronteras". Muchas son las compilaciones que han seguido su estela, pero no tantas las distinguidas por su carácter auténtico y la capacidad y el acierto de los grupos y artistas integrantes. Grabaciones Accidentales (GASA) no era una compañia dedicada precisamente a las músicas instrumentales, pero aún así logró las cesiones oportunas en una enorme labor de planificación, digna de premio. Presuntamente más fácil tendría que ser esta misión para los dirigentes de una compañía que sí tuviera relación exclusiva con la temática que nos ocupa, y sin necesidad de evaluar o realizar comparaciones, es necesario reconocer que Sonifolk, ese mismo año 1991 de la publicación de "Música sin fronteras" (no sólo de su primer volumen a principios de año sino también del segundo a finales del mismo), ofreció a su público una auténtica joya de poético título, "Música para desaparecer dentro". Cabe destacar que Sonifolk es una compañía española, y que en nuestro país se produjo una especial revolución espiritual -musicalmente hablando- en esa época, la cantidad de festivales y ciclos dedicados a estos tipos de músicas aumentaba año tras año, así como exitosas giras de músicos que se habían creado ya un cierto renombre, como Wim Mertens, Nightnoise, Lito Vitale, Paul Winter, Michael Nyman o Andreas Vollenweider. No están esos ilustres personajes en este doble recopilatorio, pero sinceramente no le hacen falta, porque se nutre de verdaderos exponentes de una nueva forma de disfrutar de una música relajada, sensible y de raíz, pero también animada, excitante y novedosa.

Una presentación de lujo anticipaba este proyecto que, aunque no entró entre los puestos principales de la listas de ventas, sí que contó  con un sigiloso pero rotundo nivel de aceptación, y lo logró por la enorme clase e importancia de la mayoría de las 27 composiciones ofrecidas. Sin ir más lejos, hacía sólo dos años que el sintesista estadounidense Raphael había publicado uno de los álbumes más delicados, etéreos y recordados de la new age, el titulado genéricamente "Music to Disappear in". En sonifolk se pensó de inmediato que su pieza principal, "Disappearing Into You", tenía que abrir la recopilación "porque se encuentra entre lo más profundo y sentido que se ha escrito en este tipo de música, y porque no ha sido suficientemente valorado", decían en su publicidad. Básicamente, "Disappearing Into You" era el comienzo más aconsejable para dejar textualmente con la boca abierta a toda aquella persona preparada para una nueva experiencia sonora. Por extensión, la traducción del título de esa ópera prima tenía que ser el epígrafe genérico de la compilación, y es que un eslogan como 'Música para desaparecer dentro' posee una fuerza infalible y un significado pleno de espiritualidad. Pero aparte del sublime y más que lógico comienzo, no es fácil ni conveniente recalcar una o varias de las composiciones en esta joyería musical, pues difícilmente encontraremos bisutería en la misma: de lo popular ("Highland", una animada danza del canadiense Bill Douglas, la recordada "Celestial Soda Pop" del monumental Ray Lynch, o esa eficaz tonada de aroma antiguo de Robert J. Resetar titulada "Nada's Dance"), a lo volátil ("Forever", trascendental muestra del avanzado "Strata" de Steve Roach y Robert Rich, o la presencia del renombrado sintesista Mychael Danna con "Durga", de su álbum "Sirens"), lo exótico ("Camino Blanco", del percusionista japonés Yas-Kaz o la extrañeza de la Blue Chip Orchestra y su "Boléro du nouvel âge"), lo delicado (de "Heartsong", emotivo solo de piano del norteamericano Jim Chappell, a "Sunrise Over Haleakala", del teclista de color Merl Saunders) o a lo puramente mítico en las Nuevas Músicas, como esa genialidad del desaparecido sintesista Richard Burmer titulada "Across the View", la no menos impactante "Hacia las nieves azules" ("Into Blue Snows" en su disco original) de los japoneses Himekami, la climática "Horizon" del noruego Oystein Sevag, o la recordadísima "Enchantment", del dúo de ascendencia griega formado por Chris Spheeris y Paul Voudouris. Pequeños toques de 'smooth jazz' (Mark Sloniker, que presenta un sonido parecido al de Lito Vitale en su "Bright Wish", o "Spring Waltz", del grupo Walton Ornato) se cuelan entre teclistas de melodías alegres (los alemanes Christian Buehner y Helge Schroeder, que contribuyen con la intensa "Sun Dance", o el suizo Thierry Fervant, con "Merlin the Magician", ejemplo de su legendario álbum "Legends of Avalon") en un suntuoso festival en el que no faltan voces atractivas, tal vez no tan conocidas pero que encajan perfectamente en el ánimo relajante de la compilación, como las de Serah ("Moments of Christmas" es una acertada balada con la participación y producción del alemán Friedemann), Therese Schroeder-Sheker ("For the Roses" es un claro ejemplo de la dulzura de esta arpista norteamericana de orígenes irlandeses) o el efímero grupo The Telling, que grabó un único plástico para Music West, del cual se extrae aquí la belleza ambiental de su canción homónima, "Blue Solitaire". Tratamiento aparte merece el caso de Enya, de la que se escucha "I Want Tomorrow", de su banda sonora de la serie "The Celts", no sólo por ser posiblemente la más conocida entre el elenco de artistas involucrados, sino por su desaparición por motivos contractuales con la BBC en la segunda edición del disco, en beneficio del tema "Islas" del grupo Amarok. Paul Horn (uno de los considerados como 'padres' de la new age), Constance Demby (una de las grandes damas de los teclados, en 'competencia' directa con Suzanne Ciani), el grupo catalán de música antigua Els Trobadors o más sintesistas de planetario como Michael Stearns, Kevin Braheny o Tim Clark (que cierra el recopilatorio con la eficaz "Silver Caravan"), son otros de los nombres importantes -todos lo son en este doble álbum- que contribuyeron a hacer de "Música para desaparecer dentro" un pequeño fenómeno en los 90, un doble CD admirado y recordado por su fenomenal muestra de regocijo y calidad en más de 140 minutos.

Esta selección se editó sólo en España, gracias a la licencia de compañías tan importantes como Music West, Hearts of Space, Celestial Harmonies, Pony Canyon o Erdenklang, entre otras. Aunque no alcanzó la longevidad de la saga "Música sin fronteras", que llegó a los 6 volúmenes, "Música para desaparecer dentro" se aprovechó del poderío de Sonifolk/Lyricon y de sus eficaces distribuciones, para alcanzar hasta una tercera entrega. El Volumen II, también en formato de doble compacto, se adentraba no sólo en esas estupendas ediciones traducidas al español de discos de Himekami, Connie Dover, Dead Can Dance o Bill Douglas, sino en las producciones propias de músicos españoles como Elementales, Tomás San Miguel, Pedro Estevan, Emilio Cao, Luis Delgado o Enrique Mateu, sin olvidar al grupo del que salió Carlos Núñez, Matto Congrio, o el soberbio álbum del Paul Winter Consort de primera edición exclusivamente española, "En directo en España" (que acabó ganando el grammy al mejor álbum de new age bajo su denominación internacional, "Spanish Angel"). Sensiblemente inferior a la insuperable primera entrega, lograba un alto nivel de calidad, pero ante todo de originalidad con esa masiva presencia autóctona. En cuanto al Volumen III, que ya se trataba de un disco simple,  rebuscaba en músicas más 'alternativas', en especial de un nuevo sello distribuido por Sonifolk, All Saint Records (Andy Partridge, Harold Budd, Roger Eno, Brian Eno, Djivan Gasparyan, Channel Light Vessel, Bill Nelson o Kate St.John), pero incorporaba también a Dead Can Dance y Lisa Gerrard en solitario, rescataba a Himekami, y acercaba a su propio público a músicos españoles de difícil acogida popular, como Amarok, Elementales, Luis Agius, Labanda, David Garrido o el dúo Ishinohana, tras el cual no estaban sino los siempre inquietos Luis Delgado y Javier Bergia. En definitiva, el mérito de "Música para desaparecer dentro" fue ofrecer un producto de enorme calidad pero con cierta dosis de atrevimiento, en el momento más álgido del movimiento de la Nueva Era. Eso, unido a un fenomenal diseño de Coro Acarreta (personaje importante en la sombra, al contrario que su marido, el popular Ramón Trecet) que no dejaba lugar a ninguna duda en el conjunto del álbum, hicieron de "Música para desaparecer dentro" una de las mejores recopilaciones, de cualquier tipo de música, aparecidas en el mercado español, y un ejemplo para posteriores sagas como "Lágrimas de arpa y luna", "Relax" o "Diálogos con la música".












10 comentarios:

Unknown dijo...

hacía años que no escuchaba a Raphael. Qué recuerdos Pepe)

Pepe dijo...

Grandes músicas para grandes momentos. Raphael tuvo unos cuantos discos auténticamente celestiales.

Juan Antonio dijo...

Excelente crítica que aporta datos sobre autores y artistas tanto en origen y procedencia como en estilo. Este tipo de recopilaciones la verdad que me gustan, ya que me van introduciendo en "nuevas músicas" y como sulen recopilar temas más o menos conocidos y/o populares hacen que el disco sea atractivo.

Pepe dijo...

Importantísimos este tipo de discos, pues permiten descubrir a músicos y adentrarse en este mundillo.
Supongo que estos días te vas a lares más fresquitos. Esperaré un poco entonces para enviarte una cosilla. Hablamos.

Anónimo dijo...

Hola! me encanta tu blog, me gusta el new age, enya etc... me gustaría recomendarte a un artista llamada Airyn, la nueva voz revelación del New Age, El día 14 de Diciembre saca su primer disco a la venta, llamado *The Sounds Of Earth* aquí te dejo enlaces a algunos de sus temas, junto con su web oficial y web de fans oficial. Un saludo!! espero que sea de tu agrado ;)
http://www.youtube.com/watch?v=mOLYimj0UR0
http://www.youtube.com/watch?v=ex5g8pO2DU4
http://www.youtube.com/watch?v=uwfqS_1j0-o
www.airyn.net
www.airyn-officialfansclub.com

Pepe dijo...

Agradezco cualquier consejo, así que inmediatamente le he echado un oído y suena bastante bien, seguiré la pista a esta sevillana. Gracias.

Anónimo dijo...

Excelente Blog. No encontraba por ningún sitio "Silver Caravan" de Tim Clark.
Saludos

Pepe dijo...

Gran composición esta de tim clark, aunque es una pena q el disco en el q viene recogida, Tales of the sun people, no mantenga ese nivel en su conjunto. Aún así, también recomendable.
Saludos.

Luis Manzano dijo...

¿Y el grandísimo Santi Vega?

Pepe dijo...

No recuerdo que Santi Vega apareciese en estas recopilaciones, lo que sí recuerdo son algunos de sus discos, especialmente "Isla mujeres". Tengo que rescatarlos!!!