15.11.09

DAVID ANTONY CLARK:
"Sacred Sites"

Existen en nuestro planeta determinados lugares de poder, enclaves determinados donde las energías de la Tierra, por diversos motivos, son encauzadas de forma adecuada, una tan mágica y especial que por momentos parece que transmitan su propia música a través del silencio. Estos sitios sagrados han sido utilizados y venerados religiosa o espiritualmente desde la antigüedad, por medio de emplazamientos megalíticos, catedrales o monumentos naturales de imponente belleza. Como un médium sonoro, el compositor neozelandés David Antony Clark se acercó en el año 2004 a algunos de estos lugares, e inspirado por su carácter mágico canalizó esas energías de la Tierra para lograr una inspiración superior que, combinada con los interesantes instrumentos que suele utilizar y su habilidad para encontrar la 'esencia primera' que nos conecta con el planeta, acabó conformando un álbum especial, maravilloso y ciertamente fascinante, uno de sus mejores trabajos, de título "Sacred Sites", publicado por su compañía habitual, White Cloud (con su correspondiente distribución en España -convenientemente traducida por Coro Acarreta- por parte de Resistencia).

A la natural espiritualidad de David Antony Clark se unía en este trabajo el misticismo y la energía de esos lugares sagrados escogidos por él mismo, inspiradores de paisajes sonoros llenos de magia, calor y fuerza. Las melodías no difieren del típico sonido de su autor, por lo que este disco no va a decepcionar al seguidor fiel del neozelandés, y sorprenderá además al que se adentre en su mundo por vez primera. Si bien cada trabajo de este preciosista músico supone un largo viaje, este va a constar de muchas más paradas en un larguísimo recorrido, de Australia a Perú pasando por Siria, Irlanda o el Himalaya, impregnándose de la esencia y el misterio de cada lugar sagrado, de tal manera que las visitas son más espirituales que en sus viajes por Australia o África, incluyendo voces y localizaciones de varios rincones del mundo, esos lugares sagrados que David recorre como un peregrino musical, como lo hizo en su momento, practicamente como un mochilero. El viaje comienza con "The Cape of Restless Souls" en su tierra, Nueva Zelanda, donde somos recibidos por cantos maoríes y por una de las melodías representativas de Clark, alternando tan eficazmente teclados con instrumentos de viento, que parecen contarse historias ancestrales. Son sin embargo esas voces únicas lo más destacable del disco, por su variado origen, aportando su grano de arena en el aura de cada pieza y adaptándose a sus temáticas: hindúes en "To the Ice God" (dedicado a la himalaya cueva de Shiva), árabes en "Midnight in the Temple of Baal" (donde la voz de Huda Melsom destaca en una elaborada y evocativa composición, con un interesante laúd árabe), gregorianas en "The Abbey and the Thorntree" (sobre la abadía de Glastonbury) o celtas en "Ghosts of Culloden" (donde Clark se deja llevar por su sangre irlandesa), completando una primera mitad del disco altamente interesante y globalmente efectiva. Es por contra el primer corte instrumental la gran joya del trabajo, una cautivadora melodía de atracción innegable que lleva por título "The Martyrs' Stone", dedicada a las lápidas del cementerio dublinés de Glasnevin. Sólo un peldaño por debajo se encuentra otra composición enteramente instrumental, "Brú na Bóinne", que cierra este apartado celta en su viaje hasta el complejo arqueológico de Newgrange, en Irlanda. Hasta la américa andina nos transporta "Machu Pichu", en la que podemos escuchar un poema del propio David Antony Clark en español. Ambientes naturales y sonidos selváticos pueden percibirse en varios de los cortes, si bien abundan especialmente en el último de ellos, "The Dreaming Pool", dedicado a los cortados de Ubirr, en el parque nacional de Kakadu (Australia), cuya melodía es tan simple como el rumor de esas sonoridades animales.

Por la presumible simpleza de sus melodías, su envoltura de new age ecológica, o simplemente por provenir de un país pequeño y una compañía de discos bastante desconocida, David Antony Clark no gozó, en su época de mayor esplendor, de mucho predicamento por parte de la crítica especializada. A pesar de ese ninguneo se trata, por méritos propios, de una referencia en las nuevas músicas, un espíritu aventurero cuya inspiración parecía tan inagotable como la belleza de los paraísos, naturales en su mayoría, a los que siempre ha referenciado en sus discos, de los que "Sacred Sites" es un clarísimo ejemplo de obra sin altibajos, un acertado disco lleno de melodías agradables, pegadizas, de inspiraciones varias aunque un sonido rotundo, el típico modo que tiene David Antony Clark de presentar su trabajo. Algunas leyendas ancestrales ya llevan asociada, de manera inherente, su música.

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5 comentarios:

antonio dijo...

Con esta música se puede viajar des de el sofá de casa ,te transporta .
Genial compositor ,este disco recuerdo lo radiaba RAMÓN en su gran programa DIÁLOGOS TRES ,grandes y bellos recuerdos guardo yo de este.
Saludos.

Jesús dijo...

Llevo tiempo sin escribir aunque te leo con frecuencia.
Que decir de este disco que gana cada vez que se oye y que estaba en mi lista de los 10 discos para llevar a una isla desierta.
Saludos

Pepe dijo...

Qué razón tienes, Antonio, música para viajar. Y qué recuerdos de Diálogos 3...

Jesús, me alegro de haberte hecho volver a opinar. Yo no creo que lo incluyera entre mis 10, pero desde luego es un disco que da gusto escuchar de vez en cuando.

Anónimo dijo...

Sólo dedirte que aunque no comente nada te animo a que continúes con el blog, que me hace descubrir música que no conocía y también recordar aquella que tenía escondida en la memoria. Con cada entrada lo primero que hago es buscarlo en spotify y escucharla mientras leo tus impresiones de cada canción. Siempre cae alguna canción a la playlist.

Pepe dijo...

Me alegro de que esa pequeña nómina de seguidores siga activa, un gran abrazo a tí y a todos los demás.