11.2.13

GANDALF:
"Journey to an imaginary land"

Austria no es un país que genere en la actualidad una gran cantidad de músicos de renombre, al contrario que en siglos pasados, cuando los austriacos podían sentirse orgullosos de sus compatriotas Mozart, Haydn, Schubert, Mahler o los Strauss, padre e hijo. Ya entrados en el siglo XX, Arnold Schönberg, György Ligeti (nacionalizado) o Anton Karas fueron nombres a tener en cuenta, si bien a nivel popular es más recordada la figura de Johann Hölzel, más conocido como Falco, creador del enorme éxito "Rock me Amadeus". En cuanto a la música new age, Gandalf es el sobrenombre escogido por el austriaco Heinz Strobl para presentar sus composiciones, de carácter sinfónico, con profusión de guitarras en una envoltura electrónica de enorme ambientalidad. Su discografía se inauguró con un soberbio trabajo titulado "Journey to an imaginary land", publicado por WEA en 1980 con un diseño sobrio y posiblemente pocas esperanzas de éxito.
 
Inspirado en el mundo de fantasía de las novelas de J. R. R. Tolkien de las que toma su nombre, que es el del voluntarioso mago de la Tierra Media, este multiinstrumentista desarrolla una épica aventura en este trabajo que él mismo compone, interpreta y produce. Como reza el título, un 'viaje a una tierra imaginaria', en el que Gandalf interpreta guitarras acústica y eléctrica, bajo, teclados, percusiones y mellotron, ese teclado eléctrico, antecedente del sampler, que reproducía sonidos pregrabados (cuerdas, flautas o efectos). Aunque en ocasiones suene un tanto tosco, la combinación de espiritualidad con sinfonismo recrea atmósferas potentes, aguerridas y estimulantes. Un comienzo atmosférico deviene enseguida en un cautivante estilo progresivo, muy efectista, de agraciada melodía, que presagia un largo viaje, lleno de magia y emociones. Ecos de décadas pasadas se dejan escuchar en ese deje arcaico con el que Gandalf supo encontrar un público fiel entre los amantes del rock sinfónico, la música cósmica y la más pura new age. Tras el acertado y atrayente "Departure", dominado por los teclados, las guitarras eléctricas rugen sobre el fondo de acústicas en "Foreign landscape", en la que no faltan numerosos efectos de sonido. Este 'paisaje extraño' representa el primer momento inquieto del viaje, y nuestro héroe camina sigilosamente y alerta. "The peaceful village" es un corte más relajante pero especialmente animado, casi folclórico, que representa el paso por un poblado pacífico y, por lo que parece, acogedor. La tensión acumulada en el tramo anterior se rebaja considerablemente y el autor encuentra un medio relajado de encauzar su inspiración a través de este pasaje bucólico con su propia danza (de título "The dance of joy"). A continuación, vientos solitarios y una percusión desértica indican el paso por la llanura sin fin ("March across the endless plain"), las guitarras despliegan sus acordes, primero acústica, después eléctrica, y los teclados acaban por unirse a esta melodía de la desesperación del caminante solitario que ve cómo este desierto no se acaba nunca. Los efectos sintéticos simulan espejismos, pero el viajero sin nombre se sobrepone y continúa su viaje. Parece que cada momento difícil encuentra su recompensa en un posterior lugar acogedor, como estos jardines de árboles frutales ("The fruitful gardens") en los que poder reponer fuerzas y tal vez encontrar compañeros de viaje tan tranquilos y estimulantes como este afortunado penúltimo tema de luminosos teclados. El viaje se acaba con la llegada al Lago de Cristal, en un atardecer profundamente cósmico dominado por efectos de sonido imaginativos y teclados sugerentes, evocadores de un cielo calmado y hermoso en un posible nuevo hogar en el que poder reposar ("Sunset at the Crystal Lake"). La ecología y la transculturalidad formarán parte de los futuros trabajos de este artista (en especial después de viajar a la India y conocer otras culturas), si bien los primeros ("Visions" o "To another horizon" entre ellos) navegaban entre lo relajante y lo progresivo, logrando un orprendente éxito que encauzó su motivación de manera efectiva y provocó numerosas interpretaciones en vivo, y colaboraciones con otros músicos de renombre como el ex-Genesis Steve Hackett.
 
Strobl, sin poseer un nombre tan rutilante como por ejemplo David Arkenstone (por citar a alguien de estilo e intenciones parecidas, aunque unos años posterior en su debut discográfico), se escudó en el nombre de Gandalf para revestir su música de misterio y gloria. Al tratarse de un epíteto prestado que además goza de evidente admiración, hay que mencionar que no es Heinz Strobl el único Gandalf en el mercado musical. Es preciso no confundirlo con la banda neoyorkina sesentera de pop psicodélico (su único disco, que presenta una bellísima portada, suele ser atribuído por falta de documentación a nuestro artista), con el grupo finlandés de death metal, ni con el grupo leonés de música celta. Aunque el nombre de Gandalf parezca evocar oscuros hechizos y paisajes mágicos y tenebrosos, en "Journey to an imaginary land" sólo es así en parte, pues nos encontramos también con un sonido algo dulzón, muy ambiental y de fácil escucha. Teclados, guitarras y efectos de sonido abundantes recrean paisajes de otras épocas, tal vez ecos de viejas leyendas perdidas en la noche de los tiempos.

3 comentarios:

Paco Fox dijo...

Mira que he intentado discos de este señor, pero nada: no consigue ni una melodía memorable.

Pepe dijo...

Voy a reconocerlo, hasta hace sólo unos meses no le tenía mucho respeto al amigo Gandalf, pues lo que había escuchado era de su etapa a partir de los 80 y no me enganchó en absoluto. Fue con este su primer disco con el que no sólo conecté sino que me hizo pensar en el prejuicio que, sin haber escuchado toda su discografía, le tenía.

No es que ahora haya cambiado mucho mis ideas (la mayor parte de su discografía me sigue pareciendo facilona y poco interesante), pero al darle una oportunidad descubrí que este trabajo es bastante inspirado, con ideas, pasajes muy logrados y un buen acabado.

Gracias por tu aportación, Paco, valoro mucho este tipo de comentarios en el que se cuestiona, desde el diálogo, la inclusión de ciertos discos o artistas.

Off Mental dijo...

Muchas gracias por esta referencia. Hacía tiempo que no los escuchaba!!
Me gusta este grupo, si señor, tienen algo especial... lo acústico y lo sintético en buena maridaje.

Saludos