4.1.10

STEVE KINDLER:
"Across a rainbow sea"


Fundada en el hermoso archipiélago de las islas Hawai, la compañía discográfica Global Pacific Records contó con varios años de intensa actividad en la difusión de una música instrumental muy acorde con la imagen que de estas islas podemos tener desde la lejanía: colorido, regocijo, paz y naturaleza. Mezclando elementos folclóricos, electrónicos, de la música clásica y del mundo del jazz, artistas como Joaquín Liévano, Georgia Kelly, Ben Tavera King, Teja Bell o Steve Kindler elaboraron para Global Pacific trabajos que si bien no entraron ruidosamente en las listas de éxitos de este tipo de músicas, sí que quedaron como una buena alternativa a las grandes compañías por su sonido elegante y jubiloso, de producción eficaz, buena presentación, y grandes dosis de calidad. No en vano, aunque Global Pacific acabara su actividad en pocos años, algunos de sus músicos siguen siendo recordados con interés, por ejemplo este violinista nacido en Oregon (aunque sus padres vivían en Alaska en aquella época) llamado Steve Kindler, que entró en la nómina de la compañía cuando se trasladó a vivir a Hawai, donde conoció a su esposa y publicó trabajos tan interesantes como "Across a rainbow sea".

Proveniente de una familia de músicos, Steve destacó enseguida como un niño prodigio, interpretando su violín en orquestas sinfónicas si bien a la par que Bach o Vivaldi -bajo la enseñanza del reconocido Raphael Spiro- encontró influencias de juventud en el rock de Led Zeppelin o The Beatles. El gran impulso en su carrera le llegó cuando recibió una importante llamada a los dieciocho años, la de John McLaughlin (un ídolo para Steve, al que consideraba un músico sin barreras, "con habilidad para casar la técnica y el enfoque clásico con el jazz y otras formas musicales") para incorporarse a la inminente gira mundial de la Mahavishnu Orchestra, a la que habían pertenecido importantes violinistas como Jerry Goodman o Jean-Luc Ponty, al que tenía que suplir en última instancia. Allí conoció a Jan Hammer, en cuya banda militó también en los 70 sustituyendo a Jerry Goodman. De ahí pasó a la banda de Jeff Beck, pero en 1978 decidió tomarse un descanso y trasladarse a Hawai, donde acabó tocando en la Orquesta Sinfónica de Honolulu, y entró en contacto con Global Pacific Records, con los que grabó varios atractivos trabajos, la mayoría de los cuales llegaron una vez el músico, cansado del clima tropical ("una cosa acerca de los climas tropicales es que las cosas se oxidan muy fácilmente, y las carreras y las personas no se resisten"), abandonó las islas para ubicarse esta vez en California. Tras sus experiencias anteriores, se adivinaba en Steve Kindler un músico ávido de emociones en diversos frentes, en solitario, con el grupo Barefoot, o colaborando con otros músicos de Global Pacific Records como Georgia Kelly o Teja Bell; con la primera retomó el espíritu impresionista en el sedoso trabajo "Fresh impressions" (con versiones de Fauré, Satie, Debussy y el posterior Honegger, amén de un tema del propio Kindler), mientras que con el segundo tejió una acertada red colorista de título "Dolphin smiles". Con la libertad que le otorgó la compañía, y una vez finalizada su difícil gira con el japonés Kitaro (que eligió un buen número de músicos estadounidenses para su presentación en directo en los Estados Unidos, entre ellos a Kindler en el violín, y con el que grabó el espectacular "Kojiki"), en 1990 creó su obra más recordada, "Across a rainbow sea"; en general se respira en el disco una enorme alegría y una tonalidad tan cálida y agradable como la que observamos en la maravillosa portada, obra de Andrew Annenberg. La evidencia es su primer tema, "For the Americas", un canto de esperanza de unión de los pueblos americanos (se nota en su ambiente folclórico) que, a pesar de contar con una variada instrumentación, está dominado rotundamente por el violín eléctrico de Steve. "Little Fuji" es otra de las melodías de fuerte inspiración tropical que destacan en el disco, poseedora de un armonioso encanto y abrumadora sensación de felicidad vacacional. Más suaves y meditativas son composiciones como "Plumeria" o "Mystic fire", evocadoras de ambientes más reposados (la primera es, por ejemplo, un recuerdo de las suaves brisas de las tardes tropicales, y la segunda de paisajes oceánicos), como una "Wistari reef" que goza de la colaboración de Suzanne Ciani al sintetizador. "Agua caliente" es otra de las composiciones destacadas, con una acertada guitarra de reminiscencias flamencas marcando el ritmo para dejar que el violín se explaye en toda su dimensión con un cierto ambiente latino. No hay que dejar de mencionar también el interesante corte titulado "Bodysurfer", que por su ritmo eléctrico puede recordar a ciertas composiciones de la época (como la conocida sintonía de la serie televisiva "Corrupción en Miami") de su amigo Jan Hammer, que a buen seguro dejó poso en el joven Steve. Todas las composiciones son del violinista, salvo "Caught up in the rapture", canción popularizada por Anita Baker. 

Aunque sobresalgan los violines (acústicos y eléctricos) para los que lógicamente están compuestas la mayoría de las piezas, "Across a rainbow sea" se beneficia de una rica instrumentación, donde destacan el paraguayo Carlos Reyes al arpa folk paraguaya, guitarra y bajo, las percusiones tropicales de Clay Henry, Isaac Epps y Pinchey Pete, la batería de Casey Scheuerell, la mencionada colaboración de Suzanne Ciani al sintetizador o la voz de la intérprete de jazz Jackie Ryan, que también grabó junto a Steve en su otro grupo de la nómina de Global Pacific, Barefoot. Kindler tambén interpreta las guitarras que suenan en tres de los cortes del trabajo, a excepción de la guitarra rítmica de "Agua caliente", a cargo de Carlos Reyes. La Mahavishnu Orchestra, Shadowfax, Jan Hammer, Jeff Beck o Kitaro son algunos de los artistas que han contado con colaboraciones de Steve Kindler, cuya forma de tocar el violín está influenciada por la música de la India, y que considera que este instrumento está injustamente estereotipado y debería tener un papel más amplio y destacado en la música actual, por sus características e influencia en las más variadas culturas. En definitiva, aconsejable rescatar algunos trabajos de Global Pacific y de Steve Kindler, un estupendo violinista que hace bastante tiempo que no se prodiga mucho.





3 comentarios:

El conde dijo...

Feliz año, señor Pepe. Me he alegrado mucho de que incluyese mis blogs entre sus enlaces, si bien no veo necesario que esté ahí "Biblioteca de visionarios", ya que era una mera réplica de "Otras músicas, otros mundos" que en su momento utilicé como campo de pruebas mientras aprendía este arte de hacer blogs. En cualquier caso, estoy muy agradecido. ¡Saludos!

Pepe dijo...

Bueno, lo dejaremos ahí un tiempo por si alguien quiere explorar en tus propuestas antiguas. Ya lo quitaré en su momento.

Una cosa que me sorprende de tu blog es la cantidad de entradas que colocas, me parece estupendo aunque, como ves, yo prefiero dosificar.

Feliz año, Conde.

Emilio dijo...

Hola, ¿que tal?, ayer 7 de abril vi a Kitaro en vivo aqui en mi ciudad, y me fascino, pero tambien me llamo poderosamente la atención el violinista STEVE KINDLER, y fue buscando como di a tu pagina, ¿donde podria obtener más música de el? Gracias, excelente blog.