Es posible que Wim Mertens constituya por sí sólo, más allá de denominaciones, un pequeño fenómeno. Tras muchos años de carrera, discos de variada temática y conciertos con diversidad de acompañamientos, consigue sobreponerse a cualquier crisis de la industria gracias a un talento desbordante, y continúa arrastrando en sus conciertos a un público fiel, que parece aumentar día tras día. Quizás gran parte de ellos desconozcan que una de sus obras más emblemáticas, "Maximizing the Audience", proviene de un encargo para componer la música de una obra de teatro escrita por el artista, dramaturgo y coreógrafo belga Jan Fabre titulada "The Power of Theatrical Madness", obra polémica de vanguardia europea que, a pesar de su negativa recepción popular, fue considerada como atrevida, inquietante y desgarradora por parte de la crítica; seguro que la música de Mertens, para bien o para mal, no pasó desapercibida, si bien su recuerdo de esta experiencia con el teatro es muy negativo, ambos mundos resultaron ser completamente diferentes y Mertens es un artista que prefiere la soledad en su trabajo de composición. Aun así, no fue ésta su primera experiencia en el teatro, ya que también había colaborado en 1981, en la ciudad de Lovaina, en una pequeña producción teatral llamada "Ver-Veranderingen", cuya música fue publicada en CD en 2003.
"The Power of Theatrical Madness" se estrenó mundialmente en la Bienal de Venecia el 11 de junio de 1984, y Les disques du Crépuscule publicó el disco de Wim Mertens en 1985 como doble LP (por su excesiva duración, más de 70 minutos), que se vio completado por dos maxis ("Maximizing the Audience (excerpt)" / "Whisper Me (excerpt)" y una edición limitada con el título de la obra que se vendía en los propios espectáculos, "The Fosse" / "Lir"). El CD llegaría en 1988. La escucha de este álbum es toda una experiencia, que en su estética minimalista rompe con mucho de lo escuchado anteriormente en músicos europeos. Tras haber demostrado en sus anteriores trabajos ser un genio con las piezas cortas ("Close Cover", "Struggle for Pleasure"), Mertens aprovechó este encargo para expandir la duración de sus composiciones y explayarse en la búsqueda y confirmación de un sonido propio y auténtico, también atrevido si tomamos como muestra la pieza que abre el disco, "Circles", que como esos recintos en los que se iba a interpretar la obra, se va desarrollando y llenando poco a poco, en una desestructuración de esa reducción a lo esencial que propugna el espíritu minimalista; luego se hablará de repetición para definir y encasillar el fenómeno, pero "Circles" refleja la maravillosa y extraña simpleza de tres clarinetes y un saxo soprano jugando con brevísimas notas. Y si bien "Circles" ahonda profundamente en la definición misma de minimalismo, la inclusión de "Lir" en este género es un poco más brusca; Mertens marca su territorio con esta pieza evasiva al piano, demostrando una forma tan particular de entender la música como racional en su acabado, pues "Lir" es un monólogo de piano de 18 minutos que, como respuesta al desasosiego creado por "Circles", nos sume en una serena laxitud. Aún más que la longitud de las composiciones, otro hecho destacable de este trabajo es la inclusión de la voz por primera vez -salvo un pequeño atisbo en "Close Cover"- en la carrera un Wim Mertens que recalca cómo parte de su formación proviene de una tradición vocal. Afirma de hecho que en su música la importancia de las voces es tal que los instrumentos tienden a cantar. En la canción "Maximizing the Audience" deslumbra la combinación de piano y voces operísticas con interesantes cambios de ritmo y de intensidad en una atractiva melodía inclasificable, donde además los pianos son adornados por el violín y más discretamente el saxo soprano, ensalzando el carácter neoclásico de la música de Mertens. Por mucho que el belga interprete y reinvente esta pieza, jamás sonará tan bella y perfecta como el original. "The Fosse" es la adaptación de "Lir" a la estructura de canción propiamente dicha, es decir, a una duración de 'single' con el acompañamiento vocal -aunque de nuevo operístico- de Minne Pauwels; el resultado es elegante (la melodía de piano sigue siendo bellísima) pero bastante anticomercial, lo cual no le resta interés a una pieza que contaría con una versión algo más tosca, ampliada y con voces masculinas, dos años más tarde en el álbum "Educes Me". Para acabar el disco con el tono vanguardista con el que empezó, "Whisper Me" se sostiene durante diecinueve minutos en base a un frágil desarrollo de cuerdas que se repite hasta la saciedad; no hace falta que recuerde el término a aplicar, pero sí hay que destacar que se trata de la primera pieza de Wim Mertens en la que escuchamos con integridad su propia voz, que sin articular palabra conocida alguna, se incorpora como un instrumento más a la grabación. Como curiosidad añadida a la obra, una cierta polémica salpicó al español Nacho Cano cuando presentó la partitura de su composición "Música para una boda" (en homenaje a Don Felipe y Doña Letizia), por su gran parecido con "The Fosse".
"The Power of Theatrical Madness" se estrenó mundialmente en la Bienal de Venecia el 11 de junio de 1984, y Les disques du Crépuscule publicó el disco de Wim Mertens en 1985 como doble LP (por su excesiva duración, más de 70 minutos), que se vio completado por dos maxis ("Maximizing the Audience (excerpt)" / "Whisper Me (excerpt)" y una edición limitada con el título de la obra que se vendía en los propios espectáculos, "The Fosse" / "Lir"). El CD llegaría en 1988. La escucha de este álbum es toda una experiencia, que en su estética minimalista rompe con mucho de lo escuchado anteriormente en músicos europeos. Tras haber demostrado en sus anteriores trabajos ser un genio con las piezas cortas ("Close Cover", "Struggle for Pleasure"), Mertens aprovechó este encargo para expandir la duración de sus composiciones y explayarse en la búsqueda y confirmación de un sonido propio y auténtico, también atrevido si tomamos como muestra la pieza que abre el disco, "Circles", que como esos recintos en los que se iba a interpretar la obra, se va desarrollando y llenando poco a poco, en una desestructuración de esa reducción a lo esencial que propugna el espíritu minimalista; luego se hablará de repetición para definir y encasillar el fenómeno, pero "Circles" refleja la maravillosa y extraña simpleza de tres clarinetes y un saxo soprano jugando con brevísimas notas. Y si bien "Circles" ahonda profundamente en la definición misma de minimalismo, la inclusión de "Lir" en este género es un poco más brusca; Mertens marca su territorio con esta pieza evasiva al piano, demostrando una forma tan particular de entender la música como racional en su acabado, pues "Lir" es un monólogo de piano de 18 minutos que, como respuesta al desasosiego creado por "Circles", nos sume en una serena laxitud. Aún más que la longitud de las composiciones, otro hecho destacable de este trabajo es la inclusión de la voz por primera vez -salvo un pequeño atisbo en "Close Cover"- en la carrera un Wim Mertens que recalca cómo parte de su formación proviene de una tradición vocal. Afirma de hecho que en su música la importancia de las voces es tal que los instrumentos tienden a cantar. En la canción "Maximizing the Audience" deslumbra la combinación de piano y voces operísticas con interesantes cambios de ritmo y de intensidad en una atractiva melodía inclasificable, donde además los pianos son adornados por el violín y más discretamente el saxo soprano, ensalzando el carácter neoclásico de la música de Mertens. Por mucho que el belga interprete y reinvente esta pieza, jamás sonará tan bella y perfecta como el original. "The Fosse" es la adaptación de "Lir" a la estructura de canción propiamente dicha, es decir, a una duración de 'single' con el acompañamiento vocal -aunque de nuevo operístico- de Minne Pauwels; el resultado es elegante (la melodía de piano sigue siendo bellísima) pero bastante anticomercial, lo cual no le resta interés a una pieza que contaría con una versión algo más tosca, ampliada y con voces masculinas, dos años más tarde en el álbum "Educes Me". Para acabar el disco con el tono vanguardista con el que empezó, "Whisper Me" se sostiene durante diecinueve minutos en base a un frágil desarrollo de cuerdas que se repite hasta la saciedad; no hace falta que recuerde el término a aplicar, pero sí hay que destacar que se trata de la primera pieza de Wim Mertens en la que escuchamos con integridad su propia voz, que sin articular palabra conocida alguna, se incorpora como un instrumento más a la grabación. Como curiosidad añadida a la obra, una cierta polémica salpicó al español Nacho Cano cuando presentó la partitura de su composición "Música para una boda" (en homenaje a Don Felipe y Doña Letizia), por su gran parecido con "The Fosse".
Una portada elegante e impoluta para un producto pulcro y nada fácil de digerir para el gran público. El más moderno, acostumbrado a vanguardias contemporáneas, supo saborear la atrevida propuesta. Wim Mertens y su conjunto acompañaron algunas de las representaciones (Venecia y Londres), mientras que en las demás se utilizó música grabada. Cabe reseñar que Mertens, tras esta experiencia y la comentada "Ver-Veranderingen", sólo ha compuesto otras dos veces para teatro, de nuevo en 1984 para la obra del rumano Eugene Ionesco "Le roi se meurt", y en 1988 con "Torchlight and laserbeams", basada en los escritos de Christopher Nolan. Han pasado varias décadas y, aunque sí que ha hecho incursiones en el cine, los géneros más cultos como teatro o danza no han vuelto a ser visitados por este músico belga, posiblemente por no tener el control del espectáculo y no poder llegar a un público mayoritario. Al fin y al cabo, esa cierta presunción que parece acompañarle en su carrera le hizo declarar en determinado momento: "Quiero que mi música llegue a ser tan popular como se pueda (...) es sin duda mi ambición de maximizar la audiencia".
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16 comentarios:
Amor e indiferencia me suscita este hombre. Alguna de sus piezas son memorables. Me encanta el album Skopos, y, en concreto, What That One Does es maravillosa.
Hola de nuevo,
Me encanta que hayas elegido este disco de W.Mertens para comentar porque para mí es sencillamente exquisito. De lo mejor que se ha hecho en Minimalismo y Nuevas Músicas en general.
Te vuelvo a dar mi enhorabuena por el blog.
Recuerdo que, allá por el 88, mi primera novieta en la universidad me pasó una cinta con una música que me impactó, el Maximizing the audience. Del rock radical vasco y del punk a la new age, así, de sopetón, de la mano de Mertens. Hasta hoy. Gracias por el artículo.
Saludos. Rober
Amor e indiferencia son sentimientos muy encontrados, aunque en Mertens me lo puedo creer. Y 'del punk a la new age' es brutal, los dos tienen algo de radical, pero me parece que prefiero a Mertens...
Pepitogrillo, gracias de nuevo. En efecto creo que este disco era fundamental y acercó al gran público una música muy interesante, si es que conseguían acabar el disco. Como dices, exquisito.
Muy buen post, Pepe.
Era la época en la que, gracias a Trecet, Mertens pasó a ser muy conocido en España; no en vano, el "Motives for writing" del 89 llegó a colarse entre los superventas en nuestro país.
El disco que nos ocupa destila una belleza especial, algo que Mertens ha conseguido en piezas concretas posteriores pero en pocos discos como un todo. Recuerdo grabarle la pieza homónima a una amiga y recibir el comentario de que le encantaba porque era como varias canciones en una, todo ello aderezado con un clímax final.
Trecet recordaba en su ya extinto programa ver la obra en Londres en la época y escuchar salvas interminables de aplausos para Mertens.
Destacar que "The fosse" tendría versión para voces masculinas en "A visiting card", adquiriendo un tono tremendamente melancólico y casi oscuro. Y que, años más tarde, saltaría la polémica por el supuesto plagio de Nacho Cano en su "Música para una boda". Quizá lo que ocurrió es que se trata de una progresión de acordes muy común y sonaban de forma similar; en todo caso, me quedo con la melodía de Mertens...
Yo diría también que no es "Whisper me" donde primero se escuchó la voz de Mertens, sino en "Close cover", acompañando la parte final del tema. Amén de que ha habido cierta discusión sobre qué cantaban las sopranos en el tema principal; parece que "Richard Wagner" sí puede escucharse...
Y es cierto, "What that one does" (de "Skopos") es fantástica, auténtica droga para el cerebro.
Cierro los ojos, oigo a Mertens y siento el primero, el último y el único objetivo que tiene la música: emocionarme y emocionarme. Este tío es uno de los grandes y espero que la historia de la música lo ponga en su sitio
Un saludo
Es curioso. A veces es cierta la impresión de una sensación de apatía en su música. Pienso que este homnbre se "musica" a sí mismo, en todo. Me encanta la versión en directo que circula de youtube de Maximizing The Audience. Uno de mis artistas de cabecera.
Oliver
Quería compartir algo con la comunidad. Acabo de descubir una pieza de estética contemporánea-experimental sublime de un grupo puck-rock muy conocico. Muchas veces se nos escapa la música porque circula por canales aparentemente desconectados a los nuestros.
Nine Inch Nails - Leaving Hope
http://www.youtube.com/watch?v=Tbmlf734R9Q
Disfrutarla.
Un temita delicado y sugerente. Intento no dejar de lado ciertos tipos de música, y dejarme aconsejar por amiguetes, pero es tan difícil abarcar todo...
Siguiendo con Mertens, ¿qué decir al amigo Christian? Como siempre, comentario soberbio, y tomo nota de lo de la voz en "Close cover", ya pensaré cómo cambio la crítica.
También estoy con Laubarel, ciertos discos de Mertens consiguen emocionarme. Está claro que es un genio, aunque muchos odien su voz o su música.
En mi opinión, Maximizing es un temazo magnífico, pero el resto es morralla anodina.
Este tío me parece muy irregular, aunque cuando es bueno es muy bonito.
¡Hola Pepe! Me encanta que por fin "Maximizing" haya sido objeto de tu análisis.
Como pienso que le ocurrió a mucha gente, yo descubrí a Wim a través de este cd (o LP?). Y también tuve un paso brusco del heavy que acostumbraba a escuchar, a Wim, de repente, gracias a Maximizing. Y es que creo que a menudo Wim tiene una intensidad muy especial que trasciende los géneros musicales.
Recuerdo cómo me quedé escuchando el piano inicial, la percusión... y cuando entró la voz era lo último que me esperaba. Nunca había escuchado una voz "de ópera" en un contexto como este. Me pareció genial.
Por supuesto, difiero del compañero que ha posteado justo antes que yo, que califica de "morralla anodina" al resto del cd. Despreciar obras como "the Fosse" o "Lir" supongo que es producto de la ignorancia.
Pepe, veo que has puesto reproductures de audio, y también videos embebidos en el blog ¡enhorabuena! Es un placer escribir un comentario escuchando algo del cd en cuestión con un simple click :)
Tu blog es ya imprescindible para los que amamos estas músicas.
Muchas gracias, joseclon, y enhorabuena por ese cambio del heavy por Mertens (aunque hay cosas interesantes en el heavy, no seré yo quien lo niegue).
Yo también creo que "Lir" o incluso "Circles" merecen mucho más que el calificativo de 'morralla anodina', y es que el amigo Warren a veces es un poco taxativo. Menos mal que estamos nosotros aquí para discutirle algunas de sus opiniones, je je.
Si se acerca de casualidad por aquí algún auténtico seguidor de Mertens, le aconsejo que acuda a tu foro sobre el belga (en los enlaces musicales de solsticio) para que podáis juntaros unos cuantos fans.
Hace poco me bajé la discografía de Mertens (menos unos 8 o 9 discos, que no los encuentro por ningún lado)para comprobar si alguien que ha compuesto temas tan maravillosos como "4 mains", "Au-delà du fleuve", "Hedgehod's skin", "Maximizing the audience" o "Prudence" era un artista completo o un músico irregular.
Y menuda sorpresa. Mertens tiene unos 50 ó 60 temas impresionantes que me emocionan y que no me canso de oír. Pero tiene otros, más bien muchos, que son sencillamente insoportables, aburridos, largos, experimentales, repetitivos hasta la extenuación y todos los calificativos que se os ocurran. Pero no sólo temas, hay discos enteros que son horrorosos (ahora entiendo sus más de 50 discos en 30 años de carrera musical)La verdad es que ha sido una gran desilusión. En fin, nadie es perfecto.
Un saludo
Supongo que te referirás a sus ciclos, como "Alle dinghe" o "Gave van niets". Hablar de ellos requeriría mucho espacio extra; demandan escuchas pacientes pero contienen dispersas auténticas joyas. Incluso dobles compactos maravillosos, como "Poéma", al piano.
Lo mejor de todo es que sigue componiendo piezas fabulosas, como la que hizo hace unos meses para el desfile de presentación de la colección de otoño para hombre de Christian Dior. Aquí, a partir del minuto 5.26, podéis escuchar qué maravillas le rondan por la cabeza:
http://www.youtube.com/watch?v=akaQdzrDn4w
Es, por momentos, un músico difícil, y no sé muy bien por qué saca esos discos tan raros, mi única explicación es que él los considere rematadamente buenos, y por lo tanto yo deba dedicarles un poco más de atención. En todo caso, olé por él.
Visto el video, Christian, aunque no me parece un TEMAZO con mayúsculas. Recuerdo el último concierto de este hombre que vimos juntos, ahí sí que sonaron piezas que aún no habían visto la luz, y que, no sé por qué, ganan muchísimo en directo.
¡Vaya! Menudo revuelo ha levantado por aquí este álbum. Esto es lo que ocurre cuando un compositor minimalista es introducido dentro del mercado de la New Age, y es que Mertens no es el único caso. Con Philip Glass ocurre algo parecido, pues la gente que disfruta con las bandas sonoras de “El Ilusionista” y “Las Horas” se queda de piedra cuando escucha “Einstein On The Beach”. También Michael Nyman tiene esos “M-Work” o “After The Extra Time” que habrán provocado más de un infarto a los que disfrutaron con “El Piano”. ¡Ojo! Que también ocurre al revés. No serán pocos los aficionados a las vanguardias que habrán visto en la estupenda “Close Cover” una pieza facilona diseñada para gustar al público poco exigente. Lo que no entiendo es por qué alguien que ha disfrutado con “Maximizing The Audience” puede rehusar “The Fosse”, una deliciosa alternativa en clave Lieder para los que no lograron llegar al final de “Lir”.
Mi sincera opinión es que “Maximizing The Audience” es uno de los mejores álbumes de un compositor al que aprecio mucho. Trabajos como éste son esenciales para entender cómo estos dos polos, el vanguardista y el “adherente” (por llamarlo de alguna forma) pueden convivir en una misma obra sin estar reñidos uno con otro. Además, en cualquiera de sus dos vertientes, Mertens aporta esa especie de carisma suyo que hace que unos sencillos acordes o arpegios funcionen sin caer en el empalago –gran pecado este último de los numerosos imitadores del artista.
Un saludo y gracias por maximizar nuestra audiencia ;)
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