Tras no pocas dificultades en el duro mundo de la música, el versátil compositor escocés Craig Armstrong (nacido en Glasgow en 1959), siguiendo fiel a unas maravillosas ideas de apertura y de fusión de lo académico y lo popular, ha conseguido labrarse una carrera que si en los 90 era prometedora, a partir del cambio de siglo se convirtió en más que una realidad, de una amplitud efervescente, y un eclecticismo que la convierte en una obra enormemente atractiva pero de difícil clasificación. Orígenes clásicos, bandas sonoras de todo tipo, influencias y producciones en el pop, contactos con el trip hop, electrónica, experimentalidad... una variedad de caminos a través de los que, lejos de elegir, Armstrong acabó llegando a una lógica combinación, lógica porque no hace falta renunciar a ningún elemento siempre que tenga algo interesante que aportar, y en esta coctelera, sólo hay que asomarse, ningún sonido es intrascendente. Así, a veces es difícil discernir si estamos ante un compositor de música contemporánea o un gurú de las nuevas tendencias. Y no es que Craig Armstrong haya descubierto una nueva forma de hacer música, sino que su calidad, atrevimiento y acabado la convierten en una joya de la música fronteriza entre los siglos XX y XXI.
Publicado por Melankolic y Virgin en 1998, Armstrong define "The space between us", su primer álbum en solitario, como una retrospectiva de sus primeras bandas sonoras y su trabajo con Massive Attack, aglutinando sus influencias en el mundo clásico, el trip hop y la electrónica. Efectivamente, nuestro protagonista tuvo una interesante labor en "Protection", el segundo álbum de esta estupenda banda de trip hop de Bristol. Esta es la razón de que a algunos les pueda llegar a sonar, aunque en otro registro, la sublime canción de inicio de "The space between us", un clásico moderno de título "Weather storm". La pieza se desarrolla con una dulzura casi sensual de teclados, cuerdas envolventes y efectos suaves pero con carácter, y merece más que una simple escucha, merece toda la atención del oyente para dejarse atrapar en su hechizo atemporal, no hay palabras, como no hay guitarra, batería o bajo en el disco, sólo hay, dependiendo de los temas, orquesta, teclados, voz y ritmos, creando de la nada tensión, desasosiego, esperanza o amor. Amor es precisamente lo que presenta en el segundo corte, otra muestra de la increible capacidad de este escocés para deleitarnos, una poderosa balada en un avanzado estilo downtempo, de título "This love", cantada por la dulce voz de la cantante de Cocteau Twins, Elizabeth Fraser. Puede que después de un comienzo tan abrumador cualquier disco simplemente se deje llevar, si bien no es éste el caso, encontrándonos con un trabajo compacto repleto de numerosos ejemplos de clase y maestría: "Sly II" (la segunda adaptación pseudo-orquestal de los temas co-escritos por Armstrong, Robert del Naja y demás miembros de Massive Attack para su álbum "Protection"), "Laura's theme" (dotada de una estremecedora inquietud), "Balcony Scene" (de la banda sonora de "Romeo + Juliet", la película de su amigo Baz Luhrmann, con el que repetirá colaboraciones en el tiempo -"Moulin rouge", "El gran Gastby"-), "Lets go out tonight" (una versión de la canción de la banda de Glasgow Ble Nile, cantada por su propio líder, Paul Buchanan, amigo de Craig) o la rítmica "Rise", que acaba de afianzar la idea ya expuesta de Craig Armstrong como el extraño ejemplo de músico cuyas composiciones gozan por igual de un elegante clasicismo y una interesante modernidad. A ese umbral se llega gracias a la combinación de la orquesta con los teclados y las programaciones, obteniendo un resultado pulcro, de producción exquisita y poesía latente en una síntesis de aromas dispares fundidos en uno solo, el de hoy, el de mañana y el de antaño. Notas melancólicas como la de "My father", o tan ambientales como "Glasgow", acaban de humanizar una obra completa, única y exuberante. Craig, que interpreta piano y teclados en el álbum, y conduce la orquesta, se rodea de buenas referencias y de afamados productores en la coescritura de alguno de los temas, no sólo los miembros de Massive Attack (Andrew Vowles, Robert Del Naja y Grant Marshall), sino también nombres importantes en la época como Marius de Vries o Nellee Hooper. Armstrong tardó cinco años en publicar una segunda colección de temas como la que impulsó su nombre, fue de nuevo Melankolic y Virgin los que publicaron en 2002 ese segundo disco, "As if to nothing", otra gran demostración de estilo, con un sonido algo mas oscuro que su opera prima, tanto en instrumentales como en vocales (cuyo numero crece respecto al debut), manteniendo el importante equilibrio entre lo orquestal y lo urbano.
En 2017 se publicó una edición de "The space between us" en doble vinilo, y Craig Armstrong afirmó tener muy buenos recuerdos de aquellos momentos: "Cuando Marc Picken y Massive Attack me pidieron que fuera un artista en su nuevo sello Melankolic, fue realmente inesperado, pero me llevó a una experiencia musical fantástica para mí". El músico se seguía sorprendiendo de la relevancia de aquella referencia: "Lo que me parece realmente emocionante es que tantos jóvenes músicos se acercan a mí y dicen que este álbum fue una gran influencia para ellos. Y es increíble después de todos estos años que todavía se escucha en todo el mundo. Espero que disfrutes de este vinilo tanto como lo hice". Esta edición incluyó dos nuevos cortes, "Io canto" y "Mackenzie". Tremendamente versátil e igual de imaginativo con los ritmos urbanos como con las melodías de corte contemporáneo (ha orquestado y compuesto canciones de artistas de primera fila como U2, Texas, Madonna o Pet Shop Boys), Craig Armstrong consigue derribar fronteras con este trabajo, las mismas que separan estilos musicales presuntamente enfrentados, y elimina de esta manera ese espacio que no debería de existir, tanto 'entre nosotros' -sugerente título y portada del álbum- como entre géneros que acaban expresando una maravillosa y genuina sensibilidad. Para disfrutar totalmente perdiéndose en su gozosa esencia y en sus sutiles arreglos.
Publicado por Melankolic y Virgin en 1998, Armstrong define "The space between us", su primer álbum en solitario, como una retrospectiva de sus primeras bandas sonoras y su trabajo con Massive Attack, aglutinando sus influencias en el mundo clásico, el trip hop y la electrónica. Efectivamente, nuestro protagonista tuvo una interesante labor en "Protection", el segundo álbum de esta estupenda banda de trip hop de Bristol. Esta es la razón de que a algunos les pueda llegar a sonar, aunque en otro registro, la sublime canción de inicio de "The space between us", un clásico moderno de título "Weather storm". La pieza se desarrolla con una dulzura casi sensual de teclados, cuerdas envolventes y efectos suaves pero con carácter, y merece más que una simple escucha, merece toda la atención del oyente para dejarse atrapar en su hechizo atemporal, no hay palabras, como no hay guitarra, batería o bajo en el disco, sólo hay, dependiendo de los temas, orquesta, teclados, voz y ritmos, creando de la nada tensión, desasosiego, esperanza o amor. Amor es precisamente lo que presenta en el segundo corte, otra muestra de la increible capacidad de este escocés para deleitarnos, una poderosa balada en un avanzado estilo downtempo, de título "This love", cantada por la dulce voz de la cantante de Cocteau Twins, Elizabeth Fraser. Puede que después de un comienzo tan abrumador cualquier disco simplemente se deje llevar, si bien no es éste el caso, encontrándonos con un trabajo compacto repleto de numerosos ejemplos de clase y maestría: "Sly II" (la segunda adaptación pseudo-orquestal de los temas co-escritos por Armstrong, Robert del Naja y demás miembros de Massive Attack para su álbum "Protection"), "Laura's theme" (dotada de una estremecedora inquietud), "Balcony Scene" (de la banda sonora de "Romeo + Juliet", la película de su amigo Baz Luhrmann, con el que repetirá colaboraciones en el tiempo -"Moulin rouge", "El gran Gastby"-), "Lets go out tonight" (una versión de la canción de la banda de Glasgow Ble Nile, cantada por su propio líder, Paul Buchanan, amigo de Craig) o la rítmica "Rise", que acaba de afianzar la idea ya expuesta de Craig Armstrong como el extraño ejemplo de músico cuyas composiciones gozan por igual de un elegante clasicismo y una interesante modernidad. A ese umbral se llega gracias a la combinación de la orquesta con los teclados y las programaciones, obteniendo un resultado pulcro, de producción exquisita y poesía latente en una síntesis de aromas dispares fundidos en uno solo, el de hoy, el de mañana y el de antaño. Notas melancólicas como la de "My father", o tan ambientales como "Glasgow", acaban de humanizar una obra completa, única y exuberante. Craig, que interpreta piano y teclados en el álbum, y conduce la orquesta, se rodea de buenas referencias y de afamados productores en la coescritura de alguno de los temas, no sólo los miembros de Massive Attack (Andrew Vowles, Robert Del Naja y Grant Marshall), sino también nombres importantes en la época como Marius de Vries o Nellee Hooper. Armstrong tardó cinco años en publicar una segunda colección de temas como la que impulsó su nombre, fue de nuevo Melankolic y Virgin los que publicaron en 2002 ese segundo disco, "As if to nothing", otra gran demostración de estilo, con un sonido algo mas oscuro que su opera prima, tanto en instrumentales como en vocales (cuyo numero crece respecto al debut), manteniendo el importante equilibrio entre lo orquestal y lo urbano.
En 2017 se publicó una edición de "The space between us" en doble vinilo, y Craig Armstrong afirmó tener muy buenos recuerdos de aquellos momentos: "Cuando Marc Picken y Massive Attack me pidieron que fuera un artista en su nuevo sello Melankolic, fue realmente inesperado, pero me llevó a una experiencia musical fantástica para mí". El músico se seguía sorprendiendo de la relevancia de aquella referencia: "Lo que me parece realmente emocionante es que tantos jóvenes músicos se acercan a mí y dicen que este álbum fue una gran influencia para ellos. Y es increíble después de todos estos años que todavía se escucha en todo el mundo. Espero que disfrutes de este vinilo tanto como lo hice". Esta edición incluyó dos nuevos cortes, "Io canto" y "Mackenzie". Tremendamente versátil e igual de imaginativo con los ritmos urbanos como con las melodías de corte contemporáneo (ha orquestado y compuesto canciones de artistas de primera fila como U2, Texas, Madonna o Pet Shop Boys), Craig Armstrong consigue derribar fronteras con este trabajo, las mismas que separan estilos musicales presuntamente enfrentados, y elimina de esta manera ese espacio que no debería de existir, tanto 'entre nosotros' -sugerente título y portada del álbum- como entre géneros que acaban expresando una maravillosa y genuina sensibilidad. Para disfrutar totalmente perdiéndose en su gozosa esencia y en sus sutiles arreglos.
9 comentarios:
No sabía que este hombre tenía discos aparte de las bandas sonoras. Me parece uno de los pocos compositores del género de la actualidad que merece la pena (los créditos finales de Moulin Rouge y el tema principal de Love Actually son tremendos). Gracias por el aviso en forma de reseña.
*Nota tangencial: si bien no me gusta Massive Attack, me caen la mar de simpáticos, porque en una época en la que mentar al progresivo era anatema (hoy sólo es considerado una vergüenza: ¡vamos progresando!), ellos dijeron que eran fans del Tubular Bells. ¡Buena gente!
Yo les tenía un cierto aprecio pero cuando descubrí su comentario hacia "Tubular bells" su imagen aumentó (parecido a lo que sucedió con Marat Safin en tenis o Jacques Villeneuve en F1).
En cuanto a Craig A., este disco es de hace diez años, sólo te has despistado un par de lustros, pero vale la pena corregir ese error. Su siguiente trabajo también es muy aconsejable, y en general lo que ha venido haciendo desde entonces, como esas bandas sonoras que comentas.
Me permito recomendar un disco de Craig Armstrong que me encanta: la bso de 'Elisabeth: the Golden Age', fusión perfecta de orquesta, coro y sutil electrónica. Trabajo en el que, por cierto, colabora "un tal" R.A. Rahman, en su vida antes de 'Slumdog Millionaire'.
Servidor se queda con 'As if to nothing'
Invitado: Gracias por la recomendación, te aseguro que tomo muy buena nota.
Anónimo: "As if to nothing" es otro gran disco de Craig Armstrong, seguramente a la misma altura que el primero. Si -como sospecho- eres Miguel, lo que decanta tu elección es la colaboración de Evan Dando. Si no eres Miguel, tu opinión es más respetable todavía ;P
Comparto mi pasión por la música de Craig Armstrong desde que lo descubrí con la banda sonora de 'El Coleccionista de Huesos'.
Otra sugerencia en la misma línea: Winona Craig Armstrong & Scott Fraser): Rosebud.
Me alegra verte por aquí, Javier, alguien que ha entrevistado a tan grandes músicos.
Me uno a tu sugerencia, hace unos meses escuché el tema de Winona "The white room" y me pareció estupendo, imagina mi sorpresa cuando me enteré que Craig Armstrong estaba detrás del mismo.
Un saludo.
Soy el único y genuino Sapo, creo haber sido invocado en este humilde blog. Efectivamente lo que más valoro de este tio es la colaboración del amigo Evan, y la canción en si no esta nada mal.
Que nuestro amigo anónimo me sepa perdonar por confundirle con Miguel 'Sapo', el cual, a pesar de no haber escuchado apenas "The space between us", se decanta sin pudor por el segundo álbum, "As if to nothing".
Sapo, este álbum podría tener perfecta cabida en este blog, pero te aconsejo que abras el tuyo y lo defiendas ahí. Nos vemos en la charca.
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