Con una sorprendente dosis de talento, fuerza creativa y habilidad para combinar sonidos nuevos con las tradiciones cercanas, el nombre del israelí Idan Raichel comenzó a cobrar un inusitado protagonismo en los albores del siglo XXI, y aunque esencialmente se haya convertido en un fenómeno de masas en Israel, la calidad de su música abierta y rotunda ha logrado traspasar las fronteras de ese pequeño pero activo país. Teclista (aunque también canta y toca otros instrumentos) nacido en 1977 en la céntrica ciudad de Kfar Saba, Idan Raichel es el cerebro de un proyecto multicultural al que agrupó bajo el nombre The Idan Raichel Project, que representaba una gran fusión de razas y tradiciones, un viaje musical y vital que surgió de un encuentro entre amigos, un maravilloso choque de ideas grabado sin muchas pretensiones en el estudio de Raichel en casa de sus padres.
Por su situación geográfica, la herencia musical israelí posee elementos tanto orientales como occidentales, pudiendo abarcar estilos absolutamente eclécticos, con los que creció Idan Raichel, que igual absorbía música clásica como jazz, rap, pop yemení o música electrónica. El talento de este joven que lucía en aquella época unas larguísimas rastas residía en saber combinar el misticismo de su educación hebrea con la seriedad europea y la fuerza vital que desprenden los ritmos africanos, todo ello en un ambiente orientalizado. El cocktel es de un resultado asombroso, el moderno sonido que presentaba el Project no resta protagonismo a esas voces que suenan a otro tiempo, a viajes y a paisajes extraños para la mayoría de nosotros. Merced al contacto de Idan con gentes de Etiopía, Yemen o Sudán, sin olvidar su propia ascendencia de Europa del este, y tras entablar importantes amistades en el servicio militar con hombres y mujeres (en Israel nadie se libra del reclutamiento) de intereses afines, la música resultante fue de una riqueza abrumadora, y se mostró al mundo en dos primeros álbumes magistrales publicados en Helicon Records: "Idan Raichel's Project" en 2002 y "Out of the depths" en 2005, que Cumbancha Records ofreció convenientemente reunidos en un sólo álbum para el mercado internacional en 2006. En ese "The Idan Raichel Project" abruma la elegancia de los arreglos típicamente pop sobre bases de aspecto étnico en sus grandes éxitos, como el que había llegado en 2002 con su primer álbum, una pieza de pegadizo recuerdo titulada "Bo'ee (Come to me)", cantada en hebreo y amárico -una lengua etíope- por Yair Ziv y Shiran Cohen, una gran sorpresa que en ese mismo disco estaba refrendada por una canción absolutamente hermosa, "Im telech", tres minutos paralizantes cantados por Din Din Aviv y tocados por el momento mágico del joven Raichel. Junto a ellos, tal vez por delante en profundidad e hipnotismo, se situaba la apasionante canción que titulaba su segundo álbum, "Mi'ma'amakim", una especie de himno cantado por Raichel y Avi Vesa Vograss. A estos tres hits hay que unir que algunos de los ritmos modernizados -en un estilo que bordea por igual el etno-tecno o la más auténtica World Music- parecen tomados prestados a tribus africanas ("Ayal-Ayale", "Brong faya") o a poblados yemeníes ("Im tachpetza"). Esa sublime producción permite que, tanto en canciones intimistas como bailables, tengan cabida salmos bíblicos (el salmo 130 en la propia "Mi'Ma'amakim"), poesía mística (la elegante "Hinach Yafah" está inspirada en el Cantar de los Cantares), toques de rap (en la espectacular "Be'yom shabbat") o sublimes despliegues instrumentales en esta interacción de este músico israelí en mundos cercanos al suyo. En sus directos transmite una sensación inefable de alegría y optimismo, el mismo que enarbola en sus trabajos. El colorido de la exuberante Cabra Casey y Wogdaras 'Avi' Wassa, el punto árabe de Lital Gabai, la calidad percusiva del uruguayo Rony Iwryn y la solvencia de los demás miembros de la banda hacen de sus conciertos pequeñas fiestas. Más allá de política y religión, modernizando lo que nadie se atrevía, fusionando sin temor, y logrando un éxito inesperado, Raichel sigue conservando las ideas que reflejan una personalidad atrayente: "Todo el mundo, proceda de la cultura que proceda, quiere las mismas cosas básicas de la vida: pan, agua, espíritu, respeto y amor; sólo trabajando juntos aprenderemos a apreciarnos y a respetar las diferencias entre nosotros". Como detalle, en la única canción en árabe del disco, "Azini", la voz es de una actriz y cantante palestina, Mira Anwar Awad.
Tras sus dos exitosos primeros álbumes en Israel, esta recopilación orientada al mercado internacional, y editada por el sello -dependiente de Putumayo- Cumbancha, fue aclamada por la crítica, y ofrecía lo mejor de The Idan Raichel Project, que era prácticamente gran parte de su producción temprana. En su momento, se trató posiblemente del grupo más interesante de las músicas del mundo y de la música pop que se podía escuchar en esa década, y tras disfrutar de su directo se podía asegurar que Raichel todavía tenía mucho, muchísimo, que mostrar al mundo de la música. Y lo hizo, pues su carrera despegó de manera rotunda, y es que con ese presente, era fácil adivinar que el futuro estaría lleno de éxitos y el nombre de Idan Raichel sería de referencia obligada, pues su música, cuyo mensaje es de paz y tolerancia, se siente como un oasis en el desierto árabe.
6 comentarios:
¡Estupendo descubrimiento! ¡Muchas gracias Pepe! Me he hecho con los dos cd's que tienen publicados y no puedo dejar de escucharlos, son totalmente adictivos.¿Le diste orejas al cd que te recomendé hace ya tiempo de Jonathan Elias "The Prayer Cycle"? Saludos desde el desierto.
Me alegro que te haya gustado, a mí me pasó lo mismo cuando lo descubrí, no me lo podía sacar de la cabeza, así que ver el concierto en mi propia ciudad fue maravilloso. Pronto el tercer disco!!!
En cuanro a "The prayer cycle" claro que lo escuché, y me parece un gran disco, la utilización de las voces -de todo tipo- es impresionante, y aunque recuerda por momentos a obras de otros contemporáneos (en especial Karl Jenkins) le da un aire formal y a la vez folclórico que lo hace diferente. Aún no sé si tendrá cabida en Solsticio algún día (sobre todo porque no sé cuánto va a durar esto), pero te agradezco el descubrimiento. Ah, sabías que este año aparece The prayer cycle II?
Algo de eso había leído en la wikipedia de Jonathan Elias, porque en lo que es su página oficial no aparece nada; habrá que estar atentos. Otra recomendación (aunque imagino que esta si la habrás escuchado ya hace tiempo porque comentaste el cd de October Project) "The Other Side of Time" de Mary Fahl, la primera vocalista de October Project, a mi me parece una maravilla, no tanto el que ha publicado recientemente versioneando tema por tema el "Dark Side of the Moon" de Pink Floyd. ¡No me digas que vas a cerrar el blog!
Tranquilo, hay blog para rato, pero no sé, es posible que en algún momento tenga que hacer un corte (ya van más de 120 discos, y si todo va bien intentaré llegar a los 200, hay tanto buen disco del que hablar!!!).
Qué gran disco el de October Project, la voz de Mary Fahl es muy distintiva... pero he de admitir que a su obra en solitario le he dedicado muy poco tiempo. Intentaré ponerme, gracias de nuevo, amigo.
Holasss
Lo he estado escuchando y me ha parecido flojillo. No me ha calado, vamos.
Yo sigo enganchado, Esteban, una vez más cuestión de gustos.
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