6.1.22

ELEFTHERIA ARVANITAKI:
"Emisión"

La situación geográfica de Grecia le ha hecho ser un país con muchas influencias musicales, aparte de sus propios géneros populares, como la demotika, smyrneika, laika o rebetika. En la Opisthodromiki Compania cultivaban estos géneros tan impronunciables a comienzos de los 80, especialmente la rebetika (una música que surgió de manera marginal, como canción protesta de griegos refugiados tras la Primera Guerra Mundial, que fue perseguida posteriormente por las dictaduras de Ioanis Metaxás y de los Coroneles), y su cantante, una joven Eleftheria Arvanitaki que trabajaba como contable, no se tomaba en serio la posibilidad de ser profesional de la música. La vida sin embargo no le dio otra opción, dada su enorme calidad, y su nombre se unió a los de otras divas helenas como Háris Alexiou o Álkistis Protopsalti para dar a conocer al mundo en la década de los 90 una música que a pesar de contener mensaje se podía disfrutar igualmente sin entender las letras, dado su especial carácter rítmico y la belleza de la instrumentación unida al poder de las voces.

Eleftheria ha gozado siempre de un especial éxito y conexión con el público español, que ha acogido con ansia y elogios cada nuevo paso de esta mujer nacida en 1958 en El Pireo. Por tanto, y ante la publicación en 2001 de su nuevo disco en Grecia, su compañía -Mercury- optó por una opción lógica, la de realizar una versión exclusiva de este nuevo trabajo para el mercado español, con traducción del título y de las letras de las canciones. Así nació "Emisión", álbum publicado en 2001 por Emarcy Records con la distribución de Universal, que por mor de ese despegue internacional de la cantante, también contó con su correspondiente edición británica, de título "Broadcast". Al comienzo del disco, un tímido viento introduce una pieza delicada en la instrumentación y potente en el tratamiento vocal, como no podía ser menos; esta hermosa e importante canción en el álbum, titulada "Andar sobre el agua" y escrita por el poeta griego Mihailis Ganas, letrista de gran parte del disco (y de obras anteriores de Eleftheria), trata sobre la belleza de la naturaleza, de todos esos lugares sobre la Tierra que probablemente nunca vamos a poder visitar pero con los que soñamos, como podemos soñar con andar sobre el agua. La música es de Manos Ahalinotopoulos, clarinetista en alza, que interpreta la flauta dulce. La uilleann pipe y la flauta irlandesa (ambas interpretadas por Emer Mayock), aportan nuevos aires a la música griega en "Este beso", canción esplendorosa y evocadora sobre la base de los límites entre la amistad y el amor. Esa gaita irlandesa volverá a adornar un tema recogido como "De cabeza", pero antes suena "Vieja historia (La femme sans haine)", canción a dúo entre Eleftheria y Christos Thiveos, con música del senegalés Ismael Lo. El célebre laudista Ara Dinkjian entra en juego a mitad del disco con la música de "La copa en alto" y, más emocionante, "Palabras que guardaba", canción sobre el amor y el desamor, de nuevo con letra de Mihailis Ganas. Aunque delicioso y bien trabajado, el álbum merece un nuevo tema estrella, y "Por el color de tus ojos" llena la atmósfera con ritmos caboverdianos, pues es una canción de Teofilo Chantre, al que conoció a través de Cesaria Evora; trombón, saxo, marimba, piano, guitarra, contrabajo, percusiones y por supuesto, el cavaquinho, interpretado por João-Jose Pina Alves, suenan en este cálido primer sencillo del álbum, que Eleftheria canta en griego, y en la edición griega del álbum a dúo con la enorme 'diva de los pies descalzos', Cesária Évora. En otros países no, por cosas de las compañías. "Fuego y nieve" es una de las canciones más emocionantes del disco, espectacular interpretación a dúo de Eleftheria y Dulce Pontes (ambas se unieron en este proyecto al tener un amigo común, Cruz Gorostegui, promotor de conciertos), autora de la música de este tema en el que de nuevo Mihailis Ganas habla del desamor. Tras un discreto pero siempre elegante final melódico con "Hacia el sueño eterno" y "Añoro el futuro" (que trata de una relación que acaba pero se llena de optimismo mirando hacia el futuro, es decir, que posiblemente fuera lo mejor que podía ocurrir entre ambos -una especie de desamor positivo-), se alza el bonus track titulado "Sappho", enorme pieza dedicada a dicha poetisa griega, una mujer en el mundo de los filósofos hombres ("es la única mujer de aquella época que creó algo tan grande que todo el mundo la respetaba", declaraba Eleftheria), rescatada del álbum "Tragoudia gia tous mines", en una nueva versión con la ayuda de nuevos músicos, entre los que estaba Arto Tuncboyaciyan en la percusión. 

Tras aparecer en numerosos discos que recopilaban música griega o mediterránea, en 2000 las canciones de Eleftheria "Sappho" y "The bodies and the knives" (incluida en su trabajo de igual título) fueron elegidas para sonar en el álbum de Real World "Gifted: Women of the World", compilación femenina de relevancia internacional. Precisamente, las colaboraciones de Eleftheria con cantantes de primer nivel eran constantes en esta época, como Cesária Évora, Dulce Pontes o Concha Buika. Sus apariciones y conciertos eran más numerosos que nunca, y "Emisión" fue, según sus palabras, "consecuencia de ese viaje que emprendí para mostrar mi música", una consecuencia alegre y emocionante, una 'emisión' imaginada por la cantante de un variado programa radiofónico musical, con el que "he sentido el placer del reencuentro, la sorpresa, y este entendimiento tan especial que obtiene una a través de la música".

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