Después de muchos años fuera de su patria, que abandonó junto a Demis Roussos y Lucas Sideras en el tumultuoso año 1968, Vangelis volvió a instalarse en Grecia en 1987, con nuevo contrato discográfico con la compañía BMG/Arista, tras dejar Polydor. No suponía él que su estancia en Atenas iba a durar tan sólo el tiempo en publicar un disco, pero aparte de ese interesante trabajo, que es precisamente el que aquí nos ocupa, Vangelis tuvo oportunidad de empatizarse con su tierra y lograr una cierta inspiración que le permitiría relanzar su carrera. Ese Vangelis tan raro de ver en directo (en contraposición al mastodóntico Jarre, por ejemplo) ofreció dos conciertos en Atenas en septiembre de 1987 en beneficio de la Fundación para la Preservación de la Acrópolis. Curiosamente "Direct" fue el título de su siguiente álbum, publicado en octubre de 1988 por la mencionada Arista, aunque el 'directo' del título era de otro tipo, se refería a la grabación del disco de modo directo, sin agregar pistas, por medio de un secuenciador midi construido por el ingeniero Scott Bill Marshall sobre las exigencias de Vangelis, que por medio de botones y pedales controlaba cada parte de la música (instrumentos, tiempos, efectos de sonido, armonías, grabaciones, etc...) mientras interpretaba la música, garantizando la máxima espontaneidad, algo que por otro lado era una de las características esenciales de su forma de componer.
El efectismo del corte inicial, titulado "The Motion of Stars", no varía del más típico del Vangelis de siempre, el de inspiraciones cósmicas; este dinámico comienzo de secuencia oscilante conduce al primer tramo destacado del disco, una serie de composiciones acertadas en su unificación de ritmo, melodía y ambientalidad: "The Will of the Wind" presenta una difuminada suavidad con aires de world music por mediación de un teclado aflautado, alargando las notas finales de cada frase en un efecto muy atractivo (Enigma utilizará algo parecido dos años después en su grandioso "MCMXC a.D.") ayudado tanto por una machacona percusión como por un aguerrido fondo de supuesta guitarra. "Metallic Rain" es sin duda una de las mejores composiciones de la segunda mitad de la década de Vangelis, de tranquilo comienzo y desarrollo salpicado por esa 'lluvia metálica' que nos puede recordar a 'Blade Runner', roto por una contundente percusión que marca varios cambios de ritmo grandiosos. Notas cálidas, de piano eléctrico como el de grandes éxitos de antaño, ahondan en el lirismo de "Elsewhere", otra muestra de que las nuevas tecnologías no cambian lo más profundo de la esencia final de la música de Vangelis, si bien sólo llega a asomarse a la grandiosidad de aquellas joyas casi insuperables de los 70. Entre la potencia de "Dial Out", la excesiva facilidad de un "Ave" que llega a recordar a OMD, o el bucolismo de "First Approach" con la pasión de un chelo sintetizado, nos aguarda un segundo conjunto de lujo: la voz operística fluye en "Glorianna (Hymn a la Femme)" como una llama, logrando que el misticismo se apodere de la pieza como lo hará años después (en mayor medida) en el recordatorio a El Greco, aunque Vangelis experimentará con ese tipo de voces antes, en "Voices" o incluso en "1492: La conquista del paraíso"; la voz en este himno a la mujer, no acreditada, es de la mezzo-soprano Markella Hatziano. Otra melodía de esencia aflautada impera en esta segunda mitad del disco, la tarareable (aunque excesivamente lineal) "Rotation's Logic", de la que tal vez este gran artista pudiera haber sacado más jugo. La poesía del arpa acude con la deliciosa "The Oracle of Apollo" (donde se aprecia al técnica del rubato al acelerar y decelerar súbitamente el tempo), que asciende al Olimpo dando paso a otro de los grandes cortes del trabajo, una especie de himno de atrayente cadencia de título "Message", pleno de melancolía y emoción en su continua evolución a lo largo de siete minutos más que acertados, seductoramente envolventes. Para cerrar el CD (un tema que no estaba, como "Dial Out", en el LP), "Intergalactic radio station" es una pieza entretenida, algo rockera, que incluye en su final la voz de Casey Young. Con una extraña portada dominada por una ilustración entre pop y naif de Michael Rochipp (de título 'Shoot that Tiger'), "Direct" contó con un único sencillo, "The Will of the Wind" (con "Intergalactic Radio Station" en la cara B del single, y ese mismo tema y "Metallic Rain" en el CDsingle), y una remasterización en 2013 a cargo de Esoteric Recordings.
El efectismo del corte inicial, titulado "The Motion of Stars", no varía del más típico del Vangelis de siempre, el de inspiraciones cósmicas; este dinámico comienzo de secuencia oscilante conduce al primer tramo destacado del disco, una serie de composiciones acertadas en su unificación de ritmo, melodía y ambientalidad: "The Will of the Wind" presenta una difuminada suavidad con aires de world music por mediación de un teclado aflautado, alargando las notas finales de cada frase en un efecto muy atractivo (Enigma utilizará algo parecido dos años después en su grandioso "MCMXC a.D.") ayudado tanto por una machacona percusión como por un aguerrido fondo de supuesta guitarra. "Metallic Rain" es sin duda una de las mejores composiciones de la segunda mitad de la década de Vangelis, de tranquilo comienzo y desarrollo salpicado por esa 'lluvia metálica' que nos puede recordar a 'Blade Runner', roto por una contundente percusión que marca varios cambios de ritmo grandiosos. Notas cálidas, de piano eléctrico como el de grandes éxitos de antaño, ahondan en el lirismo de "Elsewhere", otra muestra de que las nuevas tecnologías no cambian lo más profundo de la esencia final de la música de Vangelis, si bien sólo llega a asomarse a la grandiosidad de aquellas joyas casi insuperables de los 70. Entre la potencia de "Dial Out", la excesiva facilidad de un "Ave" que llega a recordar a OMD, o el bucolismo de "First Approach" con la pasión de un chelo sintetizado, nos aguarda un segundo conjunto de lujo: la voz operística fluye en "Glorianna (Hymn a la Femme)" como una llama, logrando que el misticismo se apodere de la pieza como lo hará años después (en mayor medida) en el recordatorio a El Greco, aunque Vangelis experimentará con ese tipo de voces antes, en "Voices" o incluso en "1492: La conquista del paraíso"; la voz en este himno a la mujer, no acreditada, es de la mezzo-soprano Markella Hatziano. Otra melodía de esencia aflautada impera en esta segunda mitad del disco, la tarareable (aunque excesivamente lineal) "Rotation's Logic", de la que tal vez este gran artista pudiera haber sacado más jugo. La poesía del arpa acude con la deliciosa "The Oracle of Apollo" (donde se aprecia al técnica del rubato al acelerar y decelerar súbitamente el tempo), que asciende al Olimpo dando paso a otro de los grandes cortes del trabajo, una especie de himno de atrayente cadencia de título "Message", pleno de melancolía y emoción en su continua evolución a lo largo de siete minutos más que acertados, seductoramente envolventes. Para cerrar el CD (un tema que no estaba, como "Dial Out", en el LP), "Intergalactic radio station" es una pieza entretenida, algo rockera, que incluye en su final la voz de Casey Young. Con una extraña portada dominada por una ilustración entre pop y naif de Michael Rochipp (de título 'Shoot that Tiger'), "Direct" contó con un único sencillo, "The Will of the Wind" (con "Intergalactic Radio Station" en la cara B del single, y ese mismo tema y "Metallic Rain" en el CDsingle), y una remasterización en 2013 a cargo de Esoteric Recordings.
Publicitado por Arista en el emergente mercado de la new age -en especial en norteamérica-, "Direct" no es el disco más conocido ni más valorado de Vangelis, ni siquiera tuvo gran éxito ni se utilizó en ninguna banda sonora, sin embargo posee una sonoridad especial, esa magia que pocos son capaces de otorgar a sus composiciones. Si bien podemos destacar especialmente dos o tres cortes ("Metallic Rain", "Message", "The Will of the Wind"), se trata de un trabajo muy homogéneo, efectista, con numerosos momentos atractivos, multitud de ideas y un sonido de los 90 al final de los 80, directo al futuro pero paradójicamente consiguiendo sonar por momentos tradicional, antiguo. El proyecto inicial de Vangelis colocaba a este álbum como el primero de una serie de discos conectados que exploraban una amplia gama del espectro musical, desde el sinfonismo a la música étnica. Sin embargo parece que el proyecto acabó truncado por los cambios de residencia (de Atenas pasó a vivir en Roma), de compañía (tras un único disco con Arista recaló en East/West) y otro tipo de intereses que culminaron en el poco carismático "The City" y la exitosa banda sonora del film "1492: The Conquest of Paradise".
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Este es uno de los discos que menos me gustaban de Vangelis al principio. Me parecía que le faltaba ese toque épico con el que se le suele identificar, e incluso me sonaba excesivamente "tecnológico", demasiado electrónico a palo seco. Pero crece con el tiempo y las escuchas, sobre todo por la riqueza y variedad de las melodías. Quizá su mayor problema siempre ha sido -por lo menos para mí- el sacarle un sabor concreto al conjunto, a nivel conceptual al menos. Parece más una colección de buenos temas que una obra unificada, salvo por ese sonido "directo" que mencionas.
ResponderEliminarSaludos!
Vangelis nos tenía acostumbrados a discos más unificados, por lo que tienes razón en que Direct es algo más disperso en ese sentido, pero cuando lo vas escuchando descubres que casi cada corte se situa entre agradable y fabuloso, resultando una colección de temas estupenda. En general mis favoritos son otros, pero lo que se respira en Direct me gusta y quería destacarlo aquí.
ResponderEliminarEn mi opinión, pienso que es de los peores discos de Vangelis, y el valor lo encuentro en el sistema de composición-grabación que empleo. Quien no conozca su sistema de composición Direct que vea una entrevista que la Televisión Francesa le hizo en 1992. Este disco se compuso y grabó en directo según comenta Vangelis, parece difícil de creer pero viendo cómo interpreta en la entrevista lo creo. Pero me parece un disco mediocre porque abusa de presets (poco habitual en el Vangelis de los 70 y 80), emplea compases simples y repetitivos, y las armonías son muy predecibles y poco trabajadas.Elijo tos temas que comenta Pepe, más el último, que no es gran cosa, pero me gusta mucho por el feeling que le encuentro. En unas entrevistas, leí que Vangelis tiene una colección de Música (horas) de esta misma época que se conoce como Inner Data y que aún no se ha decidido a publicar.
ResponderEliminarHola Pepe:
ResponderEliminar¿Qué te parece esto http://www.youtube.com/watch?v=_wMIMMmWS74? A ver si te dejas caer con algún artista japoneses y sus composiciones para games o manga que cada vez están más en boga.
Gracias por tu atención,
_Matias Buenas
Yo otra vez:
ResponderEliminarCircula en la red P2P tres álbumes de Vangelis, a saber '5000 Lies', 'Frenzy' y 'My brother the traffic policeman'... Para los interesados.
Gracias por vuestra atención,
_Matias Buenas
Suena bastante bien ese youtube, Matías, investigaré. Y en cuanto a la música para manga o juegos japoneses, reconozco que no estoy muy en la onda, ¿algún consejo?
ResponderEliminarSobre "Direct", es evidente que a mí no me parece uno de sus peores discos, si bien tampoco es su obra maestra. Para eso, te remito a otras críticas escritas o por escribir.
Increíble MESSAGE. Mítico, épico,
ResponderEliminarGigantesco Vangelis