Después de unos años en bandas efímeras y de acompañar a Marianne Faithfull en sus discos y conciertos, el músico inglés Jon Mark formó el dúo de jazz/rock Mark-Almond junto a Johnny Almond, alcanzando una cierta repercusión en la década de los 70 a pesar de que en 1972 perdiera parte del dedo anular de su mano izquierda en un accidente. Años después, era importante no confundir el nombre de este dúo con el del floreciente cantante y miembro del grupo Soft Cell, Marc Almond. Entrados los 80, Jon se trasladó a la lejana Nueva Zelanda, donde fundaría el sello White Cloud la década siguiente, dando a conocer una serie de músicas instrumentales, neoclásicas y étnicas muy distintas a las de sus inicios. El propio Mark, que había seguido grabando en solitario, tornó en un periodo de cinco años (desde la publicación de "The Lady and the Artist") su faceta de cantautor a la de músico instrumental basado inicialmente en la antigüedad de la humanidad, intereses que originaron una especie de trilogía que comprendía los títulos "The Standing Stones of Callanish" en 1988, "Land of Merlin" en 1992, y "Alhambra" ese mismo año, publicados por Kuckuck al ser todos ellos anteriores a White Cloud.
De nombre auténtico John Michael Burchell, ganador de un premio Grammy en 2003 por su grabación y producción de los monjes del monasterio de Sherab Ling en su álbum "Sacred Tibetan Chant", Jon Mark falleció en febrero de 2021 tras una larga y variada carrera. Una bellísima música ambiental melódica nos recibía muy acertadamente en el primero de los trabajos de la terna mencionada anteriormente, un "The Standing Stones of Callanish" de impecable presentación, diseño con tonos dorados repleto de imaginería celta y una fotografía en la portada de las piedras de Callanish, ese conjunto de menhires prehistóricos levantados por la temprana humanidad hace casi 5.000 años cerca de la actual población de Callanish en la isla de Lewis -Hébridas Exteriores escocesas-. ¿Qué gran conocimiento se esconde en estos centinelas silenciosos, envueltos en las brumas del tiempo, tallados por manos desconocidas?, se pregunta Jon, que habla sobradamente de esta construcción en el libreto del disco, unos megalitos erigidos hace milenios por los antiguos celtas, conocidos como el Stonehenge escocés, aunque mucho menos distinguidos que la construcción inglesa. Presa de antiguas leyendas celtas, el álbum es sólido en su sonido, no presenta apenas altibajos, su tono general es calmado, basado totalmente en capas de teclados Roland. Abriendo el disco, "Chloe's Day" se mantiene en su melodía inalterable durante más de 6 placenteros minutos, idílico estilo ambiental que continúa con la adoración a esa 'tierra bendita' en "Blessed Land", y que continúa con apacibles variaciones en "The Eye of the Hawk", con celestiales reflejos épicos. "Mist on the Morning Hills" no difiere en demasía de la primera muestra del disco salvo por su tono algo más alegre, mientras que "The Standing Stones of Callanish", la pieza que da título al álbum, adopta un motivo atmosférico algo más misterioso. El trabajo se mueve en todo momento por terrenos suaves, muy agradables y bien construidos por el teclista inglés, que por momentos se acerca a los intentos meditativos de otro grande de Kuckuck como Deuter, especialmente en intentos aflautados como "The Raven in the Oak Tree". La obra presenta una clara continuidad mística hasta su final, envolturas de sensación celestial, vaporosa, con retazos de antigüedad, alzando la voz de nuevo de manera más épica en los momentos finales, "Journey Across the Crystal Sea" y esa despedida que no es sino un hasta luego titulada "Remembering". "The Standing Stones of Callanish" es un recuerdo y tributo de Jon Mark a sus raíces celtas, algo que más adelante intentará engrandecer en uno de sus trabajos más recordados para White Cloud, "A Celtic Story", un buen álbum que, sin embargo, no llega al nivel de afecto y de atracción de esta obra instrumental primeriza, en la que enfocó sus ideas básicas con gran fortuna y sobrado encanto.
Intentando mantener la esencia ambientalmente esotérica de "The Standing Stones of Callanish", Jon Mark continúo en esa misma línea cuatro años después con dos trabajos rezumantes de misterio antiguo, "Land of Merlin" como homenaje artúrico y "Alhambra" en una visita muy especial a la cultura árabe que floreció en el sur de España. Más interesante que el dedicado al poderoso mago es el inspirado por el gran complejo granadino, en el que además se hace acompañar de una mayor gama de instrumentación. Y si algo no se le puede negar a los álbumes de Jon Mark en solitario es la preocupación constante por que el diseño gráfico acompañe perfectamente a la música, que cada trabajo explique perfectamente su origen tanto en sus fotografías o ilustraciones, como en la conveniente explicación de su inspiración en el interior de la obra. Es precisamente el caso de "Alhambra", un CD de cuidado folleto, aunque su agradable intento arabizante se sumerja en sonoridades fáciles, así como imitaciones de estilos españoles e impresionistas (Ravel, por ejemplo). El tiempo ha mantenido con mayor frescura las atmósferas celtas primigenias de "The Standing Stones of Callanish", el debut en la instrumentalidad del siempre interesante Jon Mark.
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Descubrí a Jon Mark con Land of Merlin (¡en cinta!) y Alhambra fue de los primeros CD que compré (si no fue el primero, fue el segundo). Durante muchos años usé sus discos (en especial Land of Merlin) para estudiar. A Sunday in Autumn siempre me lo pongo al menos un domingo de otoño. Es un artista que me es muy querido.
ResponderEliminarAunque yo prefiero su vertiente esotérica/celta, otro trabajo interesante de Mark es ese melancólico "A sunday in autumn", en efecto. Yo siempre he admirado más a Jon Mark por la creación de White Cloud (un sello con artistas maravillosos!!!), pero tiene trabajitos muy disfrutables, ya sea para estudiar, para relajarte o para la morriña de los domingos otoñales. Le recordaremos.
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