25.8.20

CLOGS:
"The creatures in the garden of Lady Walton"

William Walton fue un compositor inglés que vivió durante el siglo XX, moviéndose en el terreno clásico, operístico y la composición esporádica de música para películas. Cuando abandonó Gran Bretaña, se instaló en la isla italiana de Ischia con su esposa, Lady Susana Walton (Susana Gil Passo de soltera), una argentina de clase alta que, en Ischia (frente a la bahía de Nápoles, con la inspiración del Mediterráneo), creó desde 1956 (y abiertos al público desde 1991) los 'jardines de La Mortella' junto al arquitecto paisajista Russell Page. Su frondosidad está integrada con las extrañas formaciones volcánicas de la isla abarcando dos hectáreas en las que se pueden admirar numerosas plantas exóticas en sus dos zonas, un jardín inferior en el valle y un jardín superior en la colina, creado posteriormente, tras la muerte de su esposo. Varios ciclos de música de cámara y sinfónica se celebran cada año en su interior, aunque una de las inspiraciones más auténticas se puede admirar desde la propia y espectacular portada del álbum "The creatures in the garden of Lady Walton", del grupo Clogs, que recrea algún rincón del jardín inferior, combinándolo con una visión naif, exótica y romántica, cercana a la obra del pintor francés Henri Rousseau (en su obra más conocida, 'El sueño', por ejemplo). Clogs podrían haber titulado a su obra simplemente 'Los jardines de Lady Walton' o 'La Mortella', pero consiguen añadir en ese título un componente misterioso, incluso poético y, por supuesto, tan exótico como esos grandiosos y coloristas jardines.

Creada por el estudio danés de diseño Hvass&Hannibal durante un largo año, la bella portada da paso a un interior fascinante. Publicado por Brassland Records en marzo de 2010, "The creatures in the garden of Lady Walton" recrea ese abrumador espacio natural a través de la experiencia del miembro principal de Clogs, Padma Newsome, cuando visitó los jardines. La sorpresa es un fenómeno inherente a esta ecléctica banda de orígenes tanto australianos como norteamericanos, y lo fue más cuando, tras una serie de trabajos instrumentales (el último de ellos, en 2006, el aconsejable "Lantern"), Padma y los suyos decidieron incluir voces en el grupo, especialmente las de la espléndida cantante de Arkansas Shara Worden (actualmente Shara Nova, recuperando su apellido de soltera), de registro operístico. "Cocodrillo" es un comienzo original y sorpresivo, la banda usa la voz de Shara Worden como elemento novedoso y vanguardista, y no sólo aciertan de pleno en su juego a cappella sino que parecen divertirse de una manera que ya quisieran para sí muchos grupos vocales. "I used to do" es la vuelta al estilo que conocíamos de esta inspirada banda en un tema vistoso basado en su apabullante conjunción de instrumentación acústica con algo de jazz y un apasionante concepto minimalista. Es necesario mencionar aquí el listado de instrumentos y músicos: Padma Newsome (violín, viola, mandola, celeste, voz), Bryce Dessner (guitarra, mandola, ukelele), Rachael Elliott (fagot) y Thomas Kozumplik (percusión) son los miembros principales, y en este disco se unieron al proyecto Aaron Dessner (guitarra, bajo), Sue Newsome (clarinete), Michael Atkinson (trompa), Kyle Resnick (trompeta), las voces de Shara Worden, Matt Berninger y Sufjan Stevens, y el Osso String Quartet con su violonchelo, viola da gamba y guitarra barroca. Continuando con el disco, de nuevo otro ejemplo vocal atrevido en el panorama post-rock es "On the edge", con una espectacular interpretación bien arropada en forma de canción semioperística. Las delicadas cuerdas ayudan a que el conjunto suene a fantasía. "Red seas" es una pieza completa, con la voz en esta ocasión de Padma Newsome en una gran canción de tintes entre poperos y hawaianos, con un sorprendente desarrollo intermedio basado especialmente en los metales, más acorde con las ideas de compositores como Michael Nyman. "The owl of love" es otra composición singular de un trabajo que no tiene bajones en su minutaje, unos compases de reminiscencias medievales abren esta especial muestra de música antigua hecha en la actualidad, una interpretación sin complejos (Shara continúa con su llamativa garganta, pero los músicos también abruman) digna de ser escuchada de manera abierta. "Adages of Cleansing" es la pieza más extraña del álbum, en la que todo suena raro. "Last song" fue el sencillo elegido para lanzar un EP en agosto de 2020 con otras dos canciones nuevas ("No bridge" en un elevado tono folk, y "Love song" como nuevo ejemplo instrumental). La guitarra asoma en esta ocasión algo más folclórica, y al asomo de los vientos acude también la voz, que en esta ocasión porta la gravedad de Matt Berninger (de la banda norteamericana de indie The National), lo que tal vez la haga más asequible en el entorno del post-rock. En el tramo final del álbum, "To Hugo" es otra hermosa tonada instrumental fuera de cualquier categoría y dentro de muchas, ya mencionadas, "Raise the flag" es una lenta pieza camerística, conducida por sosegadas cuerdas y con una especie de coro, y "We were here", hermosa nana final cantada por Sufjan Stevens y Shara Worden. No es difícil imaginarse a los cantantes caminando por esos maravillosos espacios naturales mientras interpretan algunas de estos memorables y casi indefinibles trabajos de inspiración botánica. Así, "The creatures in the garden of Lady Walton" es un soberano entretenimiento que circula entre lo extraño (experimental), lo clásico (incluso operístico) y lo folclórico, con una pizca de recogimiento espiritual. La vanguardia tan aclamada de la Penguin Cafe Orchestra (y de su heredera, la Penguin Cafe) tiene en Clogs a una digna banda sucesora y un origen, como aquella, en un sueño (aquel era de Simon Jeffes, éste de Padma Newsome): "En 1999, tuve un sueño acerca de una banda llamada 'Loose fitting clogs' -los zuecos holgados-, un zapato musical con un montón de espacio para los pies. Yo estaba buscando a gente con una formación clásica, es decir, la capacidad de reproducir casi cualquier cosa que ponga enfrente de ellos, con un sentido clásico pero también improvisadores".

Este trabajo tenía un prólogo (ellos mismos lo denominaban así) en la discografía de Clogs, un EP con nueve temas titulado "Veil waltz", publicado también por Brassland Records en enero de ese mismo año 2010, en el que las escenas instrumentales se adueñaban del espacio, ofreciendo poesías sonoras que de nuevo oscilaban entre el folk y la música de cámara, preferiblemente para una escucha tranquila. Bien podía haberse unido este EP con el propio álbum posterior, pero la banda prefirió aislar las características vocales de "The creatures in the garden of Lady Walton" en un único elemento, unas intenciones comprensibles visto su desarrollo posterior, y es que siguiendo a este trabajo, "The Vanity of trees" (2020, NewAmsterdam Records) prosigue en esas mismas intenciones de experimentación sonora de música de cámara con voz inusual (a destacar la hermosa canción "Trees to meet you"), características definitorias de los nuevos caminos de una banda diferente, fronteriza y exclusiva para paladares selectos, un conjunto digno de visitar de vez en cuando y relajarse con su frescura como si contempláramos los igualmente aconsejables 'jardines de La Mortella', la obra de la señorita Walton que inspiró este proyecto singular.

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