En 1993 el músico de Gabón Pierre Akendengué y el compositor francés Hugues de Courson elaboraron un interesante trabajo titulado "Lambarena - Bach to Africa" en el que, homenajeando al médico y músico alemán Albert Schweitzer, conjugaban de sabia manera la música de Gabón y la de Johann Sebastian Bach, la gran pasión musical de este organista que fundó el Hospital que lleva su nombre en la ciudad de Lambaréné (al oeste de Gabón). Sin embargo el de Courson y Akendengué no fue el único recuerdo de Albert Schweitzer plasmado ese año 1993 en CD, ya que otros dos músicos, los estadounidenses Sam Cardon y Kurt Bestor, le dedicaron la primera canción de un CD mítico titulado "Innovators". La razón de su anecdótica importancia, aparte de su innegable calidad musical, fueron las condiciones de su primera edición, ya que fue utilizado para publicitar la versión 6.0 del conocido procesador de textos WordPerfect. "Innovators" incluía una primera pista con la versión demo de WordPerfect 6.0 para Windows y once pistas de sonido que pretendían, según WordPerfect Corporation, "honrar a aquellos cuyo valor y determinación han hecho más por la humanidad de manera grande o pequeña; algunos innovadores son de renombre mundial, pero otros han trabajado prácticamente de manera inadvertida y sin aplaudir". Hay que añadir que en nuestro país hubo un punto y seguido en cuanto a este disco cuando por medio del músico Jorge Grundman llegó a manos de, entre otros, el conocido locutor de radio Ramón Trecet, que sugirió que el disco se pudiera adquirir en una tirada promocional de mil ejemplares en beneficio de Médicos Sin Fronteras, y aunque su consecución no fue tarea fácil, al final esos mil CD's fueron vendidos telefónicamente en diez minutos a mil pesetas cada uno, con lo que la recaudación para Médicos Sin Fronteras fue de un millón de pesetas (actuales 6.000 euros).
Cada una de las pistas del álbum presentan historias rescatadas del olvido que encierran buenos propósitos. Así, vistas como pequeños himnos de los derechos humanos y los avances tecnológicos y culturales, no es de extrañar que gocen en su mayoría de un serio tratamiento orquestal (de buen gusto y estupendo acabado) así como de un trasfondo religioso derivado del carácter mormón de este dúo ubicado en Salt Lake City (miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, congregación religiosa mormona con sede en dicha capital del estado de Utah), ganadores de un premio Emmy por su música para las retransmisiones de los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary 1988 en la cadena ABC. Algunas de las composiciones de "Innovators" poseen una calidad extraordinaria, encontrándonos ante un disco injustamente olvidado. En efecto, el Premio Nobel de la Paz Albert Schweitzer es el primero de esos innovadores, en una inspiradísima composición de título "Sage of Lamberéné" que trataba de acercar dos formas tan distintas de concebir la música como son la de Bach y la de las tribus del Gabón, en una fusión suave, melodiosa y encantadora, con ritmo africano (percusión y flauta), melodía europea (al piano y orquesta) y voces conjuntas, logrando un continuo y emocionante clímax. El espíritu viajero de Cardon y Bestor nos sirve de guía por todo el mundo: "Rainmaker" nos conduce alegremente al viejo oeste americano (además de los instrumentos convencionales suenan unos estupendos armónica, acordeón y violín) en un recuerdo de Charles Mallory Hatfield, el hombre que podía hacer llover y que acabó inundando San Diego. "Man Among Men" agrada con un estilo sencillo, desenfadado y muy agradable, donde se unen teclados, guitarra, flautas de pan (sikus) y voces y percusiones (a cargo del peruano Alex Acuña), en esta ocasión en un viaje con destino Brasil para tratar el tema de la esclavitud y hablarnos de un 'hombre entre hombres', Black Pete. Irlanda es el destino de "Folkways", donde destaca especialmente el piano, con el acompañamiento de una tímida guitarra folk y otros instrumentos autóctonos (violín, bodhrán, dulcimer o flauta irlandesa), para terminar desarrollando una corta melodía de tipo celta consagrada a un astuto irlandés llamado John Brodison, que representa aquí el espíritu de su pueblo. Más ambiental, con un desarrollo rítmico in crescendo, es "Electric Highway", un deseo de libertad para el pueblo chino dedicado a Chai Ling, la líder del movimiento estudiantil pro-democracia en Pekín, que vivió la matanza de estudiantes en la plaza de Tiananmen por soldados del comunista Ejército de Liberación del Pueblo. La melancólica flauta shakuhachi que interpreta Kazo Matsui en "Minimal Universe" nos permite pasar por Japón, en un recuerdo del equilibrio dominante en las doctrinas niponas, y más cercano al jazz es "The Third Spring", sobre la caída del muro de Berlín y la liberación de los pueblos oprimidos. Pero posiblemente sean los cuatro temas que restan por comentar los que, junto a "Sage of Lamberéné" o "Electric Highway", más destaquen en el conjunto del disco, dos de ellos por su concepción puramente orquestal de cierta inspiración religiosa ("Three Tools" sobre los masones y la construcción de catedrales en piedra, llenas de simbología, y un corto pero muy intenso "Requiem" por los héroes anónimos -inspirado por el Adagio de Samuel Barber-, en el que estos músicos expresan cómo la memoria de los virtuosos mantiene viva la virtud en nosotros mismos), otro dedicado a la increíble mente de Stephen Hawking ("Mastermind", una rítmica pieza de suave estilo electrónico aderezada con un trasfondo acústico con interesantes saxofón y batería, en un potente clímax jazzístico) y una emotiva despedida cantada a cappella por Kurt Bestor, un sentido himno titulado "Prayer of the Children", compuesto por Bestor cuando ejerció en Serbia en los 70 como misionero y trabajó con niños en un hospital que fue desgraciadamente destruido.
Este disco aún iba a deparar mucha más actividad años después de aquel lanzamiento promocional en 1993 por WordPerfect Corporation. Dos años después, en 1995, fue lanzado sin la pista de WordPerfect y con portada distinta por la compañía Treble V, incluyendo además dos composiciones descartadas de la primera edición: "The Snake Priest" dedicada a Richard Burton y "La capitana", de inspiración flamenca por recordar a la bailadora y cantadora española Carmen Amaya, que llegó a ser portada de la revista Life y a actuar en la Casa Blanca para el presidente Roosevelt. "Innovators" fue reeditado en 2000 con motivo de un concierto especial que Cardon y Bestor prepararon para la cadena estadounidense PBS, un impactante evento que contó con su plasmación en DVD ese mismo año. Además, en 2001 se publicó una continuación, "Innovators II: Keepers of the Flame", dedicado al espíritu olímpico. Brian Blosil fue el productor de las dos partes de "Innovators", un álbum que pretendía celebrar el espíritu indomable de 'los innovadores' y que nos descubrió a otros dos, cuyos nombres, Sam Cardon y Kurt Bestor, no son conocidos mayoritariamente, pero con su labor misionera y con obras como éstas contribuyen a su manera al bienestar del mundo. Como dice Bestor en su web: "Mis logros en el pasado no significan nada si no hago algo con mi música para mejorar el futuro".
Cada una de las pistas del álbum presentan historias rescatadas del olvido que encierran buenos propósitos. Así, vistas como pequeños himnos de los derechos humanos y los avances tecnológicos y culturales, no es de extrañar que gocen en su mayoría de un serio tratamiento orquestal (de buen gusto y estupendo acabado) así como de un trasfondo religioso derivado del carácter mormón de este dúo ubicado en Salt Lake City (miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, congregación religiosa mormona con sede en dicha capital del estado de Utah), ganadores de un premio Emmy por su música para las retransmisiones de los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary 1988 en la cadena ABC. Algunas de las composiciones de "Innovators" poseen una calidad extraordinaria, encontrándonos ante un disco injustamente olvidado. En efecto, el Premio Nobel de la Paz Albert Schweitzer es el primero de esos innovadores, en una inspiradísima composición de título "Sage of Lamberéné" que trataba de acercar dos formas tan distintas de concebir la música como son la de Bach y la de las tribus del Gabón, en una fusión suave, melodiosa y encantadora, con ritmo africano (percusión y flauta), melodía europea (al piano y orquesta) y voces conjuntas, logrando un continuo y emocionante clímax. El espíritu viajero de Cardon y Bestor nos sirve de guía por todo el mundo: "Rainmaker" nos conduce alegremente al viejo oeste americano (además de los instrumentos convencionales suenan unos estupendos armónica, acordeón y violín) en un recuerdo de Charles Mallory Hatfield, el hombre que podía hacer llover y que acabó inundando San Diego. "Man Among Men" agrada con un estilo sencillo, desenfadado y muy agradable, donde se unen teclados, guitarra, flautas de pan (sikus) y voces y percusiones (a cargo del peruano Alex Acuña), en esta ocasión en un viaje con destino Brasil para tratar el tema de la esclavitud y hablarnos de un 'hombre entre hombres', Black Pete. Irlanda es el destino de "Folkways", donde destaca especialmente el piano, con el acompañamiento de una tímida guitarra folk y otros instrumentos autóctonos (violín, bodhrán, dulcimer o flauta irlandesa), para terminar desarrollando una corta melodía de tipo celta consagrada a un astuto irlandés llamado John Brodison, que representa aquí el espíritu de su pueblo. Más ambiental, con un desarrollo rítmico in crescendo, es "Electric Highway", un deseo de libertad para el pueblo chino dedicado a Chai Ling, la líder del movimiento estudiantil pro-democracia en Pekín, que vivió la matanza de estudiantes en la plaza de Tiananmen por soldados del comunista Ejército de Liberación del Pueblo. La melancólica flauta shakuhachi que interpreta Kazo Matsui en "Minimal Universe" nos permite pasar por Japón, en un recuerdo del equilibrio dominante en las doctrinas niponas, y más cercano al jazz es "The Third Spring", sobre la caída del muro de Berlín y la liberación de los pueblos oprimidos. Pero posiblemente sean los cuatro temas que restan por comentar los que, junto a "Sage of Lamberéné" o "Electric Highway", más destaquen en el conjunto del disco, dos de ellos por su concepción puramente orquestal de cierta inspiración religiosa ("Three Tools" sobre los masones y la construcción de catedrales en piedra, llenas de simbología, y un corto pero muy intenso "Requiem" por los héroes anónimos -inspirado por el Adagio de Samuel Barber-, en el que estos músicos expresan cómo la memoria de los virtuosos mantiene viva la virtud en nosotros mismos), otro dedicado a la increíble mente de Stephen Hawking ("Mastermind", una rítmica pieza de suave estilo electrónico aderezada con un trasfondo acústico con interesantes saxofón y batería, en un potente clímax jazzístico) y una emotiva despedida cantada a cappella por Kurt Bestor, un sentido himno titulado "Prayer of the Children", compuesto por Bestor cuando ejerció en Serbia en los 70 como misionero y trabajó con niños en un hospital que fue desgraciadamente destruido.
Este disco aún iba a deparar mucha más actividad años después de aquel lanzamiento promocional en 1993 por WordPerfect Corporation. Dos años después, en 1995, fue lanzado sin la pista de WordPerfect y con portada distinta por la compañía Treble V, incluyendo además dos composiciones descartadas de la primera edición: "The Snake Priest" dedicada a Richard Burton y "La capitana", de inspiración flamenca por recordar a la bailadora y cantadora española Carmen Amaya, que llegó a ser portada de la revista Life y a actuar en la Casa Blanca para el presidente Roosevelt. "Innovators" fue reeditado en 2000 con motivo de un concierto especial que Cardon y Bestor prepararon para la cadena estadounidense PBS, un impactante evento que contó con su plasmación en DVD ese mismo año. Además, en 2001 se publicó una continuación, "Innovators II: Keepers of the Flame", dedicado al espíritu olímpico. Brian Blosil fue el productor de las dos partes de "Innovators", un álbum que pretendía celebrar el espíritu indomable de 'los innovadores' y que nos descubrió a otros dos, cuyos nombres, Sam Cardon y Kurt Bestor, no son conocidos mayoritariamente, pero con su labor misionera y con obras como éstas contribuyen a su manera al bienestar del mundo. Como dice Bestor en su web: "Mis logros en el pasado no significan nada si no hago algo con mi música para mejorar el futuro".
Jeje,recuerdo que llamé para intentar conseguir el disco,pobre de mi.Por descontado que no hubo forma.
ResponderEliminarLa verdad es que solo recordaba la primera cancion pero lo demás suena muy bien.
Yo también llamé, Santi, y me fue imposible, siempre comunicaba. Hace mucho de eso, pero parece que fuera ayer mismo.
ResponderEliminarYo lo conseguí. Y hace un par de meses lo metí en el ordenador, y ahora no sé qué demonios hice con el disco. Menos mal que ya está grabado en el disco duro... Como los únicos vídeos que había en Youtube eran los que has puesto con la presentación, he subido uno con la música e imágenes tomadas de la leprosería para "Sage in Lambarene". A ver si me pongo y youtubeo el disco completo.
ResponderEliminarCon tu permiso, junto a la historia tal y como yo la contaba, enlazaré esta entrada, mucho más completa
Por cierto, el enlace a mi vídeo, sin toda la conversación previa
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=trR7chpcfAo
Y a Prayer of the Children
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=8oCeVukdKEk
¿Así que conseguiste el disco, Vlazeck?, eres afortunado. Algún día encontraré una copia.
ResponderEliminarGracias por colgar esos videos, y por colocar la entrada al blog.
La suerte de vivir además al ladito de donde los distribuían (de hecho, no había más de dos minutos andando del instituto donde estudiaba a la oficina) también ayudó.
ResponderEliminarDices que algún día encontrarás una copia, pero me figuro que es por tener el disco "original" ¿o es que no has podido tampoco descargártelo? Lo digo porque la faena de crear y subir los vídeos uno por uno me da mucha pereza y por eso voy lento (sólo dos temas hasta ahora)pero si no tienes el disco creo que podría subirlo a Megaupload sin mucho problema
Me refiero al original, por supuesto, no comentaría el disco si no lo tuviera más que escuchado y estudiado.
ResponderEliminarTranquilo, ya lo conseguiré algún día.
Pepe, enhorabuena por tu estupendo Blog.
ResponderEliminarYo también soy de los que intenté conseguir una copia pero no dejaba de comunicar. Y luego decían que Diálogos 3 lo escuchábamos cuatro gatos, jeje.
Mucho ánimo con tu blog, es genial.
http://www.youtube.com/watch?v=tZhkr-DW1cE
ResponderEliminarNuevo video subido del tema Requiem, del mismo disco. Poco a poco ;)
Yo tanmbién lo intenté sin suerte, comunicaba... y recuerdo la historia tal cual la cuentas, escuchando al genial Trecet.
ResponderEliminarGracias por el blog, saludos desde Zaragoza.
Otro maño por aquí? Bienvenido, paisano.
ResponderEliminarHace bien poco le compré unos discos a un chico que los vendía por internet a buen precio, entre ellos éste, así que solucionada la cuestión para mí, los demás tenéis que estar al quite, que alguno más saldrá tarde o temprano.