Existe en la actualidad un público ávido de experiencias musicales intensas que, partiendo de entornos acústicos, electrónicos o fusionando ambos frentes, desean ser conducidos a una nueva realidad sonora, un mundo sorprendente, entretenido, de ambientes atractivos y motivaciones diferentes a las convencionales, en contacto directo con otras artes más tradicionales, y en contínuo idilio con la vanguardia. Si ese público supo encauzar correctamente su búsqueda, tuvo que encontrarse a mediados de la primera década del vertiginoso siglo XXI con Ryan Teague, joven compositor inglés afincado en Bristol que se dió a conocer en 2005 con el EP "Six preludes" y acabó convenciendo a la crítica en 2006 con "Coins & Crosses", publicado por Type Recordings con el propio Teague como instrumentista principal (guitarras, voces, efectos y electrónica) y la siempre agradecida colaboración de una orquesta sinfónica, en concreto la Cambridge Philharmonic Orchestra, con especial importancia de arpa, violines y coro.
"Coins & Crosses" fue la referencia número 15 de Type Recordings, sello británico fundado en 2002 con el objetivo de difundir músicas experimentales de calidad, en el que también han publicado algunas de sus obras Peter Broderick, Goldmund, Richard Skelton, Sylvain Chauveau o Jóhann Jóhannsson. Compositor de música publicitaria (para compañías importantes, como Mercedes o Coca-Cola) y para documentales (entre ellos varios para la BBC), Teague sorprende en este trabajado álbum por una acertada fusión electroacústica bastante llevadera, alternando composiciones más cercanas a un terreno u otro, la mayoría de las veces en entornos de una cierta 'contaminación acústica', donde las guitarras truecan su rol más típico hacia el de creadoras de texturas. "Introit" es una enigmática presentación que advierte de unas muy buenas intenciones, confirmadas en el segundo corte, "Coins & Crosses", donde el arpa introduce impresiones bucólicas, si bien los efectos y programaciones acaban conduciendo a esta pieza hacia una ambientalidad bastante ambigua, experimental. Eléctronica y orquesta cohabitan en un entorno que no por estar adrede enturbiado resulta sucio, sino más bien estimulante y atractivo en una onda digresora. "Nephesch" es un claro ejemplo, como también "Accidia" y "Tableau II", composiciones de gran efectismo y casi ausencia de melodía, en ocasiones en atmósferas un tanto oscuras. Entre tanto, "Tableau I" es un corte dominado por un coro fantasmal, de gran romanticismo, que da paso a un intenso adagio, titulado "Fantasia for strings", en el que la orquesta cobra todo el protagonismo, con estelar aparición de los siempre agradecidos violines, esas cuerdas a las que hace referencia el título. El vaivén neoclásico nos conduce a derroteros de gran fuerza expresiva con esos atrevidos, y definitivamente exquisitos, aportes de programaciones muy urbanas, tal es el caso de "Seven keys" o del corte que sintetiza el álbum, aunque apenas dé cobijo a la orquesta, "Rounds", un tema final con estimulantes efectos de sonido, electrónica con un cierto acercamiento al minimalismo, y una intensidad que despierta los sentidos. Completo y ecléctico, "Coins & Crosses" entra de lleno en categorías malditas como 'experimental' o 'postminimalismo', y de refilón en otras como 'downtempo' o 'classical crossover', con sus ambientes vanguardistas algo bohemios, manipulando sonidos extraños, alterando lo que consideramos como el lógico devenir de cada pieza, completando un conjunto repleto de deliciosas distracciones, accesible y erudito a partes iguales.
La elegancia de este artista se puede equiparar a la de esta nueva hornada de jóvenes músicos europeos sorprendentemente activos, desenfadados y dificilmente encasillables, como Nils Frahm, Peter Broderick, Greg Haines o Ólafur Arnalds. Cinco largos años habrá que esperar para escuchar el siguiente trabajo de Ryan Teague , "Causeway", que derivará hacia un mayor minimalismo, tal vez demasiado lineal y repetitivo, no tan impactante como este debut en colaboración con orquesta. Será sólo un año después cuando, retomando un sentido más neoclásico, vuelva a ganarse a crítica y público con el álbum "Field drawings", en una época de gran actividad de este músico británico, del que es necesario aconsejar esta obra primeriza pero profunda, sorprendente y efectiva, un pequeño universo de vanguardismo y neoclasicismo versátil y sugerente que convierte la audición en un acto epatante, casi lujurioso.
5 comentarios:
Jaiii
Estoy escuchando Causeway, y aunque se repite un poco en algún tema, me ha encantado, así que supongo que los otros discos me gustarán más.
¿Cómo lo has conocido? Me está costando encontrar los discos por la red.
Me recuerda bastante a un grupo que conocí hace poco, Balmorhea:
http://www.youtube.com/watch?v=9j32VMZDQL0
http://www.youtube.com/watch?v=BWmZ0YdZkek
Lo mejor es que los conocí en directo sin saber a lo que iba y quedé prendado de su estilo. La pega es que sus últimos discos son sosetes.
Un saludo.
No conozco Balmorhea, investigaré.
En cuanto a Ryan Teague, la verdad es que no recuerdo cómo lo descubrí, supongo que por algún blog de esos que encuentras buscando información sobre otros artistas.
Tienes razón con que es difícil de conseguir en la red, y desde luego no se suele ver en tiendas, pero pronto me haré con un par de CDs.
Pues oye, lo cierto es que estoy escuchando Coins & Crosses y no me ha entrado tan bien como Causeway. El tono sinfónico minimalista me ha aburrido en comparación con el alegre guitarreo del otro.
Saludetes.
Más cosillas...
He pensado que también se parece bastante a René Aubry, que tampoco sé si lo conoces:
http://rateyourmusic.com/artist/rene_aubry
Conozco a Aubry, tiene discos interesantes, aunque Teague me parece mucho más innovador. No en vano es bastante más joven y ha entrado en contacto más directamente con la tecnología y una búsqueda de sonoridades más propais del siglo XXI.
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