Si en el siempre interesante campo de la música folclórica y étnica admiramos a grupos de procedencias tan diversas como Värttinä, Hedningarna, Capercaillie, Le Mystère des Voix Bulgares, La Bottine Souriante o Madredeus, todos ellos de asombrosas cualidades tanto vocales como instrumentales, deberíamos sin duda rendirnos ante un grupo patrio como Acetre, que presenta rasgos de los arriba expuestos junto a raíces folclóricas hispanas y aromas lusitanos, gracias a su posición geográfica, en esa Extremadura confluyente de influencias. El acabado de su música tiene un enganche inusual, absorbente, la riqueza cromática de sus piezas les otorga tan precisa belleza que la entrega de cualquier oyente debería ser total desde el primer momento. Si no, se estaría perdiendo una de las perlas de la música española. Como suena.
El impacto de Acetre comenzó en la comunidad extremeña; al sur de Badajoz y cerca de la frontera con Portugal -lo que dota a sus habitantes de un cierto bilingüismo y de una doble identidad cultural- se encuentra Olivenza, pueblo natural de este grupo creado en 1976 para "abrir nuevos horizontes a la música folk". Aunque lógicamente centrados en Extremadura, Acetre consigue, cada vez mejor, reunir elementos musicales ibéricos en un producto de calidad, sentimiento ancestral y profundo júbilo. También se dejan entrever en su obra influencias árabes, para completar una riqueza de aromas y sabores difícil de encontrar en cualquier producto actual. Una vez escuchadas a fondo, sorprende en Acetre que la revitalización de su acervo cultural suene a la vez antigua y moderna, agazapados en un folclorismo atractivo y sincero. Tal vez por eso mismo ganen el favor de la crítica pero les seamás difícil llegar al gran público, desconocedor en gran medida de lo que hábilmente se prepara, cual salmorejo, al oeste de nuestro territorio. Sin embargo, nuestros amigos no necesitan del carisma de un Carlos Núñez o de los contactos de un Kepa Junkera para desbordar el tarro de las esencias, gracias en gran medida a la labor de investigación, composición y dirección musical de José Tomás Sousa, auténtico alma máter del conjunto, gracias al que demuestran ser mucho más que un legajo de fiestas y tradiciones fronterizas, recogidas en pueblos extremeños como Cedillo, La Vera, Montehermoso, La Fuente del Maestre o Frenegal de la Sierra. Con un buen puñado de discos a sus espaldas desde que en 1985 publicaran "Extremadura en la frontera", la experiencia fue aumentando la calidad de sus plásticos hasta llegar en 2007 a un excepcional "Dehesario", en el que el trabajo de investigación se deja ver desde el tema de inicio, "La danza del mostrenco", una brutal demostración de intenciones, de ritmo desenfadado, aguerrido y muy ibérico, donde la voz de increíble personalidad de Ana Márquez ("Ya viene mugiendo el toro, entre los jarales verdes / con el cuerno ensangrentado, que da lástima de verle") sólo es el anticipo de una atractiva y bailable melodía con dominio de vientos y violín. "Mae bruxa", tradicional de Cedillo -la población extremeña más occidental-, bien podría ser la canción de presentación del álbum, por su agradable estilo vocal, al que sigue "Hierba loba", una divertida demostración instrumental de un José Tomás Sousa que firma con excelentes resultados las tres composiciones del trabajo que no están basadas en la tradición. Es necesario constar que el disco apenas presenta altibajos, su escucha es más bien sorprendente y demuestra el impresionante estado de forma de un grupo formado por José Tomás Sousa (guitarra, teclados), Víctor Asensio (flauta, clarinete, gaita extremeña), Antonio Leyras (bajo acústico), Raquel Sandes (voz y flauta travesera), Paquito Croche (percusiones), Fran González (batería), Diana Vara (violín), Ana Márquez (voz) e Inés Romero (acordeón), con importantes colaboraciones, como la del violinista de Gwendal Robert Le Gall. En este pequeño homenaje al ecosistema dehesario, en el que ciertamente se respira naturaleza, no hay que desdeñar el sabor a fado de "Amores corridiños", los dos tradicionales de Montehermoso ("La rueda de la fortuna" y "Al-Zerandeo"), "La dama coruja - Vals", del omnipresente Sousa o el bucolismo de "Latifundia".
Si se pudiera seguir al milímetro la variedad de nombres e identidades que pululan por el folclore de la península ibérica, no se puede dudar que Acetre sería, con elevada probabilidad, uno de los grupos a tener en cuenta (no en vano ha cosechado numerosos premios y menciones), sobre todo desde su salto de calidad con la publicación en 1999 de "Canto de gamusinos" (impresionante su "Alborada de Jarramplas"), al que siguieron "Barrunto" en 2003 (con un gran comienzo neofolk de título "El paso del Zajorí") y este soberbio "Dehesario", editado por Galileo MC en 2007 con una presentación y diseño gráfico de lujo. Aunque deba su nombre a un caldero o vasija pequeña, la importancia y calidad de Acetre es muy grande, un conjunto fenomenal al que aconsejo fervientemente seguir la pista, tanto de lo que lleva publicado hasta hoy como de lo que pueda depararnos en el futuro.
Qué sorpresa ver este grupo por aquí comentado. Como supondrás son de mi tierra, de hecho los he visto varias veces en directo y he conocido al líder de la banda.
ResponderEliminarLa pena es que fuera de Extremadura no son muy conocidos, y eso que sin duda son de los grandes del folk del país.
Saludetes.
No recordaba que fueras extremeño. Tus paisanos son muy buenos (a unos míos, Biella Nuei, les falta ese pequeño salto de calidad que Acetre sí que ha sabido dar).
ResponderEliminarA ver si consigo verles en directo pronto.
Saludos,
ResponderEliminarSigo tu blog desde hace tiempo por el interés que me causan unas músicas inexplicablemente alejadas de cualquier circuito. Siempre nos quedarán los discos. Te he echado un lazo en mi blog, dedicado a otros sonidos igualmente minoritarios, http://chorrodeluz.blogspot.com/ Felicidades por tu trabajo.
Personalmente, no me gustan los discos de Acetre. No me resultan nada del otro mundo, algo aburridos más bien.
ResponderEliminarPero, ahora, en directo... ¡ah, Dios! ¡En directo son la leche! ¡Qué fuerza! La grabación no les hace justicia, ni lo más mínimo.
Cubano: No veas las ganas que tengo de ver uno de esos conciertos. De todas formas, los discos me parecen muy muy buenos, para nada aburridos, pero claro, las sensaciones que pueden transmitir en directo son muy distintas.
ResponderEliminarIsmael: Gracias por el cable, tu blog me parece muy interesante (me atrae la música contemporánea aunque según qué puede resultar bastante durillo, seguramente por no parar a escucharlo tranquilamente), así que lo voy a colocar también en mis enlaces y estaré atento a las novedades y posibles descubrimientos.
Igual es que yo los vi primero en directo y luego escuché los discos...
ResponderEliminarGracias por ayudarnos a hacer descubrimientos realmente buenos.
ResponderEliminarComo comenta Cubano, la pinta que tienen en directo es muy interesante. Llevo rato tirando de YouTube.
Un saludo