A principios de los noventa se adivinaba la más que probable progresión del original grupo Piano Circus en la escena de la música contemporánea, si bien era más difícil augurar que el nivel alcanzado por uno de sus miembros fundadores, el británico Max Richter, iba a ser de la magnitud expuesta en obras como "Memoryhouse" o "The blue notebooks". Con la base de pianos acústicos y eléctricos, los seis miembros (cambiantes, en la actualidad no queda ninguno de los originales) de Piano Circus desarrollaban principalmente obras de minimalistas americanos y británicos como Steve Reich, Graham Fitkin, Michael Nyman, Robert Moran o Terry Riley para el sello Decca. Antes de abandonar el grupo, y como avanzadilla de su futura actividad, Max Richter compuso algunos temas para el conjunto. Posteriormente colaboró brevemente con una banda electrónica como The future sound of London, lo que expone además una interesante apertura de miras en este compositor nacido en 1966, que explora en la frontera que separa musicalmente el pasado y el presente del clasicismo y se coloca en puestos importantes de una nueva horda de minimalistas, jóvenes, voraces, y sin miedo a fusionar estilos y conceptos, no sólo musicales sino además artísticos, literarios y cinematográficos.
"Memoryhouse", proyecto para la BBC del año 2002 que derrochaba una moderna elegancia en su concepto minimalista de la música contemporánea, caló muy hondo en la crítica especializada, creando una gran esperanza en los futuros proyectos de Richter. La consagración llegó en 2004 con "The blue notebooks" (publicado por 130701, filial de FatCat Records), donde Max volvió a encontrar la clave de la sensibilidad, consiguiendo una obra sentida, dotada de una sorprendente carga dramática, una eficaz tensión lograda conjuntamente por teclados y cuerdas, aunque eficazmente sostenida en estas últimas, dos violines, dos cellos y una viola. Nos recibe sin embargo el piano de Richter, tenues notas distanciadas que se apagan entre una voz y una máquina de escribir, hilos conductores de una trama que toma el nombre de la obra de Franz Kafka 'The blue octavo notebooks', así como pequeños textos de este mismo autor checo y del polaco Czeslaw Milosz. Ese primer tema, "The blue notebooks", con el recitado de la conocida actriz Tilda Swinton, es el preludio de una historia apasionante, cuyo auténtico primer episodio es el emocionante segundo tema, "On the nature of daylight", una delicia imbuída de una eficaz atmósfera de tensión al compás de las cuerdas, mientras que el piano deja hacer sin interrumpir su magnetismo. A cambio, acapara todo el protagonismo en pequeños solos como "Horizon variations" o "Vladimir's blues". El disco presenta grandes descubrimientos, como la mencionada "On the nature of daylight" o como "Shadow journal", que mantiene un extraordinario suspense en su fantasmagórica cadencia. Siempre a modo de lamento, en algunos de los capítulos de este diario, el nebuloso piano se complementa con dolientes violines en emocionantes composiciones como "The trees". Es inevitable hablar de posibles influencias, ciertas similitudes estilísticas con músicos como Philip Glass ("Shadow journal", "Iconography"), la vena folclórica de Yann Tiersen o el piano contemporáneo de Ludovico Einaudi, si bien hay que destacar el descubrimiento no sólo de un extraordinario compositor e intérprete sino de un artista fresco, innovador, que sabe lo quiere hacer y se autoproduce de manera extraordinaria ("Arboretum", "Organum"). Un single se comercializó de "On the nature of daylight" en StudioRichter con dos versiones del tema, si bien llegó en 2017, dos años después de la reedición del álbum por parte de Deutsche Grammophon con portada diferente. Una de las versiones del mismo, ya en 2018, fue un doble CD en caja de lujo (que incluía un auténtico diario azul) y doble LP con diferentes portadas (una vez más), y varios temas nuevos y remixes.
En la mente de Max Richter se concentraron influencias clásicas y populares por igual, desde Bach a Kraftwerk pasando por Stravinsky o Cage, y por supuesto los minimalistas. Con ese inquieto cóctel en la cabeza, y bien recibido por la crítica, Max Richter ha sabido abandonar la inocencia de Piano Circus y asumir un papel de avanzadilla de jóvenes autores del siglo XXI con trabajos de apariencia cinematográfica como este "The blue notebooks" (de hecho, el corte "On the nature of daylight" se pudo escuchar en alguna serie de la BBC ('Dive') y de la HBO ('Luck'), y una remezcla del mismo tema fue utilizada en el film de Martin Scorsese "Shutter Island"), el posterior "24 postcards in full colour" o la banda sonora del aclamado film de animación documental "Vals con Bashir". No se puede dejar de alabar el diseño grafico de sus trabajos, una marca de la casa donde la fotografía en blanco y negro nos sumerge en los tiempos de Franz Kafka y en las amarillentas páginas de viejos diarios.
Hola a todos!
ResponderEliminarNo conocía a este autor, ni al grupo seminal del que procede, Piano Circus. Nunca es tarde para aprender y encontrar nombres nuevos e interesantes.
El tema "Shadow Journal" es ciertamente muy intenso, y tu estupenda crítica le hace justicia. El tono ambient de este corte me ha recordado a la música de Steve Roach o Robet Rich, no se si la posible semejanza es común a todo el CD.
Seguro que seguiremos descubriendo músicos de tanto nivel en las páginas de tu blog.
Abrazos!
En mi opinión la semejanza es para todo el álbum, aunque más con Glass, Einaudi y Reich que con el marco más tecnológico de Roach y Rich. Consíguelo y ya me dirás.
ResponderEliminarPiano circus es menos comercial, los discos en solitario de Richter son más modernos y agradables, y de enorme calidad.
Bueno, una vez conseguido y escuchado el disco al completo, es cierto que la semejanza con Roach/Rich se limita, y sólo en parte, al tema "Shadow Journal". El resto del álbum refleja las influencias que nombras.
ResponderEliminarEl caso es que me ha gustado mucho, me ha parecido un disco elegante e intimista. Un nombre nuevo para mi colección particular.
Abrazos
Me alegro, a mí me convenció a la primera escucha.
ResponderEliminarPor cierto, sus otros discos son también muy interesantes.
Trabajada e interesante reseña.
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