![](https://photos1.blogger.com/blogger/3869/3221/320/riverdance.1.jpg)
Resulta curioso que la semilla de "Riverdance" fuera una canción titulada "Timedance", interpretada por Planxty y compuesta por Whelan, Liam O'Flynn y Dónal Lunny también para un festival de Eurovisión representado en Irlanda, el de 1981. Esa pieza se podía escuchar regrabada en el álbum de Whelan "The Seville Suite", primera publicación orquestal de este autor, una monumental suite dedicada al héroe irlandés Hugh O'Donnell y estrenada en Sevilla en el Día de Irlanda de la Expo'92, precedente de "Riverdance" sin la danza irlandesa (excepto en su popular pieza "Caraçena"), y con la presencia de algunos de los instrumentistas de "Riverdance", especialmente Davy Spillane y Máirtín O'Connor. Los años transcurridos no han borrado las intenciones de la música, aunque sí han cambiado ligeramente el título, incluso han sustituido al genial gaitero Liam O'Flynn por el no menos impresionante Davy Spillane. El origen norteamericano de los primeros bailarines de "Riverdance" no es casual, ya que el disco cuenta la historia del viaje del pueblo Irlandés para encontrarse con otras culturas, principalmente en América, y el éxito del mismo en Estados Unidos evidencia el amor y respeto que esta música sigue cotizando tan lejos de los territorios genuinamente celtas. Una mágica y etérea introducción de flauta a cargo de Davy Spillane da comienzo a un show que, si simplemente escuchado es de por sí fabuloso, gana muchos enteros en su representación; "Reel Around the Sun" es ese comienzo, contagioso y atrapante, un auténtico acierto en el que aparte de Spillane podemos escuchar ya a otros de los grandísimos músicos implicados en el proyecto, como Máire Breatnach (violín), Máirtín O'Connor (acordeón), Tommy Hayes (bodhrán), Noel Eccles (percusión) o Des Moore (guitarra acústica). Otros momentos de gigantesca intensidad emocionan en el álbum: "The Countess Cathleen / Women on the Sidhe" es una pieza rítmica, coreografiada por Jean Butler, en la que destacan violín y percusión, que está inspirada por los versos de William Butler Yeats sobre una condesa que, ante la hambruna que diezmaba al pueblo irlandés, vendió su alma al diablo para salvarlo. "Caoineadh Cú Chulainn (Lament)" es precisamente un lamento, un corte compuesto especialmente para el lucimiento de Davy Spillane con la gaita irlandesa (uilleann pipe), que el intérprete acomete en el centro del escenario, dedicado al héroe mitológico conocido como el 'Aquiles irlandés'. "Firedance" es auténtica pasión de influencia española, una fusión asombrosa para la cual Whelan contrató, por mediación de la bailaora María Pagés (que trabajó con Whelan en "The Seville Suite" y que fue contratada para bailar en el show de "Riverdance") al guitarrista Rafael Riqueni, que repite en otro corte típicamente hispano, "Andalucia", junto al cantaor Juan Reina. "Slip into Spring" es puro lirismo, el acordeón de Máirtín O'Connor domina un corte maravilloso evocador de leyendas ancestrales. "Macedonian Morning" y "Marta's Dance / The Russian Dervish" son edificantes acercamientos a culturas del este, de esencia festiva y acabado ejemplar, y Eileen Ivers es la encargada de interpretar el violín en la pieza que finaliza (salvo un reprise) el disco, "The Harvest". No hay que olvidar la hipnótica presencia en todo el trabajo del coro Anúna, agrupación irlandesa para la cual estaban compuestas varias de las canciones de "Riverdance", interludios vocales de calidad entre vistosas coreografías. También Anúna intervienen en la canción principal del trabajo, la que desencadenó todo este fenómeno, un prodigio de fuerza, desarrollo e interpretación cuyo título, "Riverdance", es ya mítico en la música celta orquestal y en la danza irlandesa. El álbum, publicado en 1995 por Celtic Heartbeat (filial de Universal Records para música celta, fundada por el que fuera manager de U2, Paul McGuinness), tuvo dos versiones, una primera de portada anaranjada con menos incidencia del zapateado, y otra en un tono azul, mayor número de temas y un acabado espectacular por esa monumental combinación de artes. El sencillo que logró el número 1 contenía "Riverdance" y "Caraçena" (de "The Seville Suite"), mientras que los otros dos CDsingles fueron "Reel Around the Sun" (con "Marta's Dance / The Russian Dervish") y "Lift the Wings" (con "Firedance"). También se comercializó un vídeo con el espectáculo, que incluía momentos no recogidos en el álbum, como un coro gospel, o números de baile sólo con percusión. El fenómeno no ha frenado años después, poniéndose a la venta otro CD y un DVD con el espectáculo en directo en Nueva York, "Riverdance on Broadway". Otras ediciones especiales fueron las de décimo aniversario en 2005 ("Riverdance 10th Anniversary Edition") y la del 25 aniversario en 2019 ("Riverdance 25th Anniversary").
Es importante recalcar la apertura de miras del festival de Eurovisión en los últimos tiempos, destacando la victoria de Secret Garden en 1995 con "Nocturne", una canción prácticamente instrumental, las de canciones de corte folclórico como "The Voice", de Eimear Quinn para la inefable Irlanda en 1996, o "Fairy Tale" de Alexander Rybak por Noruega en 2009, o de Sertab Erener para Turquía en 2003 con un tema que entra de lleno en la world music modernizada, además de un meritorio segundo puesto del conjunto belga de música folk Urban Trad ese mismo año. También Dulce Pontes compitió por Portugal en 1991, y Noa con Mira Awad por Israel en 2009, pero fue Irlanda el país más acertado cuando emplazó a Bill Whelan para un show especial, el que dio origen al fenómeno "Riverdance". Manteniendo las mismas intenciones que rigieron aquel glorioso festival en el que sonó "Riverdance", al año siguiente el encargado de amenizar el descanso en el festival también celebrado en Dublín fue otro compositor del mismo corte que Whelan, Mícheíl O'Súilleabháin, con una canción de título "Lumen" en la que, una vez revitalizada la danza irlandesa el año anterior, se intentaba hacer lo mismo con ese estilo vocal tan particular de estos países celtas, si bien no se obtuvo el mismo éxito, posiblemente por su menor componente visual. En resumidas cuentas, y teniendo en cuenta un éxito que no se olvida décadas después, se puede concluir sin temor a equivocarnos que los verdaderos vencedores del festival de Eurovisión de 1994 no fueron Paul Harrington y Charlie McGettigan (tercera victoria consecutiva de Irlanda) sino que fue Bill Whelan.
Oooh, este es uno de los grandes de mi colección :D :D
ResponderEliminarTiene algunos temas impresionantes, con una instrumentación escogida con exquisitez e interpretada igualmente de forma magistral.
No hace mucho conseguí un video, por guebon si no me equivoco.
Ya no encontramos en Spotify...el original
EliminarRiverdance es un disco enorme, y si va acompañado de las imágenes del espectáculo, ni te cuento.
ResponderEliminarHace tiempo que no lo escucho, pero tuve una época que estuve totalmente obsesionado con Riverdance. Si hay todavía alguien que no lo ha escuchado, que lo haga, sin duda.
Saludos.
Sí, yo también tengo por ahí el video, tengo que visualizarlo con un poco de calma, aunque estas cosas hay que vivirlas en directo, es como ver un espectáculo del Cirque du soleil en la tele o vivirlo entre el público.
ResponderEliminarPor cierto, Ethnotronic, me equivoco o eres Iker Manzano?
Coco, botellita y premio para el caballero!!! ;-)
ResponderEliminarEres la bomba, colega, ya sentí no poder pararme a charlar en Amurrio. Un abrazo, tubercular!!!
ResponderEliminarEstoooo, "premio, botellita y coco".
ResponderEliminarAunque no sé, igual cambio lo de "ethnotronic" por "Alzheimer" :-D
A mi curiosamente, me gusta muchísimo la leve influencia flamenca en este disco. Este género no me suele gustar nada (y eso que soy de Algeciras), pero como aderezo puntual de cuando en cuando no está mal. También está muy conseguido en un par de temas del disco de Celtas Cortos 'En estos días inciertos'.
ResponderEliminarA propósito: he visto que has puesto un link al blog en el que colaboro. ¡Gracias!
Cómo no, Paco, pero es que me ha parecido estupendo!!! En cuanto al flamenco estoy de acuerdo, no me suele gustar pero como apoyo puede ser interesante ("A orillas del río Sil" es un temazo cantado por Carmen Linares en el segundo disco de Carlos Núñez, por ejemplo), y aparte está Dorantes, por supuesto.
ResponderEliminarRiverdance es uno de los discos de escucha 'obligados'...
ResponderEliminarSí, hay un antes y un después en la música irlandesa, con esta obra, por la antención que comenzó a recibir y sobre todo el tratamiento musical, y en la creación de sinfonías celtas modernas,aunque no era el primero, ahí está, SHAUN DAVE. Yo tengo la suerte de tener la edición original de esta obra, en el que las versiones son algo menos pomposas, pues en la edición que actualmente se comercializa, es más intenso el zapateado, a parte de venir temas diferentes.
ResponderEliminarNo conocía ese interesante detalle de las diferentes versiones. Aunque si es menos pomposo, prefiero la que ya tengo. ¡No en vano me gusta también el rock sinfónico1 :-)
ResponderEliminarShaun Dave es el del 'Brendan Voyage', ¿no?. No es mal disco, aunque esperaba más. Algo similar a lo que me pasó con The Seville Suite de Whelan. Eso sí, el tema que cierra dicha suite es glorioso. Los que no tengan el disco quizá lo conozcan porque aparecía en el recopilatorio de Celtic Heartbeat que se vendió bastante.
Hola Paco, cierto, otra sinfonía de Bill Whelam es The Seville suite, muy buena y preludio de ésta, y que se estrenó en el hervidero cultural de la EXpo.
ResponderEliminarLo del disco original de Riverdance, te aseguro que tiene una gran fuerza. Simplemente es un poco menos percusivo, siendo éste también percusivo y rítmico